Jaime Andrés Beltrán, el Bukele santandereano, ganó en Bucaramanga

Con 61.033 votos en el boletín número 15 (51,7 por ciento escrutado), que representan el 34 por ciento de los sufragios, Jaime Andrés Beltrán fue elegido como nuevo alcalde de los bumangueses. Beltrán es comunicador social, tiene 37 años y es pastor de la Iglesia cristiana “Camino a la Libertad”.

El nuevo alcalde llegó al poder apoyado por una alianza de los partidos Colombia Justa Libres, La U y Salvación Nacional, partido que recuperó su Personería Jurídica el 1° de diciembre de 2021.

Fue concejal de Bucaramanga en tres ocasiones: la primera, en 2011; la segunda, en 2015, ambas, con las votaciones más altas de la corporación, gracias al apoyo de la comunidad cristiana de la ciudad. A la tercera, llegó gracias al estatuto de la oposición. En esos comicios, se lanzó a la alcaldía de la ciudad y obtuvo la segunda votación más alta, lo que le mereció una curul en el Concejo.

La oposición a Juan Carlos Cárdenas, el alcalde con la mayor desaprobación en la última década en Bucaramanga, le funcionó al joven político.

Su discurso de derecha, su participación en marchas en contra de la “ideología de género"  y la controvertida propuesta de hacer un plan candado a los migrantes movieron las fibras de los bumangueses, ciudad en donde las propuestas y candidatos de izquierda no tienen mayor acogida.

Bucaramanga, por ser ciudad cercana a la frontera, ha recibido un número importante de migrantes, a los que un grupo de la población señala como culpables de casos de violencia e inseguridad. Las propuestas de Beltrán calaron en una comunidad a la que le gustan las promesas de orden y mano dura.

Durante su paso por el Concejo, Beltrán hizo debates sobre prostitución infantil, suicidio, violencia intrafamiliar y sexual, abuso de drogas y pandillas juveniles.

Opositores como Horacio José Serpa advirtieron un presunto apoyo del clan Aguilar a la campaña de Beltrán en las últimas semanas, apoyo que la campaña de Beltrán siempre negó.

A Beltrán se le conoce como el Bukele de Bucaramanga, por sus propuestas de mano dura. Pero las promesas de seguridad no son fáciles de cumplir. Los alcaldes dependen en buena parte de las decisiones del Gobierno nacional para implementar políticas en ese sentido.
De momento, Beltrán inicia su mandato con un reto que podría parecer fácil de superar: remontar los índices de popularidad de Juan Carlos Cárdenas, el alcalde menos querido por los bumangueses en los últimos diez años.