“Colombia es una víctima del cambio climático”: Manuel Rodríguez Becerra, autor del libro ‘Presente y futuro del medio ambiente en Colombia’

Manuel Rodríguez Becerra.

Crédito: Archivo Universidad de los Andes

24 Noviembre 2023

“Colombia es una víctima del cambio climático”: Manuel Rodríguez Becerra, autor del libro ‘Presente y futuro del medio ambiente en Colombia’

Defensor incansable del medio ambiente en Colombia, Manuel Rodríguez publicó el libro 'Presente y futuro del medio ambiente en Colombia (País 360)', un diagnóstico de la situación ambiental de Colombia. Además, en 2023 cumple 25 años de vida el Foro Nacional Ambiental, organización que él preside y que ha llevado el tema a las esferas del debate político y público.

Por: Eduardo Arias

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Si hay alguien en el país con la autoridad y el conocimiento suficientes para analizar el estado del medio ambiente en Colombia es Manuel Rodríguez Becerra. Esa mirada que él tiene de los problemas ambientales debe enfrentar la sociedad ante el avance del deterioro ambiental ha quedado plasmada en el libro Presente y futuro del medio ambiente en Colombia (País 360), que presenta información actualizada, clara y precisa que permite saber cuáles son los grandes retos que debe enfrentar tanto Colombia como el mundo para mitigar los ya muy preocupantes efectos de la contaminación, el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Además, en estos días cumplió 25 años el Foro Nacional Ambiental, de la que es cofundador y que él preside.
Manuel Rodríguez Becerra es profesor emérito de la Universidad de los Andes, en donde ha sido secretario general, vicerrector académico y decano de las facultades de Artes y Ciencias y Administración. Fue el primer ministro del Medio Ambiente de Colombia. Hizo parte de la Comisión Mundial de Bosques y Desarrollo Sostenible y presidió el Panel Intergubernamental de Bosques de las Naciones Unidas. Como investigador y profesor se ha especializado en política ambiental, desarrollo sostenible y relaciones internacionales ambientales, tareas que lleva a cabo en la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Además de su participación en el Foro Nacional Ambiental, también es cofundador de Parques Naturales Nacionales Cómo Vamos, del Centro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe y de la Alianza para la Defensa de la Sabana de Bogotá. Ha escrito o editado alrededor de 30 libros y es columnista del diario El Tiempo.
CAMBIO habló con él acerca del libro y de los alcances y logros del Foro Nacional Ambiental en estos 25 años.

Libro
 

 

CAMBIO: ¿Cuál es la razón para escribir el libro presente y futuro del medio ambiente en Colombia
Manuel Rodríguez Becerra:
Este libro lo escribí motivado por el hecho de que durante mi experiencia durante muchos años como profesor universitario en los cuales he tenido estudiantes, presidente de empresas y funcionarios del gobierno he encontrado que su comprensión de que existe una crisis ambiental en Colombia es muy primaria, muy insuficiente. Si uno no entiende de qué se trata una crisis, pues menos va a entender cuáles son las posibles salidas para esa crisis. Trato de observar no solamente los orígenes de la crisis ambiental colombiana sino también las posibles soluciones en diferentes campos y explicar que la crisis ambiental en Colombia se enmarca en la crisis ambiental global. El mundo natural está todo conectado. Todo está relacionado. Por eso para entender la crisis ambiental en Colombia integralmente es necesario entender la crisis ambiental global.


CAMBIO: ¿Cómo ve usted esa crisis ambiental global?
M. R. B.:
Se muestra que la crisis ambiental global no es simplemente el tema del cambio climático como mucha gente tiende a creer. La crisis ambiental incorpora también la transgresión de límites impuestos por la naturaleza en diferentes campos. Por ejemplo, hoy en día se ha transgredido el límite del ciclo de nitrógeno y fósforo por el uso de los fertilizantes nitrogenados, que son fundamentales para la producción agrícola. Hoy en día no tenemos un sustituto para los fertilizantes nitrogenados y eso está generando a través de diferentes fenómenos, por ejemplo, la muerte de amplias áreas del mar, en lagos y humedales. Otro caso muy preocupante es que con el calentamiento global y con otros fenómenos van a desaparecer los arrecifes coralinos en unos 50 años. Otro campo muy preocupante es, obviamente, la desestabilización del ciclo del agua a nivel global. La pérdida de suelos de calidad es muy grave para la seguridad alimentaria del futuro. En el libro se muestra en qué forma los problemas globales ambientales tienen una incidencia en Colombia y en qué forma Colombia ha contribuido a la generación de los problemas ambientales globales.


CAMBIO: ¿Podría decirse que este libro es un manual completo que describe la realidad ambiental del país?
M. R. B.:
Fundamentalmente describe la crisis ambiental del país en sus elementos básicos y explica los orígenes de esa crisis y por otra parte examina las alternativas que tenemos para enfrentar esa crisis. Por esa razón hay un conjunto de capítulos concentrados en Colombia. En esos capítulos siempre hay una consideración de la relación de cuál es la situación de los bosques o los mares a nivel global y eso qué relación tiene con Colombia. En el último capítulo hay un diálogo entre lo global y lo nacional. Finalmente hay que decir que una de las líneas argumentales del libro es que Colombia es una víctima del cambio climático y esa es una de las razones por las cuales debe tener la adaptación al cambio climático como una de sus más altas prioridades. Hay un amplio número de amenazas que deben enfrentarse con soluciones de acuerdo a la naturaleza de la amenaza, así que yo creo que sí es un manual bastante completo sobre la situación ambiental del país y las posibles salidas a resolverlo.


CAMBIO: ¿Cuáles fueron las razones para fundar el Foro Nacional Ambiental?
M. R. B.:
Marta Cárdenas, en esa época encargada del área ambiental de Fescol; Ángel Guarnizo, en ese momento director de la Fundación FEM, que se disolvió infortunadamente años después, y Camila Botero, directora de la Fundación Alejandro Ángel Escobar, en 1997 nos planteamos organizar un foro de un par de días para mirar cómo iba el tema de la implementación de la Ley 99 de 1993, la que creó el Ministerio del Medio Ambiente y cómo se veía Colombia frente a eso. Hay que recordar que yo fui coordinador de la creación del Ministerio del Medio Ambiente y el primer ministro. El foro se concentró en las ciudades, en la agricultura y se miró también el caso del cambio climático. Fue muy exitoso y decidimos institucionalizarlo. Hoy en día el Foro Nacional Ambiental es una asociación de doce organizaciones, siete universidades y cinco ONG. Las diferentes actividades se organizan a partir de los conocimientos de cada una de las instituciones.


CAMBIO: ¿Cuántos eventos han llevado a cabo?
M. R. B.:
Hemos realizado más de 300 foros en estos 25 años. Foros respaldados por documentos de política y foros en los cuales buscamos examinar la política pública de medio ambiente y desarrollo sostenible con la participación de representantes de diferentes sectores. El académico, el gubernamental, el sector industrial, el sector minero, para contrastar de alguna manera las diferentes visiones que existen sobre el futuro ambiental de Colombia y que haya una recomendación. Hoy en día hay un repositorio de todo lo que hemos hecho y está clasificado. Allí se encuentra una colección de vídeos de los últimos 15 años de muchos de los foros que hemos hecho, así como los libros y los documentos de política que hemos elaborado.

Foro
Manuel Rodríguez Becerra en uno de los tantos foros en que ha participado.


CAMBIO: Pero por la naturaleza misma de sus actividades, Foro Nacional Ambiental es más que una organización académica.
M. R. B.:
Sí. La investigación y la actividad académica tienen que estar ligadas a la acción. Por eso tras la creación del Foro Nacional Ambiental, que presido, fui cofundador de Parques Cómo Vamos, un observatorio de la realidad de los Parques Nacionales. Otra organización que promoví fue el Centro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe. La más reciente, de la que soy cofundador y en la que participo muy activamente es la Alianza por la Defensa de la Sabana. Eso expresa mi convicción de que hay que tener una conexión muy fuerte entre la academia y la acción. Los libros que he escrito tienen que ver con esa convicción. Por eso he sido autor coautor o editor de cerca de 30 libros.


CAMBIO: ¿Cuáles son los alcances del Foro Nacional Ambiental?
M. R. B.:
Ya mencioné en parte algunos de ellos, pero yo creo que el Foro Nacional ambiental, y de eso estamos convencidos todos los que hemos pertenecido muchos años, es que se ha vuelto un referente a nivel nacional en la política pública ambiental.


CAMBIO: Se percibe que la opinión pública está cada vez más consciente de la necesidad de acción para frenar el deterioro ambiental. ¿Eso no da una luz de esperanza?
M. R. B.:
Estamos muy lejos de que esa opinión pública genere la presión requerida para que los líderes políticos y empresarios tomen las medidas para enfrentar en forma contundente la crisis ambiental global y las crisis ambientales nacionales. Las grandes conquistas de la humanidad se han hecho a través de movilización pública. La movilización política de movimientos sociales, las grandes conquistas en el campo laboral, en el campo social fueron producto de unos movimientos sociales. Buena parte del tema de la falta de acción se tipifica muy bien con los combustibles fósiles. La presión muy fuerte de las grandes multinacionales ha incidido para que se retarde la acción o para que no se haga nada. El mejor ejemplo sobre esto es la historia de la negación.

CAMBIO: ¿Por qué lucen tan débiles los gobiernos para actuar de manera decidida en el campo ambiental?
M. R. B.:
El poder político ha sido capturado en temas claves como el cambio climático y la biodiversidad. Ese es otro campo en el cual los grandes intereses económicos tampoco han respondido. Se conocen muy bien los multimillonarios recursos asociados a la deforestación para dedicar las tierras a la ganadería, a la producción de palmas. Sin una opinión pública muy fuerte, que se traduzca en una acción política, va a ser muy difícil realmente tomar todas las medidas que se requieren.


CAMBIO: ¿En qué más peca, ya sea por acción u omisión la sociedad civil?
M. R. B.:
En los patrones de consumo. Los patrones de consumo hoy en día de los países más desarrollados y de las clases más pudientes de países como los nuestros son totalmente insostenibles desde el punto de vista ambiental. Hay muchos comportamientos de consumo que se consideran normales y que generan unos problemas inimaginables a nivel ambiental. El consumo suntuario es un tipo de comportamiento que hay que cambiar. Muchos ciudadanos pensamos que hay que resolver los problemas ambientales pero en nuestras casas mantenemos un consumo suntuario. A muchos de nosotros y de mi generación nos educaron en ese mundo.


CAMBIO: ¿Cómo ve usted en estos momentos el panorama ambiental del país?
M. R. B.:
El presidente Petro le ha dado una gran importancia al cambio climático y, en términos prácticos, al tema de detener la deforestación y restaurar los bosques. Hoy en día hay recursos para restaurar 758.000 hectáreas. Si eso se hiciera en Colombia sería un salto cualitativo y cuantitativo fenomenal. Vamos a ver si es posible que eso se realice. Desde el Foro Nacional Ambiental el año entrante vamos a arreciar las actividades para hacerle seguimiento y tratar de incidir que esa política siga adelante. Hay luces de esperanzas y hay unos áreas donde hemos sido relativamente exitosos como el tema de los parques nacionales, los resguardos indígenas y los consejos comunales del Pacífico, que sumados incorporan cerca del 42 por ciento del territorio nacional pero ese es un proyecto que hoy en día, por diferentes razones, está más amenazado que hacer unos años. Hay un tema en el que apenas estamos dando los primeros pasos que es la adaptación de la agricultura al cambio climático. Esa es una nueva agenda.


CAMBIO: ¿En estos años de su vida como ambientalista han cambiado los temas, las agendas?
M. R. B.:
Cuando se creó el Ministerio del Medio Ambiente nunca pensamos que 30 años después, la agenda sería la adaptación al cambio climático y la adaptación a la destrucción de la biodiversidad y de los bosques. Estamos frente a una nueva agenda, y a eso yo pienso dedicarle buena parte de mis energías.

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