Sí se habla de Bruno con niños y adolescentes
23 Mayo 2023

Sí se habla de Bruno con niños y adolescentes

Crédito: Freepik

Ante el incremento del número de suicidios entre las poblaciones infantil y juvenil en Colombia, los especialistas en salud mental recomiendan a padres y profesores poner el tema sobre la mesa.

Por: Natalia Romero Rosanía

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En muchas familias el tema del suicidio es como Bruno en la película Encanto, al que tienen escondido en el sótano de la casa y de quien nadie habla, sobre todo cuando ha habido algún caso entre los parientes cercanos. Y es, precisamente, ante esta situación cuando más se debería hablar del suicidio, pues la genética tiene un peso mucho más grande de lo que la gente piensa. “Si en mi familia hay antecedentes de intento de suicidio o suicidio, se aumenta el riesgo de que otros miembros presenten las mismas tendencias”, asegura Jorge Franco, médico psiquiatra especialista en salud mental infantil y juvenil.  

“El suicidio en niños y adolescentes es una realidad, y detrás de esta conducta hay mucho sufrimiento y problemas de salud mental, que podrían ser hereditarios, o causados por factores ambientales, como la violencia intrafamiliar, el maltrato físico y psicológico, el abuso sexual, la negligencia, el acoso escolar o bullying, o factores psicológicos como la falta de amor propio”, argumenta el doctor Franco. 

Adicionalmente, existen otros factores externos como el abuso del alcohol y de las sustancias psicoactivas, el exceso de pantallas y la presión ejercida por las redes sociales, que también suman. 

“No normalicemos el maltrato. Cuando un papá le dice a su hijo que no sirve para nada, que es bruto, que lo defraudó, que no va a hacer nada en la vida porque es un mediocre, o que le dañó la vida porque no lo quería tener, le está generando un daño muy grande. Le está afectando su amor propio y, por lo tanto, su salud mental, lo que aumenta el riesgo de la conducta suicida”, complementa el CEO de “Mente Aprende”.

Hay que estar atentos a estas señales

Tanto los padres como los profesores deben estar muy atentos cuando los niños presentan trastornos de ansiedad o depresión o por déficit de atención, dificultades en el rendimiento académico o problemas de conducta o psicológicos, relacionados con la falta de amor propio. También son señales de alarma el hecho de que un niño o adolescente empiece a hablar de la muerte o, específicamente, del suicidio; exprese sentimientos de desesperanza o falta de valía; se aísle socialmente; participe en actividades de alto riesgo o regale sus posesiones más preciadas. Otros posibles indicadores de tendencias suicidas son: aumento de la irritabilidad y de la agresividad, y alteraciones en los hábitos de sueño y alimentación

El suicidio es un tema de salud pública y su prevención es asunto de todos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente 800.000 personas se quitan la vida anualmente, siendo los jóvenes entre los 15 y los 19 años los que más lo hacen. Razón por la cual, el suicidio es la tercera causa de muerte en el mundo entre los jóvenes que están entre estos rangos de edad. 

La prevención del suicidio no es un tema solo de los psicólogos y psiquiatras. Al ser un tema de salud pública, concierne a gobiernos, educadores, líderes religiosos y comunitarios, y familiares. Según el doctor Franco, “a los niños y adolescentes hay que proporcionarles herramientas de ayuda para manejar el estrés y la ansiedad. En estas edades las personas son mucho más vulnerables, su cerebro aún no ha terminado de madurar lo que los hace más vulnerables. Tienen una mayor necesidad de aprobación reconocimiento y pertenencia”. 

Herramientas para manejo del sufrimiento y el dolor

A manera de prevención, lo que se recomienda es aumentar los factores protectores, como son la práctica de un deporte, la meditación o mindfulness, el tener una vida espiritual, un hobby, un ambiente familiar sano y una red saludable de apoyo y soporte

“Existe el mito de que si le hablo a alguien sobre el suicidio lo voy a inducir a que lo haga. Esto es erróneo. Lo sano es hablar del tema abiertamente, ponerlo sobre la mesa durante las conversaciones familiares, siempre y cuando sea con la actitud correcta, es decir, sin juzgar”, resalta el doctor Franco. 

Aquí, algunas recomendaciones para tener en cuenta al hablar con los hijos sobre salud mental:

  1. Elija el momento y el lugar adecuados. Busque un espacio en el que estén tranquilos y sin distracciones.
  2. Utilice un lenguaje claro y adecuado. Adapte su lenguaje al nivel de comprensión del niño o adolescente. Evite utilizar términos técnicos o complicados.
  3. Sea honesto y directo. Brinde información clara y precisa, evitando ocultar o minimizar la gravedad del tema.
  4. Fomente un ambiente de apoyo y escucha activa para que sepa que  está allí para apoyarlos. Anímelos a que expresen sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones, sin juzgarlos. 
  5. Enfatice la importancia de buscar ayuda. Enséñeles que esto no es un signo de debilidad, sino de valentía. Explíqueles que existen personas y recursos disponibles para brindar apoyo, como son los consejeros escolares, los profesionales de la salud mental o las líneas de ayuda.
  6. Proporcióneles información básica sobre las señales de alarma. Ayúdelos a comprender que reconocer estos signos y buscar ayuda temprana puede marcar la diferencia.
  7. Promueva la empatía y el respeto. Anímelos a ser comprensivos y respetuosos con los demás, y que entiendan que pueden desempeñar un papel importante al apoyar a sus amigos o compañeros, que puedan estar pasando por dificultades emocionales.
  8. Proporcione recursos y herramientas de apoyo, como son las líneas de ayuda telefónica, los sitios web con información confiable sobre salud mental, y las organizaciones dedicadas a la prevención del suicidio.

Si un niño o adolescente presenta señales de alarma de tendencias suicidas, se debe buscar ayuda profesional de inmediato. El tratamiento para estos casos podría incluir una combinación de Terapia Cognitiva Conductual (TCC) y medicamentos, como son los antidepresivos, debidamente recetados para ayudar a manejar los síntomas de depresión y ansiedad. 

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