Salvatore Mancuso negó nexos de Cielo Gnecco con el paramilitarismo, pero salpicó a otro miembro del clan

El caso de Cielo Gnecco tiene un nuevo capítulo por cuenta de las recientes declaraciones de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, ante un tribunal de Justicia y Paz. Mancuso exculpó a la matrona del clan del Cesar de las acusaciones que la tienen actualmente enfrentando un proceso judicial. 

Dijo que los señalamientos en contra de Cielo Gnecco de ser la determinadora del homicidio de dos contratistas no son veraces. "Eso es algo que les aseguro es absolutamente falso", aseveró el exjefe paramilitar sobre la versión de que Gnecco buscó a integrantes del bloque norte de las autodefensas –comandado por Jorge 40– para asesinar a dos personas. Mancuso argumentó que Jorge 40 era enemigo acérrimo de la familia Gnecco, por lo que era imposible que tuviera una alianza con la exprimera dama del Cesar.

frase-destacada

"Después de la muerte de Jorge Gnecco, Jorge 40 miraba a la familia Gnecco como enemigos (...) en algún momento Jorge 40 se llenó de esa paranoia de considerar a los Gnecco como sus enemigos y secuestró a José Hernando Gnecco, que le dicen Pepe Gnecco, el congresista, a la esposa de Pepe Gnecco y sus hijos, a una sobrina y al conductor", dijo Salvatore Mancuso.

Posteriormente, el exlíder de las autodefensas negó la relación de Cielo Gnecco con los paramilitares, pero salpicó a otros miembros de esa familia: "Cielo Gnecco no tuvo ninguna vinculación con las autodefensas. La referencia del ingreso de nuestro grupo al Cesar se circunscribe a Jorge Gnecco, y, de manera tangencial, a sus hermanos Lucas y Nelson Gnecco, sin involucrar a otros miembros de la familia".

Los problemas de Gnecco se originan en las declaraciones de Julio Manuel Argumedo, alias Gabino, un exintegrante de las Autodefensas Unidas de Colombia que señala que en 2002 dos ciudadanos, contratistas de la Gobernación del Cesar, fueron secuestrados y posteriormente asesinados por petición de Cielo Gnecco.

Se trata de Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Alberto Mendoza Guerra, quienes fueron retenidos contra su voluntad entre el 10 y el 12 de abril de 2002 por el Frente Mártires del Cesar de las AUC. Aparentemente, la orden la impartió David Hernández Rojas por petición de Cielo Gnecco. Según el testimonio de Gabino, el secuestro tenía como objeto obligar a los dos contratistas a pagar 2.500 millones de pesos a la matriarca del clan, aparentemente como una especie de comisión por negocios turbios en la entidad departamental. 

En la actualidad la orden de captura en contra de Cielo Gnecco fue revocada. Cielo, por su parte, no ha aparecido públicamente en las últimas cuatro semanas.