China, entre escobas prehistóricas y tecnología 5G

Las personas que barren las calles en China usan unas escobas hechas a manos, deshilachadas, tejidas con ramas de bambú, que parecen objetos prehistóricos al lado de los rascacielos de ciudades como Shanghai, que, en palabras de Anthony Bourdain, hace parecer a Nueva York como una ciudad del tercer mundo. 

Esto tiene una explicación muy simple: estas escobas logran barrer más área –ideal para las amplias avenidas del país– que las compactas, hechas en serie, de plástico, y los chinos lo saben: llevan alrededor de mil años usando estas escobas que, visto de esa manera, no tiene ningún sentido cambiarlas. 
 

El país que se disputa el primer lugar en la producción de chips en el mundo y lidera la revolución de las redes 5G en el mundo entero está lleno de estos contrastes. El pasado, el presente y el futuro se sobreponen a cada momento, en cada esquina. 

En su libro sobre China, el diplomático y político estadounidense Henry Kissinger recuerda cómo Mao Tse-Tung, en medio del enfrentamiento en 1962 por la frontera en el Himalaya con la India, le recordó a sus comandantes que los chinos ya se habían enfrentado “una vez y media” con los indios en el pasado: hacía 700 y 1.300 años atrás. Él sabía que no estaban condenados a estar peleados con sus vecinos por siempre, y a partir de ahí acudió a las enseñanzas de la historia para combatirlos una vez más. ¿Qué otro país en el mundo puede acudir a enseñanzas tan lejanas en el tiempo? China pareciera haber vivido ya la historia universal no sólo una, sino mil veces. Es un país inagotable, inabarcable, impensable en su inmensidad. 

Estas son algunas de las cosas asombrosas que CAMBIO pudo ver en su visita de diez días a las ciudades de Shenzhen, Shanghai, Tianjin y Beijing.

Adiós al dinero en efectivo

Así como China está diciéndole adiós a los cables por cuenta de la tecnología 5G (se estima que el no uso de fibra óptica y cables reducen costos hasta en un 80%), también se está despidiendo del dinero en efectivo. Si usted va a viajar a China, debe instalar en su teléfono dos aplicaciones: WeChat y AliPay. Con las dos va a poder pagar en casi todos los lugares de comercio. Muy rara vez alguien le va a aceptar dinero en efectivo.

Este fenómeno puede generar una trazabilidad de las transacciones sin precedentes: si un usuario pagó con su aplicación en una tienda específica, el sistema va a tener en su base los datos de las cosas que pudo comprar ese usuario para hacerle ofertas predictivas de productos. Por ejemplo, si usted compró unas llantas con la aplicación de su teléfono celular, en un año pueden ofrecerle con una notificación en su teléfono el reemplazo de esas llantas con un descuento. Si usted pide pizza todos los viernes en la noche, los viernes en las tardes pueden estarle llegando ofertas de pizzas.

En el futuro no vamos a buscar productos, los productos nos van a encontrar a nosotros, como en el caso de este vehículo autónomo de helados que Huawei presentó en el Mobile World Congress: con decenas de sensores alrededor, los usuarios pueden acercarse a él, pagar con un código QR y tomar su helado. 

Si su teléfono es lento, pague por más potencia en la nube

Es posible que le haya pasado: usted quiere instalar un juego o una aplicación nueva en su teléfono viejo, pero los requerimientos técnicos lo sobrepasan. Huawei creó un servicio que soluciona esta situación: Cloud Phone es un teléfono virtual que se utiliza a través de la nube, sin necesidad de un dispositivo físico. Permite realizar llamadas, enviar mensajes y usar aplicaciones móviles desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. En el Mobile World Congress 2023 de Shanghai, Huawei hacía una demostración: en una mesa estaba el mismo videojuego en dos teléfonos iguales, pero uno instalado en el dispositivo y otro en la nube. El desempeño y la “latencia” –una palabra que está en todo lo que tiene que ver con 5G, y que habla de la velocidad en la transmisión de los datos entre su teléfono y la nube– en el teléfono en la nube eran superiores a simple vista. 

Esto también podría tener fuertes implicaciones a nivel de seguridad: empleados de bancos o de empresas que necesitan alta seguridad pueden acceder al sistema de oficina desde sus cloud phones, y los datos públicos y privados se guardan por separado. 

“Marque 10 para escuchar de nuevo todas las opciones”

Una de las mejores noticias del 5G es que desaparecerá esta frase de los menús interminables de las líneas de atención al cliente. Por cuenta de esta tecnología, la persona podrá escuchar el menú de opciones y, a la vez, verlas en su pantalla como un menú de una aplicación a las que se les puede hacer clic y avanzar. 

Traducción simultánea

Con la tecnología 5G, todo lo que usted diga en una llamada se podrá traducir en tiempo real a cualquier idioma gracias a la reducción de la latencia. Es decir: el tiempo de procesamiento de su voz, para que el sistema la pase a otro idioma, será mínimo, y usted podrá tener conversaciones en tiempo real con personas que hablan otra lengua.

Las pantallas cambiarán para siempre

Se podría pensar que las pantallas llegaron a un nivel crítico de desarrollo, donde lo único que puede cambiar es su tamaño y resolución.Si bien hay pantallas cada vez más grandes y con mayor resolución (por ejemplo, las que usa la ciudad de Shenzhen, desarrolladas por Huawei, en sus centros de monitoreo, crimen y tráfico en tiempo real), hay dos revoluciones que están por venir y que fueron presentadas en el Mobile World Congress de Shanghai: la primera se trata de pantallas que pueden dar la impresión de que están más lejos, provocando una sensación visual mucho más relajada. Esto, por ejemplo, puede ser de extrema utilidad en los teléfonos móviles o en los centros de entretenimiento de los aviones: pantallas que están a 40 cm de distancia tienen un sistema que las hacen ver como si estuvieran a 3 metros, sin que eso haga que se vean más pequeñas. La segunda revolución tiene que ver con las pantallas en 3D, que se están haciendo cada vez más populares en China. El cuello de botella de esta tecnología es el peso que pueden tener los contenidos en 3D, pero eso con la tecnología 5G sería un problema del pasado: a mayor capacidad de la red, más características y más peso en megabytes pueden tener los contenidos.

Hospitales sin médicos ni cables

China es un país donde las escobas prehistóricas conviven con los drones que vigilaban las ciudades en la pandemia y le decían a sus habitantes que se resguardaran en sus casas. Algunas operadoras de aerolíneas en los aeropuertos –unos de los aeropuertos más modernos del mundo– caminan con reglas de madera para medir las maletas de la manera más rudimentaria. En los parques es posible ver quiroprácticos y masajistas con conocimientos médicos ancestrales atendiendo pacientes, a la vez que en los hospitales los pacientes se entienden más con pantallas que con humanos: hay máquinas para medirles la temperatura, tomar la historia clínica, todas conectadas entre sí sin cables, todo por internet inalámbrico: en 2019, un médico en el Hospital del pueblo de Shenzhen realizó una cirugía con gafas de realidad aumentada para poder seguir las instrucciones de un colega suyo en Beijing, a más de dos mil kilómetros de distancia. La latencia del procedimiento fue mínima gracias a la tecnología 5G, garantizando que el paciente no fuera a sufrir complicaciones por intermitencias. La excusa de “se me cayó la llamada” no es una opción en casos como este. 

Otro caso es el del Hospital Union Shenzhen, que implementó la Solución Campus OptiX de Huawei 5G, que respalda la atención médica a través de Internet y establece un nuevo estándar en la industria: construye redes más simples, admite varios sistemas a través de fibra y puede escalarse de una manera flexible, sin tumbar paredes ni ampliar el cableado. También ofrece una gestión y mantenimiento sencillos, reduciendo la carga de trabajo en un 60%.

La era de los robots

Los ya mencionados drones que vimos en las noticias de la pandemia son hoy una realidad en China con múltiples aplicaciones. Pueden monitorear plantas de energía eléctrica o, incluso, un puerto. CAMBIO estuvo en el puerto de Tianjin, el más grande construido por el hombre en la China continental y el cuarto en el mundo en movimiento por toneladas. Una de las terminales del puerto está operado por 5G y lo que ocurre allí es impresionante: un ser humano puede manejar a la vez hasta tres grúas de descarga de contenedores, gracias a la inteligencia artificial. Además, los camiones que movilizan esos contenedores una vez están en tierra no son conducidos por humanos. Es más: no tienen habitáculo para un conductor. Se trata de una suerte de “patinetas” de varios ejes y toneladas de peso, moviéndose de manera autónoma por el puerto, con la ayuda de cientos de cámaras y sensores que tienen instalados. Toda la terminal usa la energía eléctrica derivada de dos turbinas eólicas. Los camiones, por ejemplo, pueden cargarse durante una hora para terminar una autonomía de doce horas más. “No hay hora de almuerzo ni de café”, dice uno de los funcionarios, quien, además, estima que la productividad de esta operación ha aumentado hasta en un 20%. 

" El puerto necesita un 60% menos de personal que antes. Los conductores (que están muy solicitados) ahora operan los camiones de forma remota y ya no tienen que enfrentar condiciones peligrosas y poco saludables de trabajo. La solución también ayuda a ahorrar dinero, reduciendo los costos generales en aproximadamente un 30%. Además, el puerto está volviéndose más ecológico. Está produciendo su propia energía renovable, complementando otras fuentes tradicionales de energía. Al mismo tiempo, el puerto está consumiendo un 17% menos de energía en general", dice Huawei en un comunicado. 

Esta tecnología puede usarse, además, en otras industrias, como por ejemplo la de la minería: excavadoras subterráneas, por ejemplo, pueden contar hasta con 100 cámaras que pueden monitorear su desempeño en tiempo real, con una latencia mínima en la transmisión de datos. Además, el mantenimiento de estos equipos ya no dependerá de una inspección humana. Huawei estima, por ejemplo, que un robot o un dron puede hacer una inspección en el daño de ciertos equipos en una sola hora, mientras que un humano puede tomarse hasta tres días. 

¿En qué está Colombia en 5G?

Entre 2023 y 2024, el Ministerio de las TIC renovará el 68% del espectro destinado para internet. "Espectro" es, junto a "latencia", una de las palabras que más se oye a la hora de hablar de 5G. Se trata de un bien de la Nación, un campo invisible por el que viajan ondas de radio electromagnéticas para comunicarnos por voz y datos. Es un proceso costoso que no da más espera. China, por ejemplo, entregó de manera gratuita el espectro a los proveedores para que ellos ampliaran su cobertura 5G, algo que también hicieron Estados Unidos, Australia, y Europa. Esta podría ser una opción estratégica en el caso colombiano. 

El 20 de diciembre de 2023 se subastará este espectro para la llegada del 5G al país y la ampliación de cobertura de 4G, según anunció en junio pasado Mauricio Lizcano, ministro de las TIC. La idea es que gané el proponente que ofrezca el menor precio para su implementación y la mejor tecnología, basada en los principios de neutralidad tecnológica, en cuanto al origen de la infraestructura como del capital de los proveedores.

Estas son las fechas claves de la subasta: 

• Agosto: Publicación de resolución con condiciones técnicas, requisitos jurídicos de participación y funcionamiento del mecanismo de subasta.
• Septiembre: Publicación del precio de reserva, las obligaciones de hacer y las garantías.
• Octubre: Publicación, a mediados de mes, de la versión final de la resolución.
• Noviembre 10: plazo máximo (estimado) para recepción de solicitudes de los interesados.
• Diciembre 8: fecha límite (estimada) para subsanaciones y entrega de garantías.
• Diciembre 20: Subasta del espectro.