Reforma a la salud: Luis Fernando Velasco le gana el primer pulso a César Gaviria

La reforma a la salud avanzó en los últimos días en el Congreso más de lo que había podido hacer en los últimos tres meses. El proyecto más controversial del Gobierno ya tiene casi la mitad de sus artículos aprobados en la plenaria de la Cámara y el Ejecutivo espera que los puntos más neurálgicos del articulado se discutan después del 29 de octubre, es decir, después de las elecciones regionales.

Hasta ahora han sido discutidos y votados 71 de los 143 artículos que trae el texto de la reforma a la salud. De esos, 63 fueron aprobados y ocho quedaron por fuera. Sin embargo, los puntos más controversiales, como el papel que tendrán las EPS y los Centros de Atención Primaria en Salud, no ha sido tocados. Todo indica que el Gobierno esperará hasta después de la jornada electoral del 29 de octubre para que los debates más álgidos tengan lugar en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional.

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Bajo este panorama, todavía no está garantizado que la reforma a la salud supere su segundo debate, pero los pronósticos son alentadores por el flujo de votos positivos hacia el proyecto que se ha podido ver el 9 y 10 de octubre en la plenaria de la Cámara de Representantes. El actor clave, además del Pacto Histórico, ha sido el Partido Liberal, que tiene 33 congresistas en la Cámara, la bancada más numerosa en esa corporación. 

La postura de los liberales frente a la reforma a la salud ha sido ambigua en los últimos siete meses por cuenta de las duras críticas al proyecto del expresidente César Gaviria (jefe del partido) y los congresistas de su línea, que contrastan con el apoyo irrestricto al proyecto de otros legisladores rojos, principalmente representantes a la Cámara como María Eugenia Lopera, Dolcey Torres y Andrés Calle. Este último es el actual presidente de esa corporación, gracias al impulso que llegó el 20 de julio pasado desde la Casa de Nariño.

El trabajo conjunto entre Calle y Luis Fernando Velasco en los últimos dos meses le permitió al Gobierno tener garantizados entre 25 y 30 votos de la bancada liberal a favor de la reforma a la salud. El Ejecutivo se comprometió con no cerrar la puerta a la representación burocrática liberal en el Gobierno, y los congresistas, a mantenerse disciplinados en los debates del proyecto. Y así lo han hecho.

Como presidente de la Cámara, Calle ha cumplido un papel fundamental dirigiendo la discusión y votación de la reforma por bloques y no artículo por artículo, lo que ha generado críticas desde varios sectores por considerar que de esta forma no se puede dar una discusión rigurosa del proyecto. 

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"Dejamos constancia de que más de 50 representantes de varios partidos estamos pidiendo someter a consideración de la plenaria la propuesta de discutir y votar artículo por artículo, y que dicha solicitud ha sido ignorada por la mesa directiva constituyendo un claro vicio de trámite", aseguró la representante Cathy Juvinao, del Partido Verde.

A diferencia de otros partidos discrepantes de la reforma, como el Partido Conservador, que en el pasado trabajaron en conjunto con los liberales para moderar el articulado, los rojos no solo han votado en mayoría a favor de los bloques de artículos sino que han permanecido en las sesiones evitando el rompimiento de quórum. En la votación de los bloques de artículos, el Gobierno no se ha bajado de 90 votos favorables, que habrían sido imposibles sin la bancada liberal.

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"Ha habido compromisos entre las dos partes de sacar adelante el proyecto y mantener representación en el gabinete", aseguró un representante liberal que apoya el proyecto.

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CAMBIO conoció que la necesidad de mantener buena relación con la facción liberal progresista es lo que ha frenado la salida de Luis Fernando Velasco del Ministerio del Interior. El encargado de la política menuda se juega su cargo en el actual trámite de la reforma y por ahora está demostrando que puede mantener las riendas de una porción atractiva del Partido Liberal en la Cámara. 

Aun así, la partida entre César Gaviria y Velasco no ha terminado, a pesar de que el ministro tenga el marcador a su favor. Fuentes en las toldas rojas señalaron que el expresidente está apelando a su autoridad en el partido para impedir tanto como pueda el tránsito de la reforma a la salud en la Cámara, pero principalmente en el Senado, en donde tiene la mayoría de parlamentarios de su lado. "Si no la frena en el Senado, Gaviria lo intentaría en la Corte Constitucional como último recurso", dijo un senador de la cuerda del exmandatario. El congresista se refiere a las demandas que caerán sobre el proyecto por supuestos vicios de trámite si eventualmente logra llegar a la sanción presidencial.

Por su parte, los partidos de oposición y los independientes siguen esperando que los liberales den señales de desmarque de la reforma a la salud y han criticado el proceder de esa bancada en la Cámara. "El Partido Liberal sigue destruyendo su propia obra garantizando mayorías para demoler el sistema que creó hace 30 años", dijo el representante Andrés Forero.