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Impedimentos: el camino que le quedaría al Gobierno para que la reforma a la salud sobreviva
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La opción de retirar la reforma a la salud está descartada. El camino que explorará la coalición de Gobierno para salvar el proyecto serán los impedimentos en los que podrían estar algunos senadores para votar. ¿Quiénes son?
Por: Andrés Muñoz
La reforma a la salud está en su peor momento desde que fue radicada a principios de 2023. En la Comisión Séptima del Senado ya hay ocho senadores que firmaron la ponencia de archivo del proyecto, superando a los cinco que lo apoyan y al voto indeciso. Aunque varios sectores ya dieron por hundida a la reforma, al Gobierno todavía le quedan cartuchos por usar para evitar, o por lo menos aplazar, la derrota política.
“No la vamos a retirar”, dijo el presidente Petro el pasado 12 de marzo sobre la herida reforma a la salud, el proyecto que más costo político ha tenido para la Casa de Nariño. La instrucción del jefe de Estado descartó la posibilidad de que el Ejecutivo retire el proyecto y evite la votación en la Comisión Séptima del Senado.
La opción de sacar al proyecto del trámite nunca estuvo en el primer lugar de prioridad para el presidente Petro ni para el ministro Luis Fernando Velasco. El Gobierno quiere que la reforma a la salud se salve contra todo pronóstico o al menos se hunda con debate y votación. Un congresista del Pacto Histórico, que ha acompañado el trámite del proyecto, le dijo a CAMBIO: “no voy a permitir que hundan la reforma así como así. No la vamos a retirar y vamos hasta el final”.
Con el camino del retiro del proyecto descartado, al Gobierno y sus aliados en el Congreso les queda una ruta tortuosa y arriesgada que tiene dos partes.
La primera de ellas es apoyar una ponencia alternativa de la reforma para buscar moderación y así abrirle la puerta al diálogo. La propuesta la venía trabajando el senador Fabián Díaz Plata de la Alianza Verde. “Es una propuesta en la que venimos trabajando hace bastante tiempo (...) es una ponencia que se distancia en diferentes puntos. Uno de ellos es el tiempo de transición. Nosotros estamos planteando cinco años”, le dijo el senador Díaz a CAMBIO.
El congresista también criticó el hecho de que el Gobierno radicó la ponencia positiva sin el respaldo de todos los ponentes. "Hay una gran responsabilidad por parte del Gobierno (...) al momento de la verdad radican una ponencia con el respaldo de senadores del Gobierno y desconociendo avances en concertación y en diálogos", expresó Fabián Díaz Plata.
Si bien el bloque de senadores opositores a la reforma es mayoritario, las cuentas son apretadas en la Comisión. Hay ocho firmantes de la ponencia de archivo y cinco defensores de la reforma. El voto que falta es el de la senadora Ana Paola Agudelo del partido Mira. La congresista cristiana ha manifestado que votará a favor de archivar la reforma a la salud, pero no descarta la posibilidad de una concertación. De hecho, el comunicado más reciente del Mira se titula: “Salud en jaque: ni reforma ni archivo ofrecen soluciones concretas”.
La ponencia alternativa le podría dar al Gobierno un salvavidas rápido pero a un alto costo, pues implicaría sacrificar la ponencia positiva y hacer concesiones sustanciales en el proyecto original. También sería necesario retomar el problema de la falta de aval fiscal del Ministerio de Hacienda, una de las objeciones más importantes de senadores como Norma Hurtado del Partido de la U.
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“Considero que lo mejor es archivar esta reforma, ya que no garantiza el cambio necesario en el sistema de salud de nuestro país”, dijo Hurtado.
El método impedimentos y recusaciones
Pero la estrategia de concertación a través de una ponencia alternativa no sería suficiente. CAMBIO conoció que el objetivo del Gobierno es echar mano de las recusaciones y los impedimentos en los que pueden estar algunos senadores para votar. El argumento de que varios congresistas tienen intereses en el sector salud no es nuevo en la Casa de Nariño ni en el Pacto Histórico. Incluso, el presidente Petro ha lanzado varias pullas en ese sentido a través de su cuenta de X.
“¿No es hora de la reforma? Congresistas a quienes los intermediarios privados del dinero público le pagan sus campañas, quieren impedir toda reforma, es el pueblo el perjudicado”, escribió el presidente en su cuenta de X el pasado 13 de marzo.
Los impedimentos pueden ser claves para cambiar la correlación de fuerzas en la Comisión Séptima. Si un senador se declara impedido para votar, el cuórum ya no serían 14 senadores sino 13 y el umbral de la mayoría se baja a siete votos.
Este método ya le funcionó al Gobierno el año pasado cuando la reforma pensional superó el trámite en esa misma comisión. En junio de 2023, el 80 por ciento de artículos de ese proyecto pasaron solo con siete votos, pues la mayoría de senadores no asistieron al debate al haber sido recusados hasta por tener hijos.
Además, se le aceptó el impedimento al senador José Alfredo Marín del Partido Conservador, por lo que el cuórum se redujo. Marín es uno de los actuales firmantes de la ponencia de archivo de la reforma a la salud.
¿Cuáles senadores podrían estar impedidos para votar la reforma a la salud?
Las recusaciones hacia los congresistas han sido comunes en el trámite de las reformas del Gobierno. A representantes y senadores los han llegado a recusar por la edad, por ser madres o padres o simplemente por estar afiliados a una EPS. Si bien es un recurso utilizado al extremo en ocasiones, en otras sí pueden tener fundamento en las relaciones de los congresistas y sus probables conflictos de intereses.
Por ahora, en el radar del Pacto Histórico hay tres senadores opositores a la reforma a la salud que podrían estar impedidos para votar el proyecto. Uno de ellos es Alirio Barrera, el exgobernador de Casanare y senador del Centro Democrático.
Barrera recibió aportes a su campaña de 2022 de algunas entidades relacionadas con el campo de la salud. Según el informe presentado al Consejo Nacional Electoral, el senador recibió:
- 40 millones de pesos de la empresa Equipos Médicos de Oriente
- 40 millones de pesos de Alaris Médica.
Ambas empresas se dedican a la distribución de equipos médicos como simuladores de pacientes, ventiladores, electrocardiógrafos, entre otros. Los 80 millones que donaron representan el 30 por ciento del total de ingresos por aportes que tuvo la campaña de Alirio Barrera en 2022.
El otro caso es el de la senadora del Partido Conservador, Nadia Blel Scaff. La prima de la congresista es la doctora Viviana Blell Cervantes, representante legal y fundadora de la Clínica La Misericordia de Cartagena, especializada en salud mental. Además, Blell Cervantes le donó a su prima 50 millones de pesos para la campaña de 2022.
Pero los impedimentos también podrían llegar por la financiación que recibieron los partidos que avalaron a los senadores. Es el caso de Berenice Bedoya de la Alianza Social Independiente (ASI), un partido que se declaró en independencia al Gobierno e noviembre del año pasado.
La ASI le aportó 29 millones de pesos a la campaña de Bedoya del año pasado. A su vez ese partido recibió financiación de dos empresas relacionadas con el sector salud. Una de ellas es Keralty, dueña de la EPS Sanitas, que aportó 10 millones de pesos. La otra fue Seguros Bolívar, que donó 12 millones.
El caso de la senadora Ana Paola Agudelo del Mira es particular. El posible impedimento que tendría corre por cuenta de la familia que es fundadora de la Iglesia y del partido: los Piraquive.
Perla Moreno Piraquive es hija de María Luisa Piraquive, líder de la Iglesia de Dios Ministerial, la cuna del Mira. Perla es médica y fundadora de la Fundación Médica Mira Tu Salud, una entidad sin ánimo de lucro “que brinda ayuda permanente a la comunidad mediante la atención en salud en los niveles de atención I y II ambulatorios”, según dice en el perfil de la fundación.
En todo caso, son los senadores quienes deben declarar sus impedimentos ante la comisión para que sean votados. Hasta el momento ninguno lo ha hecho.
Sin embargo, también está la posibilidad de que otro congresista o cualquier ciudadano pueda recusar al senador que considere tiene conflictos de intereses. Esa recusación tendrá que ser resuelta por la Comisión de Ética del Senado en la que hay 11 congresistas y podría ser escenario de otro pulso entre el Gobierno y la oposición. En esa comisión hay senadores que se han mostrado cercanos al Ejecutivo como el liberal Juan Diego Echavarría y los conservadores Miguel Ángel Barreto y Carlos Andrés Trujillo. También están Isabel Zuleta, Imelda Daza y Martha Peralta, ponente de la reforma a la salud.
