El síndrome del impostor: la lucha interna contra la autopercepción

El síndrome del impostor: la lucha interna contra la autopercepción

¿Alguna vez ha sentido que no merece el éxito que tiene? ¿Se ha cuestionado si es lo suficientemente bueno en su trabajo? Si se identifica con alguna de estas situaciones, es posible que esté sufriendo del síndrome del impostor.

Por: Redacción Cambio

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Por Natalia Romero Rosanía

El síndrome del impostor es una condición psicológica en la que las personas experimentan una sensación de fraude o engaño en relación con sus logros o habilidades. A pesar de tener un alto rendimiento y reconocimiento en su trabajo, estas personas sienten que están engañando a los demás y que, eventualmente, serán descubiertos como impostores. Quienes lo padecen viven con una  sensación constante de inseguridad y ansiedad, y sienten una presión extrema para demostrar su valía y competencia. A pesar de sus logros y éxitos, pueden sentir que no son lo suficientemente buenos.

Síntomas y señales de alarma 

Los síntomas del síndrome del impostor varían de persona a persona, pero algunos de los más comunes incluyen ansiedad, depresión, falta de confianza en sí mismo, miedo al fracaso, evasión de oportunidades de éxito, y una necesidad excesiva de validación externa. Sus causas son diversas y complejas, y algunos factores que pueden contribuir a su desarrollo son una alta exigencia por parte de los padres, el sistema académico y la sociedad en general, el afán por el perfeccionismo, la educación basada en la comparación constante con los demás, la discriminación, y experiencias previas de fracaso o rechazo.

El síndrome del impostor puede ser difícil de reconocer, ya que las personas que lo padecen tienden a ocultar sus sentimientos de inferioridad y tratar de demostrar su valía a través del éxito y el rendimiento. Sin embargo, algunos indicios pueden incluir la autoevaluación excesiva, la necesidad de perfección, la sensación de que los demás son más inteligentes o talentosos, y la dificultad para aceptar elogios.

Yo hablaría más del síndrome de la impostora que el del impostor, ya que quienes lo padecen son, en su gran mayoría, la mujeres, dado a la desvalorización de su rol tanto en sus familias como en la sociedad, lo que repercute en el amor propio, en la confianza y en la seguridad en sí mismas”, explicó la psicóloga y psicoterapeuta Andrea Ñustes. 

Esta condición puede manifestarse tanto en los ámbitos laborales y académicos, como en los personales, lo que hace que quienes lo padecen eviten situaciones que puedan exponer su inseguridad, lo que a su vez limita su crecimiento personal y profesional. “En pocas palabras, son personas que no se sienten merecedoras del éxito y, por lo tanto, se autosabotean cada vez que perciben que se están acercando a un logro”, complementó la especialista. 

Es un tema de autopercepción 

No obstante, es importante señalar que el síndrome del impostor no está relacionado con la falta de habilidades o la incompetencia real. De hecho, las personas que padecen esta condición suelen tener un alto rendimiento y habilidades sobresalientes, lo que hace que sea aún más difícil aceptar sus logros.

Aunque no se considera un trastorno de la salud mental en sí mismo, el síndrome del impostor puede tener un impacto significativo en la salud mental de las personas que lo experimentan. Las personas que sufren de este síndrome pueden sentir una gran ansiedad y estrés, lo que puede llevar a problemas de salud mental como depresión y trastornos de ansiedad.

Es clave buscar ayuda

El tratamiento del síndrome del impostor puede incluir terapia y enfoques de autoayuda. La terapia cognitivo-conductual puede ser particularmente útil para las personas que experimentan el síndrome del impostor, ya que puede ayudarles a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que pueden estar contribuyendo al problema. Los enfoques de autoayuda, como la meditación y el yoga, también pueden ser útiles para reducir el estrés y la ansiedad asociados a este síndrome. 

Si cree que puede estar experimentando el síndrome del impostor, es importante buscar ayuda profesional para superarlo, recuperando la confianza y seguridad en sí mismo. “Lo importante es detectarlo, reconocerlo y accionar. Para derrumbar un sistema de pensamiento, hay que reestructurar las creencias, cambiar nuestro diálogo interno y trabajar en nuestro amor propio y autopercepción. Solo así se le gana la guerra al síndrome del impostor”, concluyó Andrea Ñustes. 

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