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Las nuevas menciones de Mancuso sobre Álvaro Uribe ante la JEP: "Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación del Aro"
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El exjefe paramilitar, admitido ante la Jurisdicción Especial para la Paz, se refirió al expresidente en más de una ocasión. El exmandatario negó los hechos y anunció acciones legales. Varios de los aportes de Mancuso se mantienen bajo reserva.
Por: Redacción Cambio
Salvatore Mancuso fue admitido ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), como sujeto incorporado en la fuerza pública. La decisión se dio luego de una serie de declaraciones en audiencias públicas y reservadas que la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas contrastó con la información de la justicia ordinaria y el tribunal de Justicia y Paz. En decenas de horas de aportes, Mancuso mencionó a más de 300 personas, entre las que se encuentra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El exparamilitar, detenido en Estados Unidos, tuvo influencia en altos funcionarios, en el Ejército, en el sector empresarial y en la política del país, entre 1989 y 2004. Por ello, sus palabras pueden ser fundamentales para conocer el fondo de lo que pasó en la cúspide del paramilitarismo en el país. Sus referencias a Uribe, a altos mandos del Ejército y funcionarios podrían dar más luces sobre la presunta relación del poder con estos grupos.
La JEP publicó varias matrices que representan un mapa de las declaraciones de Mancuso, a la luz de lo que ya había dicho en Justicia y Paz, y la información disponible en el sistema judicial. En la matriz de contraste sobre Operaciones Conjuntas, uno de los análisis más llamativos tiene que ver con el exmandatario. Los datos aportados apuntarían a que, según Mancuso, el exgobernador habría tenido conocimiento de algunas operaciones que planeaban, de la mano, el Ejército y los paramilitares. "Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación del Aro", dijo.
El expresidente negó en su cuenta de X las acusaciones y aseguró que Mancuso cambió su versión ante la justicia, puesto que años atrás había dicho que el expresidente no había participado "ni directa ni indirectamente" en la masacre de El Aro.
Muchos detalles de lo que contó Mancuso se mantienen bajo reserva, incluida la mayoría de lo que dijo sobre Uribe. Las razones para esto son: la garantía del principio de inocencia de las personas; razones de seguridad del compareciente, sus seres queridos y abogados; y que, manteniendo la información privada, será más fácil que la Corte o la Comisión puedan adelantar las investigaciones.
A continuación, algunos de los aportes de Mancuso en los mencionó al exgobernador, expresidente y exsenador paisa:
Operaciones Conjuntas
Las Operaciones Conjuntas se llevaron a cabo, según Mancuso, bajo distintas modalidades con el objetivo de atacar campamentos grandes de la guerrilla de las Farc, bloques, frentes y más.
El general Alfonso Manosalva Flórez, de la IV Brigada del Ejército, aparece mencionado por Mancuso como un colaborador con el paramilitarismo. Según Mancuso, la primera planificación de una operación conjunta se inició con una visita suya a la oficina del entonces general Iván Ramírez -quien en 2022 fue rechazado por la JEP y este año negó haber colaborado con las AUC-, en donde se reunió con Manosalva. Juntos, Mancuso y Manosalva, habrían planeado un ataque.
“Yo no conocía, él me explicó cuáles eran las rutas probables de apoyo, corredores estratégicos de movilidad, apoyos que podrían recibir de los diferentes frentes (...) Se planificó absolutamente todo: información de triangulación de inteligencia donde se encontraban, orden de batalla de guerrillas, nombres de colaboradores, auxiliadores, de los supuestos carceleros, etcétera”, contó.
Mancuso, en audiencia reservada, dio detalles de cómo funcionaba aquel trabajo en equipo. Dijo que estuvo en la masacre de El Aro, luego de hablar con Manosalva por envío del general Ramírez. Según Mancuso, este último lo habría mandado a organizar y coordinar la operación, pedida por Pedro Juan Moreno, entonces secretario de Gobierno de Antioquia y quien venía, según Mancuso, a nombre de su jefe, el gobernador Álvaro Uribe.
“Uribe se ha reunido conmigo, y yo me reuní con el coronel Raúl Suárez, comandante de la Policía de Córdoba, me llevó a reunirme a la finca de Uribe (...) y Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación de El Aro”, sostuvo. Mancuso explicó que, por lo que les dijo Pedro Juan Moreno, entendieron que El Aro estaba completamente dominado por las Farc, en donde tenían encarcelados a sus secuestrados.
El Aro fue una operación de castigo, consistente en atemorizar por completo a la población: “Cuando uno entra a un dominio absoluto de las Farc, uno pone en práctica no solamente un teatro de operaciones, sino la puesta en escena de un teatro de terror, así de horrible como suena, porque ese teatro de terror lleva a las personas a tomar decisiones, la idea es, usted tiene que atemorizarlos tanto que o dejan de apoyar a la guerrilla, o se van de la zona o se enfusilan y se van a las filas de la guerrilla, así de crudo como suena”.
La JEP encontró que esta declaración de Mancuso aportaba novedades a los documentos revisados de Justicia y Paz. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con el rol del general Ramírez y con cómo Mancuso tuvo un "rol de bisagra". “Existe factor efectivo y novedoso toda vez que por su aporte se puede relacionar a Pedro Juan Moreno con autodefensas y fuerzas militares”, anotó la JEP en la matriz, luego de contrastar la información –que calificó como complementaria– entregada por Mancuso sobre la masacre del Aro.
Aparte, la JEP anotó en la matriz que, si bien en Justicia y Paz se dijo que Uribe había llevado a cabo acciones para acabar el conflicto armado o con la violencia, "podría rescatarse que aquello que Mancuso mencionó en la audiencia es novedoso, pues no tiene similitud con lo que se referencia". Lo anterior, porque “en lo que fue relatado por Mancuso, se asegura que el señor Uribe Vélez tenía todo el conocimiento de las operaciones que se concretaban en las reuniones, pues además de que se indica que el señor Pedro Juan Moreno aparecía en nombre de Álvaro Uribe en esas reuniones, también se hace especial mención en que en una ocasión se reunieron en la propiedad privada de este último con quien actuaría como su informante”.
Otra de las menciones que hizo Mancuso sobre Uribe tiene que ver con Pacho Cifuentes, quien sería Alex Cifuentes Villa, un amigo narcotraficante del capo mexicano el Chapo Guzmán. Mancuso relató que el narco colombiano les regaló un helicóptero a los paras. Dijo que Cifuentes “es hermano de la esposa o mujer, que fue del hermano de Uribe, de Álvaro Uribe, esa señora, creo que está detenida aquí en Estados Unidos, porque fue la que luego se quedó con los negocios de los hermanos, con el Chapo Guzmán”. Sin embargo, la JEP anotó que no pudo identificar con certeza quién es Pacho Cifuentes.
Otra de las menciones nuevas en las que aparece Uribe tiene que ver con el general Mauricio Santoyo, quien fue jefe de seguridad del presidente entre 2002 y 2005. Santoyo les entregó a los hermanos Castaño al comandante del ELN alias Bayron, como canje por otras personas secuestradas. Para la JEP, este es un aporte novedoso. Según Mancuso, este general trabajaba “de la mano con las autodefensas, con el comandante Carlos Castaño, siendo comandante del Gaula en Antioquia”.
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Mancuso vinculó a la conformación del grupo Grupo de Carmelo de Tierralta, auspiciado por el Mayor Walter Fratini, al coronel Jesús Antonio Gómez Méndez, de la Policía de Urabá para la época. Según dijo el exjefe paramilitar a la JEP, el entonces mandatario Álvaro Uribe le mandó a las fuerzas de Mancuso al general, a través del "comisionado". El objetivo era que este entregara “la información de cómo estaba compuesto los cultivos ilícitos de Tierra Alta y todo estas cosas y en toda esta región del Parque Nacional Natural del Paramillo”. Esto, dijo la JEP, no se conocía y no había información en Justicia y Paz al respecto.
Asimismo, Mancuso habló del apoyo que hubo a las Seccionales de Investigación Judicial y Criminal (SIJIN). Se refirió a Henry Rubio Conde, entonces edecán de Uribe, a Alonso Sáenz Triviño –había estado en la SIJIN, era miembro activo de la Policía y también de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)– y Wilfrido José Ortiz Romero, alias Caballo.
De acuerdo con Mancuso, tenía con él a “dos policías nombrados por los comandantes” de la institución, incluyendo a Sáenz Triviño y a alias Caballo. Mancuso relacionó a este último y a Rubio Conde con el asesinato de Freddy Francisco Fuentes Paternina, quien fue dirigente de la asociación de maestros de Córdoba.
Sobre Rubio Conde y Sáenz Triviño, señaló: “[Rubio Conde] Fue comandante de la SIJIN en Córdoba entre 1996 y 2001, era el jefe de Caballo y Sáenz (...) fue edecán del presidente Álvaro Uribe, con él se ejecutó el homicidio de Freddy Francisco Fuentes Paternina, desmovilizado de la corriente de renovación socialista y murió un escolta que era un agente de la SIJIN que comandaba el mayor Henry Rubio, capitán para ese momento”.
De hecho, Mancuso también mencionó a Rubio Conde al referirse al homicidio del alcalde electo de San Jacinto Carlos Quiroz Gilet y de su hermano Freddy Quiroz, en 1997. “Eso se organizó con el teniente Oscar Alexander Solano Pedraza, de la Policía Nacional, que era el comandante de la policía de San Jacinto, por ejemplo, entonces hubo muchas combinaciones con Henry Rubio Conde, que fue comandante de la policía de la SIJIN en Córdoba”.
Acuerdos tácitos expresos entre fuerza pública, funcionarios y paramilitares
Por otro lado, Salvatore Mancuso habló de Álvaro Uribe al referirse al control de las elecciones presidenciales y su relación con el paramilitarismo. No obstante, la información que entregó sigue bajo reserva.
También mencionó a José María Maroso, gerente en Córdoba de la campaña de Uribe en 2000. De acuerdo con Mancuso, este habría estado involucrado en distintas formas de control electoral en equipo con los paras, incluyendo apoyo financiero y logístico. “En el plano de cargos de elección popular nacionales refiere la entrega de recursos económicos de diferente origen y apoyo proselitista”.
Lo que habría aportado el exjefe paramilitar en relación con supuestos acuerdos explícitos del exgobernador y su secretario de Gobierno, Uribe y Moreno, en relación con la masacre de La Granja y El Aro, también permanece bajo reserva.