
Leonidas Bustos.
Crédito: Captura de pantalla.
Leonidas Bustos apunta contra Gustavo Moreno en juicio por cartel de la toga: "Nunca me dio dinero"
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El expresidente de la Corte Suprema de Justicia, acusado de pertenecer al entramado de corrupción, tiene una orden de captura vigente. Desde Ottawa, Canadá, aseguró que se tuvo que ir del país porque sufrió amenazas. Insistió en que no ha cometido delito.

Hace tres años y medio, el Senado de la República declaró indigno y acusó al expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos Martínez, por su posible participación en el entramado de corrupción conocido como el cartel de la toga, que se refiere a un grupo de personas que se encargaron de direccionar procesos contra aforados en el alto tribunal a cambio de millonarias coimas.
Este lunes 10 de febrero de 2025, finalmente, se dio inicio a la audiencia de juicio oral ante la Sala de Primera Instancia del alto tribunal en este caso que se adelanta por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público. La Sala decidió que el juicio se realizara de manera virtual, para poder avanzar en el caso. Esto, entre otros, porque Bustos no ha acudido al llamado de la justicia: tiene una orden de captura vigente y está prófugo de la justicia en Canadá.
Bustos se conectó a la diligencia virtual, que tuvo múltiples problemas técnicos, y reclamó que le sean protegidos sus derechos al debido proceso. Argumentó por qué no está en Colombia: "tuve que salir precipitadamente del país porque fui objeto de varias agresiones físicas, las cuales denuncié y, en una de esas amenazas, la última, casi que se atentó contra mi vida".
Bustos dijo que vive en Ottawa, Canadá, con dos de sus hijas y nietos. Según él, su salida del país lo llevó a la separación de su compañera permanente Martha Cristina Pineda Céspedes. También dijo que vive de su pensión, que son 10 millones de pesos mensuales.
Leonidas Bustos negó su participación en el llamado cartel de la toga
El cartel de la toga se destapó en 2017, cuando fue capturado el abogado Luis Gustavo Moreno, quien en ese momento era fiscal anticorrupción, luego de que le pidiera una coima al entonces gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, en una reunión en Estados Unidos. Esa detención es la que originó el escándalo y lo que permitió establecer que había una organización criminal que estaba interfiriendo con el normal curso de los procesos en la Corte Suprema, específicamente en los casos de Álvaro Ashton, Musa Besaile, Juan Carlos Abadía y Wadith Gómez.
Por estos hechos fueron condenados, además de Moreno y Leonardo Pinilla, el expresidente de la Corte Suprema, Francisco Ricaurte, y el exmagistrado de la Sala Penal, Gustavo Malo. Bustos Martínez fue acusado por el Senado por concertarse con estas personas. Entre las pruebas en su contra hay declaraciones sobre múltiples reuniones que habría tenido con Moreno, entre otros.
Moreno dijo que Bustos recibió 200 millones de pesos de anticipo para dilatar el caso de parte del excongresista Álvaro Ashton, quien era investigado por parapolítica. Ese dinero fue un anticipo de un cobro final de 600 millones de pesos.
Este lunes, ante las preguntas de Ariel Torres, magistrado de la Sala de Primera Instancia, Bustos insistió en que es inocente. Dijo no conocer al abogado Leonardo Pinilla, quien era el escudero de Moreno y quien fue condenado por este caso. Moreno se ha referido siempre a Bustos como a su "papá". Bustos negó conocer a Pinilla y dijo que nunca tuvo trato con el exgobernador Lyons, salvo un saludo formal en un evento de la Corte Suprema que se realizó en Montería en 2014.
De otro lado, en la diligencia, el exmagistrado dijo que conoció a Eduardo Montealegre, exfiscal general en la época que Moreno fue nombrado fiscal anticorrupción. Según él, fueron amigos desde por lo menos 1972, de niños, y luego en la vida académica y pública. "Fue una relación respetuosa, de amigos, de mucha seriedad entre el fiscal general y un magistrado", señaló.
Ante la pregunta concreta de si él le pidió a Montealegre que contratara a Moreno, Bustos dijo: "no, señor magistrado".
El episodio del reloj Cartier
A lo largo de esta investigación, Moreno se ha referido siempre a Bustos como a su "papá" y dijo que le entregó un reloj Cartier, entre otros. "No me dio ninguna clase de reloj, ni me dio dinero de ninguna naturaleza", apuntó. Según Bustos, solo por cuenta de este proceso supo los pormenores de esa supuesta entrega.
"El reloj aparece siendo comprado en las instalaciones de la joyería Cartier en noviembre de 29 de 2012. Moreno rindió muchas versiones en la Corte, en la Fiscalía y en la Comisión de Investigación de la Cámara, y en ninguna de ellas había mencionado el tema del reloj", dijo el exmagistrado.
Bustos agregó que Moreno habló en las declaraciones de los supuestos pagos del cartel de la toga se hacían en cheques y cuestionó el momento en que Moreno decidió hablar de ese reloj, dado que ya se le había negado varias veces la posibilidad de un principio de oportunidad.
"La información surgió en un interrogatorio en abril de 2018 (...) La factura había sido expedida a nombre de un señor Beltrán Rivera, hermano medio de Luis Gustavo Moreno", dijo Bustos. Según él, no es cierta la versión del empleado que vendió el reloj, y quien apunta que Moreno fue con un hombre alto, gordo y calvo. En la audiencia, Bustos dijo que él todavía tiene "algunos pelos", por lo que no podía referirse a él.

El exmagistrado Leonidas Bustos insistió, además, en que la factura del reloj que se allegó al expediente habría sido fabricada por parte "del agente de policía judicial" que hizo las labores investigativas y señaló que la documentación alrededor de este episodio no habría sido aportado de forma oportuna a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes.
Bustos dice que Moreno infiltró su esquema de seguridad
Bustos se refirió a una cena que tuvo con Luis Gustavo Moreno en Estados Unidos y aseguró que en esa cita solo se habló de los problemas médicos de su hermano Luis Eduardo Bustos y nada más. Insistió en que los pasajes y la estadía la pagó él. "Eso fue todo. Yo me pregunté por qué el doctor Moreno había llegado al restaurante de manera intempestiva", dijo Bustos, al señalar que solo por cuenta de este proceso penal se enteró de que Moreno había buscado previamente a sus escoltas para ofrecerles dinero, 20 millones de pesos, mientras que a otro de ellos le ofreció ayuda con un proyecto que buscaba.
El exmagistrado dijo que luego de la reunión con Moreno, el escolta le daba información de dónde estaba Bustos y que, de esa forma, supuestamente, fue que el exfiscal lo abordaba. "Moreno tenía amigos ahí, unos judicantes, y ellos —no me consta— pudieron haber suministrado esa información. Además, que para hacer una reserva en su condición de magistrado se vale de una secretaria y eso lo hace en donde están los escoltas y los judicantes. Esas fueron las razones por las que tuve ese encuentro "casual" con Moreno", aseveró Bustos.
El expresidente de la Corte Suprema también se refirió a un encuentro en la casa de la embajadora en Panamá, Ángela Benedetti. A esa reunión fueron los abogados Gerardo Torres y Gustavo Moreno y él en su condición de presidente de la Corte Suprema de Justicia. Según Bustos, Torres fue el que invitó a Moreno para tratar de buscar una asesoría en Panamá sobre el sistema acusatorio.
"Mi estadía en la casa de la embajadora fue algo muy breve. Saludos. Tomé algunas cositas que estaban ofreciendo y nos retiramos", dijo Leonidas Bustos al asegurar que Torres fue invitado a la reunión por la entonces embajadora.
Los reclamos de Bustos
En la audiencia, Bustos aseguró que hay errores en la imputación y en la acusación que le hizo el Senado por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público. Según él, la descripción de los hechos en la acusación nunca precisó realmente a quien supuestamente él había influenciado, lo cual afectaría su derecho a la defensa. Y luego hizo una exposición, como abogado penalista que es, para cuestionar paso a paso el proceso que hoy lo tiene en juicio.
Así, por ejemplo, para Bustos el hecho que Moreno le vendiera a su esposa una camioneta solo evidencia que hubo una relación comercial y que los ingresos de Moreno, en 2012, a la Corte Suprema no prueban la comisión de un delito. Igualmente, dijo que en este caso los investigadores se habrían saltado las competencias porque su juez natural es la Comisión de Acusaciones y, supuestamente, la Corte, en las investigaciones que adelantó contra congresistas, habría hecho preguntas sobre su actuación como magistrado.
Aunque Bustos estaba respondiendo a una pregunta del magistrado que lleva este caso, el exfuncionario realmente hizo una especie de alegato en el que "pontificó". Por ejemplo, lanzó una serie de críticas a Luis Antonio Hernández, quien fue magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y quien desde el inicio del escándalo fue claro en la necesidad de erradicar cualquier elemento de corrupción en el alto tribunal. Y también cuestionó un trino que hizo el expresidente Álvaro Uribe Vélez en 2016, cuestionando decisiones de la Sala Penal que condenaron a exministros de ese gobierno.
"Había un Twitter que me envió el doctor Álvaro Uribe Vélez en 2016 en donde me decía, me imputaba, me acusaba: 'es que usted ordenó la condena de los miembros de mi gabinete. Usted ordenó'. Claro, como Moreno dice que yo era presidente de la Corte y ordenaba, instruía, que cambiaba las posturas de los magistrados. Imagínese. Esto es aterrador. Esto es perverso", señaló al cuestionar nuevamente a Edwar Rodríguez, quien fue el congresista investigador de su caso y quien era parte del Centro Democrático.
El juicio a Bustos se realizará a lo largo de este 2025.

