El hijo de Griselda Blanco habla de la mujer más importante del mundo del narcotráfico

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En el turbulento escenario del narcotráfico, una industria predominantemente masculina, emerge una figura femenina que dejó una huella indeleble en la historia. Griselda Blanco, también conocida como 'La Madrina' o 'La Viuda Negra', nacida en Cartagena en 1943, se trasladó a Medellín desde temprana edad debido al desplazamiento forzado causado por la violencia y los abusos que sufrió su madre. Enfrentando las adversidades en el problemático barrio de la Comuna 13, Blanco inició su carrera delictiva desde una edad temprana.

A los 11 años, La Madrina dirigía una banda de 'carteristas' en la capital paisa, financiando así sus gastos. Sin embargo, su camino criminal tomó un giro más oscuro cuando decidió perpetrar el secuestro de un niño de los barrios más acomodados de Medellín. Según relatos biográficos como "Cocaine Cowgirl", Griselda, a tan corta edad, cometió el asesinato del niño al no recibir la recompensa solicitada, marcando el inicio de un historial de homicidios que se estima superó las 250 personas.

La Viuda Negra no solo desafió las barreras impuestas por un mundo dirigido por hombres, sino que escaló a la cima del narcotráfico con una crueldad y despiadada superioridad sobre sus rivales. Aunque su historia no encarna un relato de empoderamiento femenino, Griselda Blanco se convirtió en un nombre que personificaba el dolor, el sufrimiento y la desgracia durante la era de los grandes capos de la cocaína. Su legado ha trascendido a través de representaciones en películas y series, encarnadas por destacadas y hermosas actrices.

En esta entrevista, su hijo, Michael Corleone Blanco, ofrece perspectivas fascinantes sobre estas representaciones y la complejidad de la vida de su madre: