Reforma a la salud: los liberales resultaron más godos que los conservadores
Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño
Mientras el Partido Conservador sigue montado en la reforma a la salud, pero con cada vez más descontento dentro de la colectividad, los liberales prefirieron darle la espalda y poner en marcha su propia estrategia con una propuesta alternativa.
Por: Redacción Cambio
En la tarde de este 13 de abril, nuevamente la reforma a la salud empezó a enfrentar problemas por la falta de acuerdo entre los partidos discrepantes de la coalición –Partido Liberal, Partido Conservador y Partido de la U– y el Ministerio de Salud. Según las colectividades, la ministra Corcho solo ha aceptado tan solo 27 por ciento del total de 133 proposiciones que le hicieron a la ponencia.
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"Si esas condiciones persisten el martes, el Partido Conservador votará negativa la ponencia", dijo el presidente de los conservadores, Efraín Cepeda.
El senador atlanticense también se negó a asistir a una nueva reunión para discutir el proyecto al considerar que es una "pérdida de tiempo". Este es otro 'ultimátum' de los conservadores después de una serie de concertaciones fallidas que tienen molestos a varios congresistas conservadores que consideran necesario que el partido debía haberse distanciado del proyecto desde hace varias semanas. "No podemos seguir en el juego de la ministra Corcho, es una burla", dijo un congresista conservador que pidió no ser citado, y agregó que "nos estamos jugando la credibilidad con nuestras bases".
La aparente falta de voluntad del ministerio para hacer las modificaciones que piden los partidos agotó la paciencia de varios integrantes de la bancada azul. La presión está sobre el presidente del partido, Efraín Cepeda, quien se ha sentado en varias ocasiones a negociar con el Gobierno en los últimos dos meses sin tener humo blanco. Justamente Cepeda llegó a la cabeza de los toldas azules corriéndole la butaca a Carlos Andrés Trujilo por, entre otras cosas, tener una posición dócil con el Gobierno.
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"No necesitamos alargar decisiones. Por amplia mayoría la bancada del Congreso comparte no votar la reforma a la salud. El Gobierno no ha tenido ni tiene voluntad, eso ya lo sabíamos", expresó el senador Germán Blanco.
Además de las concertaciones fallidas, para los congresistas conservadores que piden bajarse definitivamente de la iniciativa es inconcebible que el Partido Liberal sí haya podido desmarcarse del proyecto y poner en marcha una estrategia en la que les apuestan a tres vías: radicar una ponencia alternativa en la Comisión Séptima, amenazar con presentar su propio proyecto en la Comisión Primera y no abandonar las negociaciones con el Gobierno, a pesar de las diferencias irreconciliables. Varios conservadores sienten que su partido se quedó rezagado en las discusiones de la reforma y creen que esa postura pasará una cara factura en las elecciones regionales de octubre.
La apuesta del Gobierno siguen siendo los ponentes de la Comisión Séptima, con quienes ha tenido mejor relación que con los partidos. "Los ponentes están en muy buen ánimo, todos", dijo Agmeth Escaf, presidente de la Comisión Séptima. El objetivo del Ejecutivo es que la reforma a la salud esté aprobada a más tardar el jueves de la próxima semana, pues hay por lo menos un mes de retraso en la discusión y es cada vez más difícil que quede aprobada por completo para antes de julio.
