Una nueva oportunidad para la paz
3 Agosto 2023

Una nueva oportunidad para la paz

Mauricio Rodríguez, periodista y exnegociador con el ELN durante el gobierno de Santos, analiza para CAMBIO el significado del inicio oficial del cese bilateral del fuego con el ELN y la puesta en marcha de la participación de la sociedad en el proceso. “Renace la esperanza de una solución negociada que alivie el sufrimiento que a diario viven muchas comunidades”, dice.

Por: Mauricio Rodríguez Múnera

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Desde la administración Betancur he apoyado todos los esfuerzos de paz de los gobernantes de turno, porque pienso que la búsqueda de la paz no solo es un mandato constitucional sino un imperativo ético: salvar vidas. Además, estoy convencido de que una Colombia sin conflicto armado podría aprovechar al máximo su enorme potencial, para beneficio de todos. Y en lugar de malgastar miles de millones de dólares en la guerra, esos recursos podrían erradicar la pobreza extrema en la que a duras penas sobreviven 5 millones de conciudadanos.

Por todas estas razones asistí el jueves 3 de agosto a un evento muy especial: la ceremonia de formalización del Cese al fuego –nacional y temporal- entre el Gobierno y el ELN y de la puesta en marcha del Acuerdo de Participación. El fin del enfrentamiento armado con esta guerrilla será muy difícil de lograr y tardará varios años en convertirse en realidad. Pero el paso dado es importante: renace la esperanza de una solución negociada que alivie el sufrimiento que a diario viven muchas comunidades.

Soy consciente de los muchos obstáculos que habrá en este camino hacia la paz. No subestimo los riesgos que expertos han señalado de manera respetuosa y constructiva. Comprendo el escepticismo de muchas personas después de tantos intentos frustrados. Pero sugiero que –por el bien de todos– le demos una nueva oportunidad a la paz con el ELN.

En la ceremonia en la que estuve presente vi y escuché la ilusión de hombres y mujeres de muchas regiones, representantes de nuestra Colombia diversa: indígenas, campesinos, afrodescendientes, jóvenes y adultos mayores, personas LGBTI, diplomáticos, artistas, líderes empresariales, sindicalistas, políticos, académicos y periodistas que escuchamos discursos sensatos, interesantes, positivos, de personas con ideas muy distintas pero con un objetivo común bellamente expresado por Yolanda Perea: “Ni un minuto más para la guerra, toda la vida para la paz”.    

Un comentario sobre el comité de participación que fue instalado en el evento. El ELN ha insistido siempre en que el proceso de negociación solo llegará a feliz término si se incorporan las aspiraciones de múltiples comunidades. Eso hace sentido porque es la esencia de la democracia. Sin embargo, la tarea de este Comité –integrado por 80 personas – será muy ardua, porque lograr acuerdos entre tantos intereses y opiniones, demandará una gran apertura mental, muy buena voluntad y mucho trabajo. Para ello es indispensable contar con una metodología rigurosa pero pragmática, y una disciplina y compromiso férreos que eviten una nociva demora.

Me preocupa que se creen expectativas excesivas que pueden terminar en enormes frustraciones. Ojalá el producto final de ese comité no sea un listado de centenares y centenares de objetivos de imposible cumplimiento, dadas las limitaciones reales de la capacidad del Estado y de la economía. Lo ideal, siguiendo el Principio de Pareto, es acordar pocas iniciativas -de gran impacto social, económico y político- que efectivamente puedan implementarse en un plazo razonable.

Termino con algo aparentemente anecdótico pero que es significativo: siente uno que el sueño de la paz es posible cuando -como sucedió en el encuentro- se oye a José Félix Lafaurie (presidente de Fedegán y miembro del equipo negociador del Gobierno) asegurar que la reforma rural integral será un hecho, a Consuelo Tapias (negociadora del ELN) agradecer la presencia en el evento de los generales, policías y soldados, y a Pablo Beltrán (una de las cabezas del ELN) solicitar con sinceridad a la élite ser parte del cambio para alcanzar la paz.

Invito a todos los colombianos a que le demos esta nueva oportunidad a una vida mejor para nuestros hijos y nietos.     

* Periodista y exnegociador del proceso con el ELN durante el gobierno de Juan Manuel Santos.

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