El presidente Gustavo Petro se equivoca: la bienestarina de Colombia no es importada
28 Diciembre 2022

El presidente Gustavo Petro se equivoca: la bienestarina de Colombia no es importada

Crédito: Foto: Colprensa

La bienestarina que se consume en Colombia se produce en Cartago, Valle del Cauca y Sabanagrande, Atlántico. Aunque las plantas son de propiedad del ICBF, su producción está tercerizada con la multinacional Ingredion. El contrato, que va hasta finales de 2027, supera el billón de pesos.

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Durante la instalación del programa “Ollas Comunitarias”, el presidente de la república, Gustavo Petro, aseguró que, en la estrategia de su Gobierno para combatir el hambre, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) debería dejar de comprar bienestarina para adquirir directamente los alimentos con los campesinos.

“Para lograr que los niños estén nutridos, tenemos que conseguir que el territorio produzca la comida. El mismo territorio donde viven los niños, con la comida que se puede producir en ese territorio y no importar. Hoy la bienestarina debe estarnos costando un ojo de la cara por estarla importando”, explicó el mandatario.

A diferencia de lo dicho por el presidente, la bienestarina que consumen los niños de los sectores más vulnerables del país no se importa, sino que se fabrica en plantas de propiedad del mismo ICBF, ubicadas en Cartago, Valle del Cauca y Sabanagrande, Atlántico

La producción está a cargo de la multinacional estadounidense Ingredion, a través de un contrato de prestación de servicios por 1,1 billones de pesos que se firmó el 17 de febrero de 2022 durante el gobierno de Iván Duque y que va hasta el 30 de noviembre de 2027. Es decir, el plazo de ejecución va más allá del periodo presidencial de Petro.

BIENESTARINA

El objeto del contrato incluye la producción y distribución de bienestarina sólida y líquida con sabores de vainilla y fresa. A corte de noviembre de 2022, el kilo tradicional le costó al Estado 12.321 pesos, mientras que el kilo para madres gestantes quedó en 22.185 pesos y el kilo en presentación líquida de 200 mililitros, en 1.476 pesos.

La fórmula que el ICBF creó de la mano de nutricionistas hace más de 40 años tiene como ingredientes harina de soya desengrasada, harina de trigo fortificada, fécula de maíz, leche entera en polvo, fosfato tricálcico, aceite en polvo de linaza, hierro aminoquelado, niacinamida, gluconato de cobre, ácido fólico, zinc aminoquelado, maltodextrina y vitaminas A, C, B1, B2, B6, B12.

Martha Luisa Echandía, nutricionista y miembro de la junta directiva de Sintrabienestar, explicó que la bienestarina no es importada, sino que algunos de sus ingredientes son importados, como la harina de trigo. “La bienestarina es patrimonio de los colombianos y para muchas familias vulnerables es la salvación. Está bien que los campesinos produzcan, pero una cosa no tiene que ver con la otra. Las dos cosas no riñen y antes se complementan. El análisis de la bienestarina no debería ser tan ligero y lo que se debe estar planteando es que su producción deje de tercerizarse y vuelva al ICBF”, agregó la dirigente sindical.

En Colombia más de 2,3 millones de niños y madres gestantes en condición de vulnerabilidad consumen bienestarina gracias a los programas de primera infancia de promoción y prevención en hogares infantiles y comunitarios y centros de desarrollo infantil; y a programa de recuperación nutricional y de protección.

El contrato entre el ICBF e Ingredion para la producción de bienestarina contempla que ambas partes podrán terminar sus obligaciones por mutuo acuerdo. En caso de incumplimiento, serían aplicables sanciones hasta del 20 por ciento del contrato. Las controversias se podrán resolver a través de un tribunal de arbitraje. Teniendo en cuenta que Ingredion es una multinancional estadounidense, dicho arbitraje podría darse en el Banco Mundial. 

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