Crimen de Jaime Garzón: ¿qué molestó a quienes lo mandaron matar?

Durante la audiencia única de verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el exparamilitar Salvatore Mancuso habló del asesinato de Jaime Garzón. Dijo que, como lo ha dicho la justicia, José Miguel Narváez exsubdirector del DAS fue quien pidió que se matara al periodista y humorista bogotano. 

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Además Mancuso dijo que la petición había provenido de altos mandos militares. En la audiencia pública no dio más nombres pero se comprometió a darlos de manera privada. El exparamilitar también aseveró que después del crimen, las AUC dieron la orden de detener el asesinato de Gustavo Gallón, quien era presidente de la Comisión Colombiana de Juristas.

Una de las cosas que llamó la atención durante la diligencia, fue que Mancuso aseguró que las bromas que hacía Jaime Garzón fueron determinantes para que el asesinato se ejecutara. CAMBIO conversó con Germán Izquierdo, Eduardo Arias y María Jimena Duzán, quienes conocían al periodista y aseguraron que no creían esto.

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En la audiencia el exparamilitar dijo: "Jaime Garzón en algún momento hizo una referencia y una burla a Carlos Castaño y eso era una ofensa".

Izquierdo, quien escribió el libro Jaime Garzón: El genial impertinente, dijo que no creía que las bromas fueran determinantes para el asesinato de Garzón porque, además, él se burlaba de todo el mundo. “Los personajes de Garzón abarcaban toda la sociedad, porque tenía desde el mamerto, el conservador, el obispo, hasta el taxista atravesado”, aseguró el escritor. 

El escritor manifestó que, según él,  el crimen del comunicador tiene que ver más con las labores que hacía fuera de su trabajo. “Me parece que el rollo tiene que ver mucho más con Jaime Garzón y no con sus personajes, ni su crítica política, sino más bien con su trabajo digamos como facilitador para la liberación de personas secuestradas”, afirmó el escritor.

Por su parte, la periodista María Jimena Duzán afirmó que “El de Jaime Garzón, mi amigo y compañero de mucha vaina en la vida, fue un crimen planeado desde mucho antes. Y en el que se apeló a la estigmatización y a las mentiras para fabricar una narrativa que terminó por hacer de Jaime, de manera injusta, un enemigo peligroso y una amenaza para la democracia colombiana”.

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A su vez, Eduardo Arias también dijo que mientras trabajó con Garzón, que fue antes de 1995, no tuvo conocimiento de amenazas en contra de él o el equipo por el contenido de lo que hacían. “No creo que haya sido por eso, claramente había otras razones”, dijo.

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Por ahora, hace falta que Salvatore Mancuso entregue los nombres de altos mandos militares de los que habló, si no lo hizo ya en las audiencias privadas. Además, en caso de ser aceptado por la JEP, que responda a los interrogantes sobre el asesinato de Jaime Garzón el 13 de agosto de 1999, entre otros muchos crímenes.

Por otra parte, María Jimena Duzán, en su espacio de CAMBIO llamado MJD al día, también se refirió a las declaraciones de Mancuso sobre el homicidio de Jaime Garzón.