Entre la verdad y la desinformación: el papel crucial del periodismo en la democracia

Crédito: Freepik

28 Abril 2024

Entre la verdad y la desinformación: el papel crucial del periodismo en la democracia

Cuatro comunicadores colombianos con formaciones y experiencias diversas comparten con CAMBIO sus puntos de vista sobre cómo debería ser la relación entre el periodismo y la democracia en Colombia, y cuáles son los principales retos que este vínculo enfrenta en la actualidad.

Por: Natalia Romero Rosanía

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Periodismo y democracia: dos caras de una misma moneda

‘La democracia se fortalece cuando el periodismo es libre y asume con seriedad el papel de contrapoder’

Yolanda Ruiz asegura que siempre ha creído que el periodismo libre y responsable es uno de los pilares que sostiene la democracia, pues la labor de éste es hacer veeduría de todos los poderes. Durante casi 40 años en el ejercicio de la profesión como presentadora del Noticiero Nacional, jefe de Redacción de la revista Cromos y directora de Contenidos y Emisión en Caracol Radio y RCN Noticias, entre otros cargos, ella siempre ha entendido el periodismo como un servicio público cuyo deber ser es mantener a la sociedad informada. “Los periodistas tenemos unos privilegios que nos otorgan la mayoría de las legislaciones en el mundo, como llegar a lugares a donde otros no pueden, y disponer de acceso a información que otros no pueden tener, precisamente para realizar ese trabajo responsable que requiere la sociedad”, señala esta comunicadora social de la Universidad Externado de Colombia.

Yolanda Ruiz
Yolanda Ruiz, periodista y columnista.
Foto: archivo Yolanda Ruiz. 

Yolanda Ruiz, que en la actualidad ejerce como independiente desde su página en internet www.yolandaruiz.com y su canal en YouTube ‘Contexto y opinión’, insiste en que la labor de los medios de comunicación es vigilar permanentemente a los poderes, y no sólo los políticos, sino también a los económicos y a los ilegales. “El trabajo de la prensa es poner el dedo en la llaga, denunciar, contar lo que el otro no quiere que se cuente, siempre de manera responsable y con prácticas éticas”, aduce. Y complementa sus palabras diciendo que la democracia se fortalece cuando el periodismo es libre y asume con seriedad el papel de contrapoder, sin desconocer que a veces también se convierte en un poder en sí mismo. 

‘Es imposible concebir una democracia sin un periodismo digno y serio que haga valer y defender sus mínimos fundamentales’

Alfredo Sabbagh, profesor en el departamento de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte en Barranquilla, hace énfasis en que el compromiso del periodismo con la verdad es un trabajo de tiempo completo. “A mis estudiantes siempre les digo que ser periodista es un estado civil. La diferencia con otras profesiones y oficios es que nosotros ejercemos por y para el ser humano, así que lo que hacemos es como una especie de apostolado en el que la sociedad y el bien común están por encima, incluso, del bienestar personal”.

Alfredo Sabbagh
Alfredo Sabbagh, profesor en el departamento de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte en Barranquilla.
Foto: archivo Alfredo Sabbagh.

El también realizador audiovisual, documentalista y periodista independiente explica que es imposible concebir una democracia sin un periodismo digno y serio que haga valer y defender sus mínimos fundamentales. “Como ciudadanos debemos tomar decisiones y ello implica que contemos con información veraz y suficiente, basada en datos contrastados y verificables. Lamentablemente, nos encontramos con ejercicios periodísticos en los que no se prioriza el bien común sino la defensa de intereses particulares, muchas veces ligados a los que tienen el poder. Tenemos unos medios de comunicación con porristas en lugar de periodistas y esto es gravísimo en un país como Colombia, en el que la democracia es tan frágil y en donde, precisamente, nuestro rol fundamental como comunicadores es salvaguardarla”, concluye. 

‘Entre los medios de comunicación y la democracia hay una relación compleja, bastante difícil que, además, está cambiando mucho y se está poniendo a prueba por estos días’

Germán Rey, quien se ha desempeñado como profesor en la maestría en Comunicación de la Universidad Javeriana, en Bogotá, y como director del Centro Ático en esta misma institución educativa, subraya que la relación ente los medios de comunicación y la democracia es necesaria y fundamental. “Mientras ella requiere de los medios de comunicación, estos necesitan ser democráticos y estar en proceso permanente de democratización”, argumenta. 

El concepto de democracia que le gusta es el de Aristóteles, quien la describe como “estar en la llanura”, una metáfora casi física que significa que todos estamos en un solo plano, y en el que no hay algunos en las montañas más altas y otros en las profundidades más inmensas. También comulga con la idea del sociólogo norteamericano Richard Sennet, quien relaciona la democracia con el ágora de la Antigua Grecia, refiriéndose a las deliberaciones en espacios abiertos. “Democracia es pluralismo e implica que haya espacio para todos, así pensemos distinto y, precisamente, son los medios los que deben permitir esa visibilidad para que se genere el diálogo ente diversos, incluso entre opositores”, afirma quien fuera durante varios años el Defensor del lector del periódico El Tiempo. 

Germán Rey
Germán Rey, docente e investigador.
Foto: Colprensa. 

El profesor Rey dice además que la relación entre los medios de comunicación es compleja y que está cambiando mucho y se está poniendo a prueba por estos días. “Los medios visibilizan y hacen énfasis en determinados temas, interviniendo directamente en la agenda pública de una sociedad. Sin embargo, en estos momentos estamos atravesando por una crisis de la confianza y de la credibilidad en general, y no solamente los medios, sino también las instituciones políticas. Esto es gravísimo porque, sin la confianza de la ciudadanía, la democracia no es posible”, puntualiza.

‘Sin una prensa libre, sin un ecosistema en el que sea posible dar sus opiniones, la gente no va a poder votar en libertad ni tampoco va a existir un contrapoder hacia el ejercicio de la autoridad pública’

“El punto de partida, al cuestionarse sobre la relación entre la democracia y los medios de comunicación, es que se ha defendido el derecho a la libertad de expresión en el ejercicio del periodismo y a la difusión de información de interés público como la base para posibilitar una deliberación que permita fortalecer los procesos democráticos y la defensa de los derechos fundamentales”, explica Carlos Cortés, creador y director de Linterna Verde, una corporación constituida en 2018 y enfocada a tomarle el pulso a las conversaciones públicas en espacios abiertos digitales –como las redes sociales y otras plataformas– para ayudarles a las organizaciones y a los medios de comunicación a navegar el ecosistema digital. 

Carlos Cortés, creador y director de Linterna Verde
Carlos Cortés, creador y director de Linterna Verde.
Foto: archivo Carlos Cortés.

Destaca que, sin una prensa libre, sin un ecosistema en donde sea posible opinar, la gente no va a poder votar en libertad ni va a existir un contrapoder hacia el ejercicio de la autoridad. “Gracias a las garantías que ofrece la democracia, el periodismo puede florecer, pero, también, gracias a que existe un periodismo activo la democracia puede mantenerse”, explica. Y se pregunta: “Entonces, ¿en dónde está el riesgo del periodismo? ¿cuál es su principal reto? Pienso que el periodismo tiene un compromiso con el interés púbico y es ahí en donde se pone a prueba. En este orden de ideas, lo cuestionamos cuando sus incentivos para producir tanto información como opinión están mediados por la necesidad de generar un impacto, de incitar cierto tipo de respuestas emocionales o de movilizar una causa política”, responde. 

El abogado, periodista y analista político insiste en que el periodista debe preguntarse, de manera permanente, si está ejerciendo o no el rol de ayudar a las personas a tomar decisiones más informadas.

Dinámica actual de los medios de comunicación y sus principales retos

Periodismo de opinión con ética, responsabilidad y rigurosidad

Yolanda Ruiz pasó de trabajar para medios de comunicación a contar con sus propios canales. A pesar de esto, aclara que su ética profesional no ha cambiado. “Yo opté, desde hace mucho tiempo, por hacer un periodismo independiente, entendido como un oficio al servicio de la sociedad y no al de los medios para los cuales trabajé. Siempre tuve esa conciencia y, por consiguiente, tuve que librar muchas batallas. Defender la libertad de prensa es una batalla de todos los días”, anota.

Complementa su afirmación advirtiendo que el ejercicio del periodismo de hoy presenta un problema grave y es que ha perdido contexto. Por esta razón, al crear sus contenidos busca siempre distintas voces y opiniones para aportar elementos de contexto a los lectores de su columna y a los usuarios de su canal. Con relación a la proliferación de contenidos disponibles, dice que actualmente es positiva, pues cree que para la sociedad y la democracia es una inmensa oportunidad contar con tanta diversidad de miradas, obviamente teniendo en cuenta que no toda la información que circula es de calidad. 

“Es aquí donde el trabajo de los periodistas profesionales y de los medios de comunicación, grandes, medianos y pequeños, tradicionales o nativos digitales, tiene que distinguirse. Es aquí cuando necesitamos del periodismo riguroso hecho por un periodista que nos dé contexto, que edite adecuadamente y que ayude a decantar. Cualquiera con un celular en la mano puede compartir información, pero no todos hacen periodismo. Entre todo lo que está circulando, el periodismo se tiene que diferenciar por la rigurosidad con la que se hacen los contenidos”, señala.

La ganadora de varios premios de periodismo en Colombia insiste, además, en que uno de los mayores problemas que tenemos en materia informativa es la tergiversación, que consiste en tomar un pedazo de la verdad y sacarlo de contexto con la intención de decir algo distinto o para generar confusión y que la audiencia no entienda qué fue lo que pasó. “Mi contribución como periodista y ciudadana es, entonces, hacer mi trabajo con rigurosidad y, adicionalmente, reflexionar siempre sobre la ética periodística, viendo cómo darles respuestas a nuevos desafíos como son la Inteligencia Artificial, las redes sociales y el periodismo militante. Mi propuesta es evolucionar sin cambiar la esencia del buen periodismo, que es en últimas la búsqueda de la verdad, entendiendo que es un servicio público que implica una gran responsabilidad con la sociedad”, concluye Yolanda Ruiz. 

Educar en periodismo bien hecho para salvar la democracia

Para Alfredo Sabbagh, la obligación del periodista no es condicionar el pensamiento de la audiencia sino darle herramientas como son la información veraz y datos de contexto, para que pueda desarrollar su propio criterio. “Como periodistas, si vamos a dar una opinión, debemos ser claros al respecto. Es gravísimo cuando se enmascara opinión con información”, enfatiza.

Al comunicador, quien durante varios años fue columnista de El Heraldo, de Barranquilla, y es bastante activo en X (antes Twitter), le preocupa cuando algunos periodistas no toman partido por la democracia porque “lamentablemente, el mesianismo vende y como ciudadanos a veces no valoramos lo que significa ejercer el derecho al voto, y se nos olvida que cuando entramos en esos ciclos de pérdidas de libertades individuales, pues nos acomodamos y permitimos que el Estado se encargue de todo. Eso duele y bastante”. 

En este sentido, Sabbagh hace hincapié en que el periodismo debe vigilar que el Estado ejerza su autoridad dentro de los límites propios de la democracia. “Cuando exaltamos tanto la autocracia es porque nos estamos olvidando de nuestros deberes como ciudadanos, y el problema de ésta, sea de derecha o de izquierda, es que es mala per se”, explica. 

Como profesor de los futuros comunicadores sociales y periodistas del Caribe colombiano, es muy consciente de su responsabilidad. Es radical cuando se trata de concebir el ejercicio del periodismo como contrapoder, entendiendo que no se trata de criticar o dar palo porque sí, sino de cuestionar siempre y de verificar todo. “El periodista no puede comer cuento ni tragar entero: tiene que dudar hasta de su mamá. Antes de contar algo, debe tener la certeza de que se trata de información veraz, contrastada y verificable, y que le corresponde presentar a su audiencia de la manera más clara y explícita posible para que ésta pueda formarse su propio criterio y tomar decisiones en consecuencia. Para mí ser periodista es un apostolado, porque a través de nuestro trabajo salvamos almas, salvamos la sociedad y salvamos la democracia”, concluye.


El periodismo que le apuesta a la argumentación ayuda a construir democracia

Germán Rey, psicólogo de la Universidad Nacional dedicado a estudiar y analizar el ejercicio del periodismo en Colombia, explica cómo la transformación del paisaje mediático en el país ha incidido en su relación con la democracia. “Uno de los grandes valores de la democracia es la argumentación y uno de los valores básicos del periodismo es que haya evidencias que respalden lo que estamos diciendo. En la actualidad, hay una gran cantidad de formas expresivas, muchas de ellas digitales, que le apuestan a la emocionalidad. Esto, en muchas ocasiones, conlleva a decir falsedades. La diferencia entre los medios de comunicación y las otras formas de expresión está en que los medios deben apostarle a la argumentación para estar en la llanura y construir democracia”, afirma. 

Adicionalmente, el profesor y analista reitera que el periodismo en un oficio de servicio público en el que se investiga, se acude a diversidad de fuentes y se resaltan los problemas de la sociedad, y que las complicaciones durante su ejercicio surgen desde el momento mismo de la selección del tema a tratar y de las fuentes a consultar. “En este país se ha dejado en el olvido a determinadas fuentes, como son los campesinos que sufren, los obreros, las mujeres… Entonces, mi llamado a los periodistas es que recuerden cuál es el país que están viendo y que le están proponiendo a los demás que vean. Mi llamado es ejercer este oficio con todas las responsabilidades que merece, sin saltarse ninguno de sus pasos obligados”. 


El mayor reto del periodismo actual: ser crítico sin entrar en peleas 

Carlos Cortés, columnista de La silla vacía y quien cuenta con su propio canal en YouTube (Charlas con Charlie), asegura que la gente está saturada con tanta información disponible, pues a pesar de que se encuentran buenos contenidos, también hay malos e incompletos, que además se generan en contextos de peleas políticas, de posturas revanchistas y de tensiones entre unos y otros, lo que sacrifica el elemento de la confianza. “Siento que en la actualidad las personas tienden a buscar voces individuales para informarse. Para mí no es tan claro que el primer punto de parada sean los medios”, reflexiona. 

Explica también que los medios de comunicación en Colombia están enfrentando en estos momentos un reto muy grande en cuanto al cubrimiento periodístico de un gobierno para el cual la crítica de los medios es rentable. “¿En dónde se puede poner el periodismo para no quedar arrastrado por esa pelea, y tratar de mantener una cobertura que le permita darle sentido a la gente sin perder la capacidad de ser crítico del gobierno actual? Yo creo que el reto más grande que tiene el periodismo colombiano es sobrevivir a un lider político para quien lo mas rentable sería que los medios no sobrevivan, que el periodismo se fragmente aún más, que haya más peleas internas, que haya más tensiones y que haya mas sesgos visibles en las coberturas. Pienso, entonces, cómo por lo menos un núcleo –o una masa crítica– de ese periodismo puede salir adelante y decir después de que termine este gobierno: ‘miren, nosotros estuvimos ahí, hicimos la cobertura, no nos metimos en el gallinero e hicimos nuestro trabajo’”, señala.

Al creador de Linterna Verde le preocupa que hacer periodismo de calidad es muy costoso y estar bien informado, en estos momentos, también lo es en términos emocionales. “Estar implicado hoy implica saber con quién se peleó el presidente hoy y que, posiblemente, está por estallar la Tercera Guerra Mundial en Oriente Medio. Esto es muy difícil para la tranquilidad de la gente, lo cual ha hecho que muchas personas opten por alienarse de la realidad y cultivar un poco el cinismo que, finalmente, es una reacción natural de desconexión frente a las discusiones”, reflexiona Cortés. 

Periodismo comprometido con la ética y la verdad, clave para el fortalecimiento de la democracia en Colombia 

En un contexto en el que la democracia colombiana se enfrenta a múltiples desafíos, la relación entre el periodismo y la salud de las instituciones democráticas es cada vez más determinante. Como han destacado los comunicadores consultados por CAMBIO –Yolanda Ruiz, Alfredo Sabbagh, Germán Rey y Carlos Cortés–, el periodismo desempeña un papel fundamental como contrapoder. Sin embargo, el ejercicio de vigilancia de los poderes se ve amenazado por una serie de factores como la falta de contexto en la información, la proliferación de contenidos sesgados y la saturación informativa. En este sentido, es imperativo que los periodistas mantengan su compromiso con la ética, la rigurosidad y la responsabilidad, proporcionando a la ciudadanos herramientas para formar su propio criterio y participar de manera informada en el proceso democrático, informando sin amores pero tampoco con odios. 

Esta nota hace parte de la serie periodística “Pensar con otros” realizada en alianza por CAMBIO y Grupo SURA. Creemos que entre todos podemos aportar a la construcción y fortalecimiento de la ciudadanía y la democracia en Colombia.

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