Las lecciones de vida de Brigitte Baptiste

Diana Calderón, autora del libro 'El mundo según Brigitte'.

Crédito: Chelo Camacho

14 Enero 2024 03:01 am

Las lecciones de vida de Brigitte Baptiste

La periodista Diana Calderón navegó en las aguas profundas del pensamiento y las ideas de Brigitte Baptiste para retratar, a través de varias conversaciones, el mundo de una de las colombianas más admirables.

Por: Eduardo Arias

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Brigitte Baptiste es un personaje extraordinario. De una manera valiente y también desafiante asumió que era una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Casada con Adriana y padre (¿o madre?) de Candelaria y María Pasión, se ha convertido en una punta de lanza para que se reconozcan los derechos de las personas trans y para ayudar a derribar los muros de los prejuicios y la discriminación de quienes se sienten con derecho a agredir a quienes no son como ellos.

Pero esta es apenas la faceta más llamativa y, hay que decirlo, mediática de su personalidad. Porque también es una gran científica desde la biología y la ecología. Ha representado a Colombia en foros mundiales sobre medio ambiente, cambio climático, sostenibilidad y el futuro que le espera a la humanidad. A todo ello se suma su manera de ver el mundo y de relacionar asuntos aparentemente inconexos o al menos muy lejanos.

La periodista Diana Calderón sostuvo varias conversaciones con Brigitte Baptiste, así como con su esposa Adriana y otras personas de su entorno más cercano para acercarse al personaje y, como ella misma dice, para mostrar que se puede ser diferente. Como Diana Calderón señala en el prólogo, ella es una mujer heterosexual que hizo el ejercicio de escuchar y conversar con alguien diferente a ella. “No le estoy pidiendo al lector que cambie de género. Le estoy pidiendo que deje fluir. Que sepa que las complejidades son todas, incluso y quizá aún en la diversidad, pero al menos son más honestos".

Diana Calderón en la actualidad es la directora y conductora del Noticiero del Medio Día y del programa de debate y opinión Hora 20 de Caracol Radio y también es columnista de El País Global. Trabajó en el diario El Tiempo, la revista Cromos, el Noticiero 24 Horas y RCN Radio. Por una década investigó los crímenes de periodistas para la Sociedad Interamericana de Prensa y es coautora del libro Mapa de riesgos para periodistas. Ha ganado cinco premios Simón Bolívar y un CPB.

Portada
La primera sensación que deja el libro es que se trata de una construcción compleja. El título del libro, El mundo según Brigitte, invitaría a pensar que es un compendio de cómo se hicieron todas las cosas, un manual de instrucciones. Pero no es así. Es ante todo una conversación que fluye, que va y viene por diversos temas tanto de la vida personal y cotidiana de Brigitte como de sus pensamientos e ideas. En el prólogo Diana Calderón menciona el término ecología queer y lo justifica así: “A través de su condición trans Brigitte ha logrado visibilizar su pensamiento y construir una visión del mundo que llamaremos la ecología queer”. ¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro?, es la pregunta que uno se hace al leer el término. Sin embargo, a medida que avanza la conversación, Brigitte Baptiste muestra que no se trata de dos temas aislados. Todo lo contrario, esa también es una manera de explicar y entender cómo funciona en muchos casos la misma naturaleza. Diana Calderón señala que ella entendió así el pensamiento de Brigitte Baptiste.

Por eso lo planteo al principio del libro. Ella busca interpretar la condición ambiental a partir de su propia transición de género. Y a pesar de que el libro esta dividido en dos partes, la colombiana queer y Colombia ecodiversa, es transversal. Es casi casi imposible hacer una aproximación que rompa esa conexión. A mi me resultó muy interesante e ilustrativo la manera como algunas especies se comportan en la naturaleza para explicar las posibilidades de construcción que tiene el ser humano en su identidad, así como la adaptación de los ecosistemas. Es la noción del cambio permanente. Lo que me parece muy revelador es que una persona pueda decidir y vivir su transición en conexión con sus estudios y su aproximación a la sostenibilidad y a la educación”.

Lo anterior se refleja en la manera como quedó armado el texto. La conversación pasa de un tema a otro sin seguir un orden cronológico ni temático. De una anécdota familiar o de un recuerdo de la infancia salta a un concepto de ecología y de allí a algo relacionado con violencia de género o represión a la mujer o al concepto de democracia. “Así está pensada la construcción, que además tiene mucho que ver con la manera en que se desarrolló el diálogo. Al principio arrancó de una manera lineal que se veía alimentada por recuerdos y esa tentación tan de nosotros los periodistas de conectar un tema con la coyuntura. Todos los temas importan en las sociedades del mundo, y en la nuestra también, pero aquí se pierden en el día a día político y en la baranda judicial. Traté de mostrar cómo todo nuestro comportamiento tiene relación, se afecta y se alimenta de este planeta que nos acoge y que sólo hay una forma de vivirlo o pretender sobrevivir, que es con respeto. Haber armado el hilo de esa manera que no sé, yo me siento que es como el montaje de una película”, señala Diana Calderón.

Después de haberle dedicado varios meses a conversar con Brigitte y luego a armar el texto, así define Diana Calderón el mundo de Brigitte. “Es un mundo que proclama la libertad, defiende la diversidad, un mundo que reconoce el amor (en este caso su esposa Adriana, sus hijas y sus padres), un mundo que se regocija en sus orígenes, que entiende la sexualidad, la intimidad amarrada al afecto, que privilegia la educación, que busca entender y verse en la inteligencia artificial con la que experimenta a diario. Un mundo atado a la biología y a la ecología, pero sobre todo que plantea un conocimiento profundo de cada centímetro de la geografía colombiana. Eso es muy destacable. Como también su valentía para asumir las posiciones frente a su decisión trans, pero sobre todo frente a los temas intocables del país. Es un mundo distinto sin duda. Aunque suene como podría ser el nuestro, no lo es. Y es una invitación a mirarlo y encontrarlo en él".

Un reto muy grande para Diana Calderón fue cómo abordar a Brigitte, un personaje tan complejo y a la vez tan cálido y amable, con un gran sentido del humor, que se refleja a lo largo de las páginas del libro. “No sé realmente cómo lo logré. Pero creo que parte de mi interés por conocer a los otros de verdad, y en el conocerlos atreverse a preguntarlo todo, busco respuestas de todas las maneras posibles y creo que encontré a una persona que estuvo dispuesta a sacar su voz más íntima, más profunda y compartir su experiencia vital en todas las dimensiones. Así también lo hizo Adriana, Muchas horas de conversación tú a tú. Siempre hay que mirarla a los ojos, es ahí donde Brigitte conecta. Además, por que a ella le importa, siento yo, contarle al mundo, hablar en todos los escenarios posibles de lo que piensa y cree y lo hace con una seriedad pero también con una cercanía increíble. Muy profesora”.

Eso queda más que reflejado en el libro. De pronto no es un manual de instrucciones pero sí un testimonio de cómo se puede ser coherente con el pensamiento y la acción, y cómo se pueden aplicar en la vida cotidiana pensamientos y conocimientos profundos de la filosofía y la ciencia.

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