'Cassiani': la Bogotá apocalíptica de Octavio Escobar Giraldo
22 Diciembre 2023

'Cassiani': la Bogotá apocalíptica de Octavio Escobar Giraldo

Octavio Escobar Giraldo

Crédito: Isaac Meneses Roldán

Esta novela describe un escenario distópico en el que Bogotá está dividida en dos mitades que están en guerra desde hace varios años y que, además, sufre una epidemia.

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Por Adriana Villegas Botero (*)

Especial para CAMBIO.


El túnel que cruza por debajo de la carrera Séptima a la altura de la calle 42 para ir a la Universidad Javeriana esconde un secreto. En Leo Libros, una librería que funciona en medio de ese pasaje oscuro, hay una rueda amarilla de cinco radios que al girarla permite levantar una pesada puerta metálica. Parece la escotilla de un submarino pero es la entrada a un pasadizo que conduce a una Bogotá subterránea, llena de catacumbas, galerías y corredores que ayudan a ocultarse de los enemigos. ¿Cuáles enemigos? Depende del bando: los que viven de la calle 72 hacia el norte son los Conciliares y los de la 72 hacia el sur son los Bibliotequeros. Ambos grupos llevan varios años en guerra y, como si fuera poco, a Bogotá la ataca un virus mortal que obliga a la gente a vacunarse, pero algunas vacunas producen un efecto secundario en ciertas mujeres: las convierten en niñas sepia que pueden volverse invisibles cuando lo desean.
Esta Bogotá distópica, apocalíptica, llena de armas y de gente que busca pasar inadvertida es la que dibuja el escritor Octavio Escobar Giraldo (Manizales, 1962) en Cassiani, su más reciente novela. Se trata de un texto visual que se lee como si fuera un comic con un fuerte trasfondo político. La grieta que Doris Salcedo abrió en la galería británica Tate Modern en 2007 se traslada en Cassiani a la Avenida Chile: una brecha que funciona como frontera para separar a los miembros de una misma ciudad. No hay checkpoints como los que creó Héctor Abad Faciolince en su novela Angosta (2004), pero sí hay un entorno de violencia y segregación en el que los extremismos parecen tener el control de una ciudad dominada por las armas, el miedo y la muerte. Una Bogotá de historieta futurista, distinta a la que Miguel Ángel Manrique imaginó en Ellas se están comiendo el gato (2013), aunque guarda en común con esa novela la amenaza constante que obliga a los residentes a esconderse o huir.

Cassiani
No es la primera vez que Octavio Escobar Giraldo ubica sus historias de ficción en Bogotá, una ciudad en la que vivió algunas temporadas. En Cada oscura tumba, publicada en 2022, la protagonista Melva Lucy trabaja en una cafetería bogotana mientras busca justicia por el asesinato de su hermano en uno de los llamados falsos positivos. Es una mujer que se mueve por Chapinero y el Parque de Lourdes, mientras que el abogado que lleva su caso ocupa una oficina en el centro de la capital. En contraste, la Bogotá de Cassiani es una ciudad desconocida: un espacio geográfico lleno de referentes reales, como la Biblioteca Nacional, el Seminario Mayor de la calle 94 y el antiguo Hotel Hilton cercano al Museo Nacional, pero habitada por seres que se camuflan en la penumbra porque sufren todo tipo de amenazas e intuyen enemigos en cualquier vecino. La ciudad de arriba tiene calles desoladas y puertas bajo llave. Las personas se esconden abajo, como ratas que buscan una madriguera en medio de la maraña de túneles, aunque se trata de una Bogotá sin metro: “El metro nunca lo construyeron”, informa el narrador.
Cassiani es la undécima novela publicada por Octavio Escobar Giraldo y se suma a sus cinco libros de cuento y otros tantos de poesía y de ensayo. Aunque parece muy distinta a las anteriores obras de Escobar, guarda varios elementos comunes con otros de sus libros: la abundancia de diálogos, la narración vertiginosa, la riqueza visual, la presencia de una mujer fuerte como protagonista, la cercanía de la muerte como motor del relato, el tono de “road movie, que en el caso de Cassiani invita a viajar por una Bogotá alucinada, y las referencias a otras obras literarias, que son un guiño para los lectores. Cassiani trae alusiones a Lovecraft, Proust, León Felipe y Jaime Jaramillo Escobar, pero si el lector desconoce a estos autores no va a perder el hilo de la historia.
Octavio Escobar Giraldo ganó en 1988 el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura por el libro de cuentos De música ligera y en 2016 ganó el Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura por su novela Después y antes de Dios. Además, dirigió durante casi una década la Feria del Libro de Manizales, cargo que ocupó hasta el mes pasado. Cassiani, según cuenta, fue su ocupación durante el encierro por la pandemia. Durante esos meses muchos autores escribieron crónicas y diarios, pero Escobar prefirió divertirse con una narración cinematográfica que da cuenta del ahogo que produce el encierro y de cómo todos los caminos conducen a la muerte. Él como médico lo tiene claro desde hace años y en cada libro encuentra una nueva manera de recordarlo.

(*) Periodista, columnista del diario La Patria de Manizales y profesora de la Universidad de Manizales. 

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