Órgano y orquesta en la catedral, un concierto para no perderse
29 Marzo 2023

Órgano y orquesta en la catedral, un concierto para no perderse

Juan de la Rubia, organista catalán.

La Orquesta Filarmónica de Bogotá y el organista catalán Juan de la Rubia se presentan mañana viernes a las 3 p.m, en la Catedral Primada de Bogotá. Interpretarán dos conciertos para órgano y orquesta. La entrada es gratuita.

Por: Eduardo Arias

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Pocas veces los bogotanos tienen la oportunidad de asistir a un concierto como el que se llevará a cabo este viernes en la Catedral Primada, en el cual la Orquesta Filarmónica de Bogotá, bajo la dirección de Joachim Gustafsson, se presentará con el organista catalán Juan de la Rubia, organista titular de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Considerado como uno de los más importantes organistas contemporáneos, ha actuado en más de veinte países y en escenarios tan importantes como el Auditorio Nacional de Música de Madrid, Palau de la Música Catalana, Konzerthaus de Berlín, Gewandhaus de Leipzig, Elbphilharmonie de Hamburgo, las catedrales de Colonia y Westminster (Londres), St. Sulpice de París y el teatro Mariinsky y la Philharmonia de San Petersburgo. Ha sido solista en diversas ocasiones con la Freiburger Barockorchester, interpretando los conciertos para órgano de Händel y cantatas de Bach. Es profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña y miembro de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi.
En este concierto se interpretarán dos conciertos para órgano y orquesta de Georg Frederich Händel, figura cimera del período barroco, y de Josef Gabriel Rheinberger, un compositor del período romántico que nació en el principado de Lichtenstein, prolífico compositor de piezas opara organo. cuya obra ha comenzado a recuperarse en tiempos recientes.
De la Rubia conversó con Cambio acerca del programa de este concierto y de su relación con el órgano.
 

CAMBIO: ¿Qué despertó en usted el interés por el órgano?
Juan de la Rubia: 
Diría que lo que en un primer momento me llamó la atención la gran capacidad que tenía un solo instrumento de parecerse a una orquesta. Es decir, su grandiosidad. El hecho de que sea un instrumento físicamente tan grande, supongo que de niño eso fue algo que a mí me llamó la atención. Con el paso de los años, ganando quizá un poquito más de madurez y dejando un poco la etapa infantil, fui apreciando los detalles. Los colores del instrumento, las grandes capacidades que tiene no solo el hecho de que sea un instrumento imponente sino también que a la vez pueda ser un instrumento tan delicado.

CAMBIO: Cuéntenos qué impresión tiene usted de las obras que va a interpretar junto con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y también de Rheinberger, un compositor no tan conocido para el gran público.
J. d. l. R.: 
Las dos obras que vamos a interpretar para órgano y orquesta con la Orquesta Filarmónica de Bogotá son muy contrastantes. Pese a que ambas son conciertos para órgano y orquesta, el de Händel es muy ligero, muy desenfadado. Eran conciertos para orquesta que el propio Händel componía e interpretaba al órgano en los intermedios de sus óperas. Eran conciertos que servían de alguna manera para divertir, para entretener o para hacer pasar el rato con buena música. De otro lado, el concierto de Rheinberger pertenece a un estilo más del romanticismo. Rheinberger no es muy conocido para el gran público de música clásica. Sin embargo, para los organistas y para los amantes de la música de órgano sí que lo es, dado que él fue organista además de compositor y tiene un inmenso catálogo de obras para órgano solo y para órgano acompañado de instrumentos en formato de música de cámara pequeño y también para órgano y orquesta, como es el caso de este concierto. Yo diría que el órgano y la orquesta dialogan un poco de tú a tú dado que el órgano también es un instrumento sinfónico o puede serlo y en este caso lo es el órgano de la Catedral de Bogotá que es un instrumento maravilloso y que puede dialogar de tú a tú, como decía, con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
 

CAMBIO: ¿Es lo mismo tocar en el órgano de cualquier teatro o iglesia, o cada uno plantea un reto particular a los intérpretes?
J. d. l. R.: 
Cada día de la vida los organistas estamos tocando instrumentos diferentes. No es lo mismo tocar en el órgano de un teatro a tocar en el órgano de una iglesia. Pero entre dos órganos en dos salas de concierto o dos órganos en dos iglesias, pese a que puedan ser instrumentos de la misma época o incluso del mismo constructor, acaban siendo instrumentos muy diferentes por muchas razones. En primer lugar, porque los instrumentos son de tamaños diferentes. Pero aunque fuesen del mismo tamaño, las acústicas de las iglesias o de las salas de concierto cambian tanto que suenan dos instrumentos completamente diferentes. Parte de la gracia y del encanto que tiene ser organista es que tocamos instrumentos que cada día son diferentes y que tenemos que acostumbrarnos a ellos. Hacernos amigos de cada uno de los instrumentos cuanto antes para sacar lo mejor de ellos. Probando los registros. intentando sacar los sonidos más bellos. Aunque no sea el instrumento con el que nosotros trabajamos habitualmente, durante unos días sí que lo es y entonces esta relación entre el organista y el instrumento tiene que ser lo más íntima posible para que salga lo mejor de cada uno.
***
Programa:
Orquesta Filarmónica de Bogotá
Director : Joachim Gustafsson
Solista: Juan de la Rubia
George Frideric Handel (1685-1759)
Concierto para órgano y orquesta en Fa mayor, HWV 295  ‘El cuco y el ruiseñor'
I. Larghetto
II. Allegro
III. Larghetto
IV. Allegro
Josef Gabriel Rheinberger (1839-1901)
Concierto para órgano No.1, Op.137 (Estreno en Colombia)

I. Maestoso
II. Andante
III. Con moto


Catedral Primada de Bogotá
Viernes 31 de marzo, 3 p.m,
Entrada libre.

De la Rubia
Foto: May Zyrcus

 

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