La vida sin descanso de los empleados del fiscal Barbosa
26 Noviembre 2022 08:11 pm

La vida sin descanso de los empleados del fiscal Barbosa

Crédito: Colprensa

No solo las empleadas del servicio del fiscal tienen horarios que superan las 16 horas. Otros trabajadores dicen que Barbosa no los deja descansar, muchas veces para labores ajenas a las de su empleo.

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Personas que trabajan en la Fiscalía y que hablaron con CAMBIO bajo el compromiso de no revelar su identidad se quejaron de un tratamiento que algunos de ellos sienten como desconsiderado y sin límites de horario. “El fiscal de pronto amanecía mal con la esposa, se iba para el búnker y nos hacía ir a todos y él se ponía a trotar en el cuarto seguro o a leer. No teníamos vida familiar”.

La situación era especialmente difícil para las personas que trabajaban en el entorno doméstico de quien se considera el segundo funcionario de la nación. “No se tiene horario ni calendario. Se sabe la hora de entrada, pero no de salida. Nos recogían a las cinco pero nos dejaban a las diez u once de la noche”.

Las mascotas del fiscal, cuyo cuidado está a cargo de funcionarios de seguridad y servicios generales, también se convirtieron en motivo para prolongar los horarios de trabajo. “Él tiene dos mascotas entonces había fines de semana que nos llamaba simplemente por jodernos la vida porque tenía las mascotas allá y entonces, nos tocaba estar allá para atenderlo a él y a los perros. Era para que nosotros le subiéramos las mascotas al búnker, allá le tenía su cuidador, pero teníamos que estar pendientes por si teníamos que traerles algo a las mascotas, irnos en los carros para conseguir lo que los perros necesitaran”.

Así mismo, aseguran que rara vez pueden tener una jornada de descanso porque sus horarios no se pueden planear con anterioridad: “Tenemos que estar pendientes los fines de semana de los perros y de la hija de Barbosa, porque le dictaban clases en el búnker, teníamos que recoger al profesor y abrir las salas para que le dieran clase y nos hacían ir a todos y quedarnos hasta que terminara clases dos o tres horas. Sábado, domingo y a veces los festivos”.

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