Economía colombiana perdería 88.000 millones de pesos hacia 2050 si se retrasa la transición energética

Además de la presión por lograr rápidamente la transición, el gobierno debe enfrentarse a las necesidades que dejará la sustitución de los combustibles fósiles.

Crédito: Freepick.

9 Agosto 2023 05:08 am

Economía colombiana perdería 88.000 millones de pesos hacia 2050 si se retrasa la transición energética

Colombia podría perder mucho dinero si no logra rápidamente la transición energética. Hay cuellos de botella en grandes proyectos y, según expertos, no se han implementado estrategias robustas.

Por: Juan David Cano

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Según el último informe del Centro Regional de Finanzas Sostenibles, desarrollado en conjunto con Willis Towers Watson y con el apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo, la economía colombiana corre un gran riesgo si no se adapta a la tendencia global de una economía con bajas emisiones de carbono y más sostenible en términos ambientales. Un escenario complicado si se tienen en cuenta los problemas y el desacuerdo que enfrenta el proceso en Colombia. 

El estudio señala que el modelo extractivista del país en lo referente a petróleo, gas y carbón debe replantearse para que alcance la carbono neutralidad en el año 2050. Si esto no ocurre, Colombia enfrentaría una pérdida económica estimada en 88.000 millones de pesos entre 2022 y 2050. 

Por rubros, solo los exportadores de carbón térmico tendrían 43.000 millones de pesos menos en sus carteras y el resto recaería en la cadena de valor del petróleo, la cual perdería 41.000 millones de pesos. En esta reducción también se incluyen al gas natural y el coque metalúrgico. De hecho, las exportaciones del carbón térmico no tendrían que esperar hasta 2050 para ver el impacto económico dentro de su cadena pues el informe señala que es probable que evidencien una disminución antes que otros sectores.

A menos que las exportaciones de carbón ruso sigan siendo limitadas hacia principios o mediados de la década de 2030, la probabilidad de que el carbón colombiano sea relevante o competitivo en el mercado internacional es poca, indican los expertos. Esto se debe, en parte, a los costes del transporte por la distancia entre el país y los mercados asiáticos, los principales consumidores a nivel mundial.

Las trabas que impiden avanzar en la transición

Ante todo este escenario, el informe reitera que es necesario reducir paulatinamente la dependencia a estos sectores mediante el desarrollo y la implementación de planes de contingencia que permitan minimizar la volatilidad y los costos asociados a la reducción global y, a largo plazo, del comercio de combustibles fósiles.

Esta posición ha sido ampliamente abordada en el actual gobierno del presidente Gustavo Petro, pero los expertos afirman que el país carece actualmente de proyectos de energías renovables suficientemente robustos y algunos de los que están, según afirma Inés Elvira Vesga, partner de la firma de abogados Holland & Knight, se han enfrentado a múltiples problemas en los últimos meses. 

Vesga explica que "Colombia tiene unas condiciones privilegiadas para el desarrollo de energías renovables, tenemos recursos eólicos, fotovoltaicos, geotérmicos y de biomasa, pero se enfrentan varios cuellos de botella que dificultan materializar los proyectos".  

Entre estos, toma como ejemplo la situación que atraviesa la construcción del parque eólico Windpeshi en La Guajira, pues a finales de mayo la junta directiva de Enel Colombia autorizó su suspensión indefinidamente debido a los sobrecostos que podrían comprometer su viabilidad. 

Se estima que ese parque generará 1.011 gigavatios hora/año, evitará la emisión anual de un millón de toneladas de CO2 y suplirá las necesidades eléctricas de alrededor de 500.000 hogares cada año, lo que hace que su ejecución sea relevante para todo el proceso de transición energética. 

De igual forma, Vesga señala que hay un desestímulo a la autogeneración energética a través del aumento en las transferencias del sector eléctrico a partir del Plan Nacional del Desarrollo. Esto, sumado a las señales regulatorias inadecuadas o deficientes que se han gestado en el gobierno han construido el escenario perfecto que podría impedir alcanzar los objetivos. 

Inés Elvira Vesga, partner de la firma de abogados Holland & Knight asegura que: "Se ha descuidado la otra pata de la adaptación al cambio climático que, es la eficiencia energética"

"La meta no es llenarnos de proyectos de renovables sino incrementar el porcentaje de energía renovable en nuestra matriz energética, pero de forma ordenada, social y fiscalmente sostenible. Además de lo anterior, se ha descuidado la otra pata de la adaptación al cambio climático, que es la eficiencia energética", concluye. 

El largo camino que debe recorrer el país

Esta posición es compartida, en parte, por la directora de Solarpack Colombia, Juliana Tascón. Según ella, aunque Colombia lleva trabajando desde 2014 "en una política para incluir energías renovables y promover la inversión, se ha llegado a un punto en el que las señales que da la política del gobierno no son las mejores".

Su afirmación se dio en el marco de la conferencia 'Inside LatAm Colombia 2023', organizada por Moody's Investors Service el pasado mes de junio. Allí explicó que la transición "es de largo plazo, no es un tema de un gobierno, y hay que dar señales de estabilidad jurídica para poder promocionar la inversión en energías renovables". 

Cabe señalar que las propuestas del presidente se han enfrentado al desacuerdo de diferentes sectores, empresas y asociaciones, y algunos incluso las han calificado como "apresuradas" o "desastrosas" para la economía nacional. Un ejemplo reciente de ello ocurrió cuando se publicaron los documentos de la hoja de ruta para una economía más sostenible y se conoció que uno de los objetivos es convertir al país en un importador de gas natural después de 2026. 

Frente a esto, el exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, dijo en su cuenta de X: “eso no es transición energética, es rendición energética. Costosa para el país. Muy grave, ¿esta es la transición energética que se quiere para Colombia?". 

Por su parte, el exministro de esa misma cartera, José Manuel Restrepo, afirmó que “este no puede ser el camino. Urge reconsiderar la decisión de no firmar nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo. Es a la luz de estos datos cualquier decisión distinta una muy desatinada”. 

Teniendo en cuenta esto, uno de los grandes retos del Gobierno será trabajar de la mano con todos sus opositores con el objetivo de otorgar la seguridad y estabilidad que buscan los inversores y sectores para lograr sin muchas trabas el proceso. 

Además, según Tomás González, director del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree) y exministro de Minas y Energía de Colombia, también se debe considerar el impacto fiscal que tendría la sustitución de los combustibles fósiles. 

Si bien una transición lenta nos haría perder mucho dinero, explica que el sector que buscan reemplazar genera un ingreso tributario considerable, equivalente a "casi dos veces el recaudo anual de la reforma tributaria" que se aprobó el año pasado o el equivalente al 3,6 por ciento del PIB. 

González señala que aunque el Gobierno quiere hacer el proceso lo más rápido posible, no se ha definido con qué va a sustituir los ingresos que genera el sector y de hecho afirmó que "no tenemos un plan concreto, creíble, para hacer la transición energética, no tenemos cómo sustituir esos ingresos y mientras eso no sea posible no será posible hacer la transición energética". 

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