El crimen del año: la historia del homicidio del fiscal Marcelo Pecci
29 Diciembre 2022

El crimen del año: la historia del homicidio del fiscal Marcelo Pecci

Fiscal paraguayo, Marcelo Pecci.

Crédito: Foto: Yamith Mariño

Siete meses después de su asesinato, los autores materiales están capturados, pero todavía no se sabe quién ordenó el crimen.

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El 10 de mayo de 2022, dos sicarios llegaron en motos acuáticas a una playa privada de la isla Barú, en la zona rural de Cartagena, y con tres disparos acabaron con la vida del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien se encontraba en la isla desde hacía seis días con su esposa, la periodista Claudia Aguilera, celebrando su luna de miel.


El fiscal antimafia, de 45 años de edad, había contraído matrimonio con Claudia Aguilera el 30 de abril. Dos horas antes del ataque, Aguilera había publicado una foto en su cuenta de Instagram anunciando que estaba embarazada.

Pecci era uno de los fiscales más reconocidos de su país. Era fiscal especializado contra el crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Uno de los golpes más importantes que dio a esas estructuras multicrimen fue la operación denominada A Ultranza Py, que se convirtió en la más importante de Paraguay en materia de narcotráfico y lavado. En ella, fueron procesados dos líderes de un importante grupo criminal: los hermanos Miguel Ángel Insfrán, a quien le decían Tío Rico, y José Insfrán, quien era un político y pastor paraguayo.

En septiembre de 2021 había ordenado el decomiso de una propiedad de más de 3 millones de dólares que pertenecía al exjefe narcotraficante Marcelino Colmán Villetti, condenado a 20 años de cárcel como líder de una organización criminal que operaba en la zona de Amambay, cuyo esquema permitía el ingreso de cocaína desde Bolivia. Pecci también investigó el homicidio de Mauricio Schwartzman, un empresario paraguayo dueño de exportadoras de cuero que fue asesinado en el barrio Jara, en Asunción, el pasado 2021.

Desde el primer momento, las autoridades colombianas iniciaron una extensa investigación junto a sus pares estadounidenses, y solo cuatro horas después del homicidio, agencias federales ya tenían tres posibles móviles sobre los responsables del crimen.


En junio, en la operación Guaraní, las autoridades capturaron en Medellín a cinco personas, dos de ellas de nacionalidad venezolana, como presuntos responsables materiales. Uno de ellos es sospechoso de haber disparado en tres ocasiones contra Pecci.

Hay indicios, según los investigadores, de que a finales de abril los cinco capturados comenzaron a planear el crimen en Envigado y Medellín, siguiendo instrucciones dictadas desde Paraguay.


Cuatro de los cinco detenidos por el crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci aceptaron los cargos como responsables de los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas agravado, y se expusieron a una condena de más de 20 años de prisión. El único que no aceptó los cargos fue Francisco Luis Correa, de quien las autoridades sospechan que fue el cerebro de la ejecución.


Seis meses después de esas capturas, las pesquisas no paran. Por ahora, hay indicios que apuntan a que detrás del homicidio se esconde una red de Paraguay que tiene nexos con carteles de Brasil y Bolivia, que comercializan cocaína colombiana. Sin embargo, no hay ningún vinculado al proceso como autor intelectual.


El 30 de septiembre nació el hijo del fiscal asesinado y fue bautizado con el nombre de Marcelo Daniel Pecci.

 

"Hoy por fin tengo en mis brazos a este bebé para proyectar el amor de su padre, quien sabrá que las virtudes que engalanaron la vida de su papá son aquellas que le inculcaré", escribió la esposa del fallecido en un comunicado.


El pasado martes 20 de diciembre, la policía local del municipio de Chacaho, en Caracas, capturó a Gabriel Salinas, el único sospechoso que permanecía prófugo de la justicia. En un video, Salinas confesó su participación en el crimen y dijo haber manejado la moto de agua en la Playa en Barú hasta llegar a donde estaba el fiscal.

 

“Agarré 8.000 dólares y me vine hacia Venezuela", dijo Salinas, quien además informó que tenía nexos con los líderes criminales el Koki, el Vampi y el Wileisi, debido a que estuvo preso en cárceles venezolanas por los delitos de homicidio y secuestro.


Pecci tenía muchos enemigos en su país y muchas de las investigaciones que llevaba se relacionaban con narcos colombianos. Por ahora, la justicia le debe a su familia y a su país los nombres de quienes pagaron por la cabeza del fiscal antimafia más reconocido de Paraguay.

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