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¿Reformas por decreto?: la anticipación del Gobierno agita las aguas de la discusión de las reformas
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Mientras el Gobierno alista la implementación de una parte de las reformas pensional y de salud vía decreto, en el Senado aumentan las dudas hacia los proyectos que enfrentan una carrera contrarreloj para evitar el hundimiento.
Por: Andrés Muñoz
Por primera vez en décadas el Congreso empezó a sesionar ordinariamente desde febrero y no desde marzo, como lo ordenaba la ley antes de la reforma para reducir las vacaciones de los parlamentarios. Sin embargo, ese mes adicional de trabajo legislativo en el Capitolio no ha representado que ninguna de las tres reformas sociales más importantes del Gobierno que están en trámite avancen, en especial las dos que están quietas en el Senado.
La reforma a la salud no ha tenido su primera discusión en la Comisión Séptima del Senado y la reforma pensional lleva más de una semana tratando de superar la engorrosa votación de los impedimentos presentados por todos los senadores en plenaria. La ya conocida estrategia de la oposición de romper el quórum ha sido exitosa, a pesar de los pedidos de los congresistas de la coalición de Gobierno de empezar a debatir el texto de los proyectos.
“Nuevamente logramos hundir el quórum para detener la discusión sobre la pensional. Estén atentos a cuáles senadores están haciendo cuórum al Gobierno para que pase esa reforma que vuelve al país absolutamente inviable. Firmes en la lucha contra esta reforma”, dijo Paloma Valencia, senadora del Centro Democrático.
Dejar a la plenaria del Senado sin los votos suficientes para decidir, o tan siquiera debatir, es un camino efectivo y poco complejo para los opositores a los proyectos de reforma del presidente Petro. Este 6 de marzo, mismo día en que la reforma pensional se agendó para discutirse en la plenaria, los congresistas de la oposición convocaron marchas en todo el país contra el Gobierno. Por esto, se anticipa de nuevo el nulo avance de la discusión de esa iniciativa.
“Vamos a decirle al Congreso que somos millones de colombianos preocupados con una reforma a la salud que nos va a dejar sin salud, y que entregará la plata de la salud a los politiqueros”, fue el mensaje de la senadora Valencia. Por su parte, el senador David Luna de Cambio Radical aseguró que “hoy salimos a las calles a decirle al presidente Petro que las instituciones y la democracia se respetan”.
Aunque las críticas hacia las reformas no son nuevas, sí lo son las preocupaciones por los mensajes y acciones del Gobierno en el sentido de implementar los proyectos, o por lo menos una parte de ellos, vía decreto, ante la ausencia de avance de las discusiones en el Capitolio.
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“El sistema de salud y el sistema pensional no son sostenibles. Si el Congreso no debate igual se van a caer y en esa medida me adelanto, bajo la ley vigente, a construir las transiciones que merece el país”, dijo el presidente Petro el pasado 1 de marzo.
La advertencia del jefe de Estado puso al ministro del Interior Luis Fernando Velasco a dar explicaciones en la cumbre de municipios de Cartagena. Velasco le bajó el tono al mensaje del presidente y descartó que se tratara de una amenaza del jefe de Estado. “No vamos a romper la Constitución. Simplemente estamos en un debate”, dijo el ministro de la Política.
Desde el Congreso aparecieron voces pidiendo al presidente Petro respetar el papel del poder Legislativo. La más representativa, la del presidente del Senado Iván Name, quien expresó que el mandatario no puede pasar ninguna reforma a discreción usando solo su poder presidencial. Petro le respondió a Name señalándolo de retrasar a propósito la discusión de la reforma pensional y “jactarse” de ello.
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“En el Congreso de la República, a través de su presidente del Senado, se jacta de no aprobar el proyecto. Lo han visto, no ellos, sino él, como un tour de force con el Gobierno. Como así el Congreso demuestra su independencia... Pero es una enorme equivocación porque está haciéndole daño a la vez. A millones de viejitos y viejitas que están en las calles pidiendo limosna, pidiendo para un plato de sopa”, dijo el presidente Petro en la posesión de sus últimas incorporaciones al gabinete.
Más allá del pulso entre el Senado y la Casa de Nariño, lo cierto es que el Gobierno se está anticipando al posible hundimiento de la reforma a la salud y la reforma pensional en esa corporación. Para el Ejecutivo, las cuentas de los votos están enredadas y el tiempo juega en contra.
Si de aquí al 20 de junio no se completan los debates que les faltan, ambas iniciativas se hundirán y tendrían que presentarse otra vez para empezar de cero. Reiniciar el trámite ad portas de la campaña de 2026 es prácticamente decretar el fracaso.
Por ello, en el Gobierno se han empezado a mover decretos y resoluciones para poner a andar varias propuestas que están contenidas en los proyectos de salud y pensiones.
En el caso de salud, el Ministerio de esa rama tiene listo un borrador de resolución para la operación de los equipos básicos en salud, uno de los puntos claves de la reforma buscando fortalecer el modelo preventivo. La movida de esa cartera se da días después de la instrucción del presidente de implementar el modelo que quiere la reforma en la Superintendencia de Salud y la Nueva EPS.
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“Nosotros queremos que en lo que permite la ley y las normas actuales, implementemos ya el modelo en las EPS que ya controlamos, desde ya. Eso significa que en la Supersalud y en la Nueva EPS comienza a construirse un sistema preventivo de salud. Ninguna norma lo prohibe y la Constitución nos lo ordena”, dijo el presidente Petro el pasado 23 de febrero.
La controversia sobre este borrador de resolución está en el porcentaje obligatorio de la Unidad de Pago por Captación (UPC) que fija para financiar esos equipos básicos en salud. La UPC es el dinero que gira el Estado a cada EPS para la atención de cada uno de sus afiliados. Para el 2024 el valor mensual de la UPC es de 1.444.086 pesos. El borrador de resolución establece que 5 por ciento de ese valor de destinará a la financiación de estos equipos, apretando las finanzas de las EPS que han alertado de sus problemas económicos desde hace meses.
No es la primera vez que el Gobierno intenta poner en marcha a cuentagotas la reforma a la salud. Lo intentó con los decretos de emergencia para La Guajira para hacer una especie de piloto en ese departamento, sin embargo, la Corte Constitucional los tumbó en octubre del año pasado. Aun así, sigue estando en planes poner en marcha partes del modelo preventivo en las regiones apelando a la sentencia T-760 de 2008, que resalta la importancia de garantizar el derecho fundamental a la salud para todos los ciudadanos.
En el caso de las pensiones, el anuncio más reciente lo hizo el presidente el pasado 1 de marzo. Ese día, en el congreso de Fedemunicipios, el mandatario lanzó el programa para entregarle un bono mensual a las personas mayores de 80 años que no tienen pensión.
“Nosotros vamos a comenzar este programa, aun sin la ley, para mayores de 80 años, porque nos alcanzan los recursos hasta ahí. Quisiéramos bajar la edad para comenzar en 75 o en 72 años, pero no nos alcanza el dinero si no se hace la reforma pensional”, dijo el presidente.
A cuatro meses del límite final para dos de los proyectos más importantes de la agenda del Ejecutivo, el mantra "comenzar aún si la ley" está calando en el Gobierno. Aunque se hunda los proyectos, el presidente no quiere que su gestión se quede sin intentar una transformación en aspectos cruciales como la salud y las pensiones, y mucho menos enfrentar sin herramientas crisis en ambos sectores.
