El ala roja de Sednaya: el infierno de los prisioneros políticos en Siria
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Kays Elmurat, exdetenido de la temida prisión de Sednaya en Siria, describió en una entrevista con Julio Sánchez Cristo las condiciones inhumanas que enfrentó durante su encarcelamiento.
Por: Julio Sánchez Cristo
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Sednaya, conocida como “el matadero humano”, se convirtió para él y miles de detenidos en un lugar de tortura constante. “La vida de todos allá era una tortura. La marca de esa cárcel era torturar a todos”, expresó. Elmurat relató que la cárcel no solo buscaba quebrar el cuerpo, sino también la mente de los prisioneros, al someterlos a condiciones extremas de aislamiento, hambre y abusos.
Uno de los aspectos más impactantes que narró fue el proceso previo a las visitas familiares. “En todas las cárceles del mundo, una de las cosas más importantes es la visita de la familia, pero en Sednaya era lo que menos se quería porque también era una tortura”, afirmó. Según explicó, antes de permitirles ver a sus familiares, los prisioneros eran llevados a un cuarto donde los torturaban durante horas. Cuando finalmente se les concedía la visita, los separaban de sus seres queridos por una valla y les prohibían revelar cualquier detalle sobre las condiciones de vida dentro de la prisión.
Elmurat detalló que las prácticas de tortura eran sistemáticas y variadas. Los prisioneros eran obligados a permanecer desnudos, les prohibían el acceso a la luz, pasaban hambre y les negaban cualquier derecho básico. “Nos torturaban física y psicológicamente todo el tiempo”, añadió, subrayando la falta de esperanza que impregnaba el ambiente de la cárcel. La crueldad no era la excepción, sino la norma.
Para profundizar
El motivo de su arresto también reveló el contexto represivo que vivía Siria en ese momento. Mientras cumplía con el servicio militar obligatorio, Kays fue detenido bajo sospecha de desobedecer órdenes. “Nos ordenaban evitar las manifestaciones y disparar a los manifestantes. Había quienes se negaban, y entonces escribían sus nombres. A mí me arrestaron sospechando que podía desobedecerlos”, relató. Fue entonces trasladado al “ala roja” de Sednaya, conocida como la zona más peligrosa de la prisión.
Escuche la entrevista completa a continuación: