Edgar Daniel Bohórquez: el poder oculto en la Registraduría

Mientras todos los focos se centran por estos días en el registrador Alexander Vega, a quien se le señala por esforzarse en dejar en "tablas" la investigación contra Óscar Iván Zuluaga, pese a las pruebas en el escándalo de Odebrecht, cuando hizo parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), y a quien se le cuestiona por las garantías electorales para los comicios regionales de octubre, hay alguien en la Registraduría que ha logrado pasar de agache ostentando igual o mayor poder que el registrador titular: Edgar Daniel Bohórquez Enciso, presidente de Sintrareginal desde hace 28 años y cuyo poder y prosperidad han sobrevivido al paso de 11 registradores.

En Sintrareginal, único sindicato de la Registraduría, hay casi 2.000 afiliados, que mensualmente deben aportar 1 por ciento de su salario. Contrario a lo que se observa en la mayoría de los sindicatos, respecto a una posición crítica con la administración, Sintrareginal no le cuestiona nada a Alexander Vega. Tampoco lo hizo con registradores pasados. En parte, eso se debe a que el presidente del sindicato ha logrado tener injerencia en la nómina y en la contratación.

Al igual que su jefe, el registrador Vega, el perfil de Bohórquez cabe en un solo párrafo. Después de terminar el colegio, probó suerte en las reservas del Deportivo Pereira y Millonarios. Cuando se esfumó su sueño futbolístico, trabajó como ayudante de construcción, luego fue cajero auxiliar en el Hospital Militar y de ahí pasó en 1985 a ser registrador de Sutatausa. Cuatro años después, fue nombrado registrador de Zipacón y finalmente terminó en la sede principal de la Registraduría en Bogotá.

En la entidad electoral todos le guardan reverencia y lo tratan de doctor. Él se autodenomina abogado, aunque nunca se graduó de esa carrera. De acuerdo con el Sigep, su cargo actual es técnico administrativo y su sueldo para este año no pasa de 4'600.000 pesos.

Edgar Daniel Bohórquez es oriundo de Nocaima, un municipio de Cundinamarca de apenas 6.300 habitantes que queda a 65 kilómetros de Bogotá. Bohórquez tiene tres inmuebles a su nombre, de los cuales dos están en Nocaima: un parque de deportes extremos ubicado en la finca La Esmeralda, el cual tiene una extensión de 8 hectáreas y 3.200 metros cuadros, que fue adquirido por él en agosto de 2006; y una finca llamada Pantanos, que tiene una extensión de 27 hectáreas y 2.700 metros cuadros. Esta propiedad la compró en febrero de 2009. Según pudo consultar CAMBIO con expertos, los dos lotes pueden llegar a costar, juntos, alrededor de 5.000 millones de pesos.

Aunque el atractivo turístico Esmeralda Xtrem Adventure Park cerró en pandemia, según registros de la Cámara de Comercio su hija, Daniela María Bohórquez, es la representante legal (Ver documento). Daniela también trabaja para la Registraduría, donde su papá preside el sindicato, en el área de Talento Humano. Inició como auxiliar administrativa y hoy en día, según Sigep, tiene un cargo de secretaria. En ese puesto la joven mujer no gana más de 3'400.000, pero en los registros aparecen dos propiedades en Bogotá a su nombre.

Las cuñadas de Bohórquez, hermanas de su pareja, Francy Yolanda Hernández Delgado, también hacen parte de la nómina de la Registraduría. Dolly Katerin Hernández Delgado y Mónica Paola Hernández Delgado trabajan como auxiliar administrativa y como profesional universitario 1, respectivamente.

En la misma línea, Didier Farith Martínez Hernández, primo de su pareja, tiene un cargo como técnico asistencial, y Clara Gertrudis Enciso Torres, su sobrina, es secretaria. Las cuotas de Bohórquez en la nómina de la Registraduría son mucho más amplias y provienen en gran parte de su tierra natal Nocaima.

Una cosa es que una organización sindical luche por lograr el derecho preferencial a cargos disponibles para sus afiliados dentro de un contexto de mérito y otra es que el presidente del sindicato tenga injerencia en la nómina para favorecer a sus familiares y amigos.

CAMBIO buscó a Edgar Daniel Bohórquez, quien llegó hace poco de unas largas vacaciones por Europa, y al registrador, Alexander Vega, para conversar sobre el asunto, pero no obtuvo respuesta.

Bohórquez y la capacitación de los jurados de votación 

A menos de cuatro meses de elecciones no hay publicada ninguna convocatoria vía licitación en la Registraduría para la capacitación de los jurados de votación. No existe porque lo más seguro es que parte de esa responsabilidad quede en manos de la Fundación Cooperen, que hace parte de la Cooperativa Cooperen, compuesta por casi 2.000 afiliados que son empleados y exempleados de la Registraduría, muchos de los cuales hacen parte del sindicato que preside Edgar Daniel Bohórquez. De hecho, Bohórquez hace parte de dicha cooperativa.

Sin mediar ninguna licitación de por medio, en los últimos seis años la Fundación Cooperen ha recibido por parte de la Registraduría contratos que suman más de 7.600 millones de pesos para capacitar jurados para las elecciones. Adicionalmente, Cooperen ha actuado como subcontratista del megacontratista de la Registraduría, Thomas Creg, que le paga a esta fundación para que recoja los formularios E14 en zonas apartadas.