Los detalles desconocidos del secuestro de Piedad Córdoba por parte de Carlos Castaño

En el Reporte Coronell de la W Radio de este lunes, el periodista Jorge Gómez Pinilla, director del portal El Unicornio, reveló detalles desconocidos sobre el secuestro de la senadora Piedad Córdoba en un libro que está listo para ser publicado junto con Ícono Editorial.

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El texto está sustentado por una reunión que tuvo Gómez en la residencia de la congresista ubicada en Medellín, donde trabajaron varios días en la reconstrucción del secuestro perpetrado por el jefe paramilitar Carlos Castaño.

En 1999, mientras se encontraba en un consultorio odontológico en Medellín, Piedad Córdoba fue secuestrada por un grupo de hombres armados que iban vestidos con el distintivo uniforme del CTI de la Fiscalía. 

En su relato para el libro, la senadora compartió que fue llevada a varios lugares. El primero era muy frío. Allí, la ingresaron a un cuarto pequeño y pensó que sería asesinada. Por ello, solicitó papel y lápiz para escribir una carta de despedida a su madre, Lía Esneda Ruíz. 

A pesar del temor que sentía, Córdoba desafiaba a sus captores, llegando incluso a insultarlos a ellos y también a Carlos Castaño.

"Entonces, me agarré con uno de ellos y le dije: 'Dígale a ese hp de Castaño que venga aquí. Que yo estoy aquí. Dígale que venga'. Entonces, sonó una moto y yo le pregunté: '¿Eso qué es?' y me dijo: 'Una moto', y yo le dije: '¿Una moto, una que vuela o qué? Eso es un helicóptero'" relató la senadora.

Como sospechaba, se trataba de un helicóptero en el que fue trasladada a otro sitio, esta vez de tierra caliente. Allí, enfrentó nuevamente la amenaza de ser asesinada en cautiverio por los paramilitares.

"Me entraron a una cueva asquerosa. Entonces el tipo me fue a coger el brazo y yo me negué. El tipo me dijo: 'Si va a empezar a joder le va a pasar lo mismo que a la hermana de Pablo Catatumbo. (jefe de las Farc) La cogimos, la amarramos a un árbol para que se le comiera una culebra'. Yo le tengo pánico a las culebras, pero no les demostraba nada", dijo Córdoba.  

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El 30 de mayo de 1999, finalmente se encontró con Carlos Castaño, quien quedó perplejo ante la valentía de Córdoba al insultarlo a pesar del estado en que se encontraba. 

Según el relato, la senadora llevaba puesta una blusa y ropa interior, pero no permitió que la humillaran. Estaba de espaldas, ni siquiera lo miraba. Sin embargo, Castaño la acusó de ser la tesorera internacional del ELN. Por ello, se volteó y con rabia le respondió: "A mí me respeta, grandísimo hp".

Cabe recordar que para gestionar su liberación, un grupo de congresistas se reunió con Castaño. Durante la negociación, Córdoba le aseguró al jefe paramilitar que no cambiaría su posición política después del secuestro.

Para conocer los detalles de la conversación, vea el Reporte Coronell en YouTube: