Así planea Colombia acabar la corrupción con grupos élite de extranjeros

El pasado mes de julio, la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República publicó el primer mapa de la impunidad en Colombia.
Según las cifras recabadas por la dependencia estatal, entre los años 2010 y 2023, el 93,9 por ciento de las 57.582 denuncias presentadas por casos de corrupción no tenía condena, el 89,7 por ciento no tenía capturas, y el 77,1 por ciento continuaba en indagación. Vaupés, Guaviare y Guainía son los departamentos que encabezan el ranking de impunidad.
Ese panorama preocupa al Gobierno nacional, que busca implementar nuevas estrategias para enfrentar la hidra de la corrupción.

El pasado martes 7 de noviembre, en plenaria del Senado, Néstor Iván Osuna, ministro de Justicia, enumeró las estrategias que analiza el Gobierno Petro: elevar el número de funcionarios de carrera, disminuir el tiempo en los litigios, sancionando la morosidad en el accionar de los jueces, y crear grupos élite de investigación conformados por organismos internacionales.

CAMBIO habló con el ministro Osuna para indagar en qué consiste la propuesta.

CAMBIO: Ministro, explíquenos en qué va la iniciativa.
Néstor Iván Osuna: Es una posibilidad, no está todavía decidido. La posibilidad consiste en que, para lograr esclarecer casos de corrupción y también para diseñar una política anticorrupción, se cuente con expertos extranjeros.

CAMBIO: ¿Cuáles serían las ventajas?
N.I.O.: La ventaja es que las personas extranjeras no tienen miedos nacionales, no tienen arraigos, no tienen intereses nacionales. A veces ven cosas que uno, como colombiano metido en esto toda la vida, no ve o le da mucho miedo. Esa es la gran ventaja: personas que sean expertas en corrupción, y que no tengan lazos con Colombia. Vienen, hacen su dictamen y se vuelven a ir.

CAMBIO: ¿Y las desventajas?
N.I.O.:  Pues por supuesto que eso puede lesionar principios de soberanía y autonomía del poder, porque de alguna manera se estaría contratando asesores extranjeros para que vengan y se metan en la casa y miren todo lo feo, que levanten esta alfombra. Entonces es una idea, que yo he pensado que puede ser buena, pero que tiene muchísimas resistencias en muchos sectores y por eso creo que es bueno irla lanzando para ver que tal cae. Si genera mucho rechazo pues hay que repensarla, si no pues ya puede ir uno pensando en contar con una comisión internacional.

CAMBIO: En la eventualidad de que la idea cale, ¿Cómo se sacaría adelante?
N.I.O.: Se requeriría un soporte normativo para la conformación de ese grupo, para que sea transparente, para que toda la gente sepa a quiénes se va a elegir y cómo se les va a elegir. Habrá que pagarles unos gastos, entonces una cosa absolutamente transparente se logra con soporte normativo.

CAMBIO: ¿Sería similar a la experiencia de Guatemala?
N.I.O.: Ese es un modelo que allá funcionó, pero no tiene por qué ser igual. Si uno habla de ese modelo acá en Colombia genera muchas resistencias y, créame, la idea no es generar resistencias, sino salir de los problemas de corrupción. Pero ese es un modelo interesante. A mí me parece que fue una buena experiencia para Guatemala, pero también sé que aquí suscita una controversia amplia, a lo mejor valga la pena dar esa controversia.

CAMBIO: Hace cuatro meses el secretario de Transparencia, Andrés Idárraga, publicó unas alarmantes cifras de impunidad en materia de corrupción.
N.I.O.: Mire, todos quisiéramos más celeridad en las investigaciones, más resultados en la lucha contra la corrupción, y más recuperación de los dineros. También todos queremos más capturas de los responsables. Nosotros tenemos un país en donde la corrupción está muy enquistada y tenemos que tomarnos esto en serio, buscar mecanismos realmente eficientes para poder salir de esto.

CAMBIO: Mecanismos totalmente nuevos.
N.I.O.: Sí, porque si seguimos haciendo lo mismo tendremos los mismos resultados, por eso surge la posibilidad del mecanismo internacional. Algo de lo que también estoy totalmente convencido es en profundizar la carrera administrativa, esa es una buena medida anticorrupción. Los funcionarios de carrera son mucho menos corruptibles que los funcionarios de libre nombramiento. El funcionario que no le debe el puesto a nadie, aunque no es una patente de corso, lo hace menos propenso a incurrir en actos de corrupción.