¿Por qué se tomaron el edificio Uriel Gutiérrez de la Universidad Nacional tras la elección de Ismael Peña como rector? Los estudiantes responden

El pasado 8 de abril, estudiantes de la Universidad Nacional de Bogotá ocuparon el edificio Uriel Gutiérrez en señal de protesta, frente a lo que consideran una elección irregular de Ismael Peña como rector de la institución. En el Reporte Coronell, tres estudiantes expresaron sus argumentos en relación con la toma del edificio.

Según los estudiantes, los miembros del Consejo Superior de la Universidad Nacional ignoraron los resultados de las consultas populares que habían favorecido a Leopoldo Múnera como candidato para ocupar el cargo de rector.

Muchos miembros de la comunidad universitaria consideran cuestionable la selección de Peña como rector. Según ellos, algunos miembros del Consejo Superior se reunieron al margen de los procedimientos habituales para acordar su nombramiento. Esto supuso un cambio del método tradicional de elección pública y directa por un sistema conocido como el conteo Borda, el cual permite una eliminación que los manifestantes consideran manipulada.

Como resultado del supuesto procedimiento irregular, se excluyó al candidato preferido por los estudiantes en favor del candidato respaldado por ciertos miembros influyentes del consejo. Incluso la ministra de Educación, Aurora Vergara, rechazó la decisión y anunció su intención de emprender acciones legales contra dicha elección.

Para Daniel Coronell es esencial que el Consejo Superior Universitario se reúna nuevamente y escuche, no solo a los estudiantes que ocuparon el edificio Uriel Gutiérrez, sino a todos los demás miembros de la comunidad universitaria: a los miles de estudiantes del principal centro educativo de Colombia, a sus profesores y a sus empleados.

¿Qué dicen los estudiantes?

Mateo Vargas, estudiante de psicología, explicó que la toma del edificio no fue motivada por el apoyo del Ministerio de Educación, sino más bien como un ejercicio de presión ante la falta de respuesta a las preocupaciones de los estudiantes. 

Vargas destacó que el inicio del paro estudiantil fue necesario para cuestionar la situación actual, que ha visto cómo los estudiantes han sido marginados en la toma de decisiones. Además, considera que la inacción de los alumnos ha perpetuado una dinámica en la que se pasa por alto su voz en la universidad.

"Ya nos cansamos de no tener la participación que deberíamos en la universidad y decidimos actuar. Lo que está pasando con la rectoría es solo una muestra fehaciente de cómo no tenemos ninguna capacidad de voto en la participación de toma de decisiones", señaló.

Por otro lado, el estudiante de fonoaudiología, Tomás Romero, se refirió a los encapuchados. Dijo que, incluso, miembros de la fuerza pública también se tapan la cara y se quitan los números de identificación cuando ingresan a las instalaciones de la universidad a dispersar manifestaciones para evadir sus responsabilidades. Para Romero, el anonimato en este tipo de escenarios es una conversación pendiente que se tiene tanto con estudiantes como con las autoridades. 

En la misma línea, Ana Ortiz, estudiante de sociología, señaló que los movimientos estudiantiles han sido cooptados por las agendas políticas durante un largo periodo. Ortiz argumentó que esto ha resultado en la exclusión de la verdadera representación estudiantil, relegando este papel a un grupo selecto que busca colocar a individuos específicos en posiciones de liderazgo.