Los 9 sistemas de vigilancia tecnológica que la Policía está usando con la ciudadanía

Se trata de nueve tecnologías adquiridas durante los últimos años por parte de la Policía Nacional, que ya han sido utilizadas para vigilar masivamente a la ciudadanía de distintas maneras. 

Algunas de ellas están enfocadas en extracción de información en equipos físicos, y otras van enfocadas a receptores masivos de información que, luego, podrían ser utilizados para ejercicios de perfilamiento de los ciudadanos. 

La Fundación Karisma advierte que, de darles mal uso, podrían facilitar la vulneración de los derechos de la ciudadanía. El informe “Chécheres, juguetes y armas: Un inventario parcial de las tecnologías que utiliza la Policía Nacional en Colombia”, traza un inventario que muestra con qué tipo de herramientas se está vigilando a la ciudadanía. 

Programas de extracción de información forense 

Estos son programas que se utilizan para extraer información de cualquier tipo de equipo digital –desde un celular hasta un dron– y crear copias exactas de toda la información que tenga almacenada. Es un sistema que aprovecha las “vulnerabilidades de los sistemas operativos y de programas específicos para evadir contraseñas u otras barreras impuestas por las personas usuarias, para acceder a la información en los dispositivos”.

Pese a que este sistema ya ha sido utilizado en el pasado para investigaciones judiciales, la fundación asegura que es preocupante que el uso indiscriminado de esta tecnología lleve a que los decomisos aleatorios de equipos, incluso en procedimientos que no lo ameritan, y se acceda arbitrariamente a los datos privados de los ciudadanos. 

“Dado el carácter íntimo de mucha de la información dentro de un dispositivo (fotos, chats, contactos en celulares o computadores), este tipo de tecnología usada sin control puede vulnerar derechos fundamentales como el de la intimidad, libertad de expresión, de participación, de protesta, de reunión, entre otros”, opina la fundación.

Una torre de telefonía engañosa

Se trata de un mecanismo que simula ser una torre de telefonía móvil y permite a los usuarios conectarse a una red que sirve para extraer información del equipo.

Se le denomina IMSI Catchers y aunque tienen un poder menor de extracción de la información, sí pueden captar los datos de todos los equipos que se conecten a su señal: “También permite controlar, bloquear o degradar la señal, conocer el contenido de llamadas y mensajes de texto, e incluso, modificarlos. Estos dispositivos no pueden interceptar contenidos encriptados como los mensajes de WhatsApp o Signal, pero pueden obtener los metadatos asociados a estas comunicaciones como la hora, la fecha, o la IP de los teléfonos”.

En espacios de protesta, podría convertirse en una herramienta para individualizar a las personas que se manifiestan. 

El reconocimiento facial de las entidades nacionales

A través del uso de la tecnología biométrica y de reconocimiento facial, usado también en entidades como la Registraduría, la Policía Nacional ha podido contrastar sus bases de datos e individualizar sujetos de interés para la institución. 

Esta tecnología “le da capacidades a la Policía para identificar a personas a partir de videos e imágenes en las que se puedan ver los rostros. Las imágenes no tienen que haber sido captadas por las cámaras de la Policía, pueden provenir de cualquier fuente”.

La Fundación Karisma señala en su informe que, antes de las protestas de 2019, la Policía anunció que habían equipado un helicóptero que sobrevolaría la ciudad y contaba con esta tecnología.  

Las cámaras corporales de la Policía

Se trata de cámaras que usan los uniformados durante los patrullajes. Se sabe que han sido usadas desde 2021 en Nariño, Santander, Antioquia, Boyacá y Cundinamarca. Además de registrar video, también tienen la capacidad de tener visión nocturna y reconocimiento facial en tiempo real. 

Los drones usados en espacios de protesta

Estos equipos, que tienen la capacidad de registrar video y reconocimiento facial, tienen también la capacidad, según el informe, de interceptar comunicaciones. "Pueden utilizarse para vigilar, rastrear e intervenir sus llamadas y mensajes de texto y, de igual forma, cuando están equipados con aparatos de bloqueo de señal, pueden impedir la entrada y salida de comunicaciones”. 

Empezaron a ser adquiridos en 2019 por la Policía y no hay plena certeza de cuáles son las características con las que están equipados. Por lo mismo, no se conoce su plena capacidad de intercepción. 

La inteligencia de fuentes abiertas 

Es un sistema que monitorea y hace barridos de fuentes de datos abiertos, como redes sociales e interacciones en la web, y permite, posteriormente, crear perfilamientos y bases de datos de internautas. 

Además, tiene la capacidad de analizar tendencias de contenido completas, para individualizar a personas de especial interés. 

Un localizador de señales 

Este sistema, denominado SIGINT, tiene la capacidad de rastrear señales puntuales para localizarlos. 

Además, el sistema podría acceder a todo tipo de comunicación no encriptada, como por ejemplo, las llamadas y mensajes de texto, pues en Colombia estas dos no son comunicaciones encriptadas. 

El informe señala que “existen herramientas que pueden ser catalogadas como de SIGINT, que podrían ser usadas para bloquear señales (dejar a un equipo sin acceso a la red telefónica o internet) o determinar de forma muy precisa la ubicación de un dispositivo, o qué dispositivos se encuentran en un lugar”.

Inhibidores de señal 

Se llaman jammers y suelen ser utilizados para reducir o cortar la señal de los aparatos electrónicos que entren en su rango. Así, obstruye la señal e impide las comunicaciones. Lo que hace es crear distintas señales e invadir un equipo, para que no pueda ni transmitir ni recibir información. 

Predicción del delito

“Los sistemas de predicción del delito son tecnologías de procesamiento y análisis de datos (por ejemplo, tasas de arresto, geolocalización de denuncias o bases de datos de criminales) que pretenden anticiparse a la comisión de delitos y sirven como base para tomar decisiones de políticas de seguridad”, señala la Fundación Karisma. 

Este sistema es también operado por la Fiscalía y por el distrito de Bogotá. Preocupa especialmente a los expertos, quienes señalan que la base de datos se ha alimentado, también, por prejuicios de entrada que podrían, al final, revictimizar a poblaciones históricamente vulnerables.