La agridulce situación de Julian Assange

Una de las escenas que se vivió mientras una corte en Reino Unido decidía en el caso de Julian Assange.

21 Mayo 2024

La agridulce situación de Julian Assange

La defensa del fundador de Wikileaks celebró que se haya frenado momentáneamente su extradición a EE.UU. Pero mientras Assange espera la apelación, ya cumple 12 años privado de la libertad.

Por: Paula Bravo

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“Si Assange se va, con él se va la libertad de expresión”, “Cárcel para los crímenes de guerra, no para el periodismo”, “Liberen a Julian Assange ahora”. Estos y otros mensajes se leían en la celebración en Londres este lunes 20 de mayo después de que se anunciara que la justicia británica concedió al fundador de Wikileaks un último recurso: podrá apelar la orden del Gobierno británico de extraditarlo a Estados Unidos.

“Son buenas noticias porque la corte aceptó la apelación, pero es agridulce porque no sabemos cuándo va a suceder esa apelación”, dijo a Reuters Adriano Grasso, uno de los que celebraban frente a la corte con camisetas con el rostro de Assange.

Agridulce es quizás el mejor adjetivo para describir la situación de Assange, porque lo que podría percibirse como una victoria temporal para él, solo alarga el tiempo que ha pasado el australiano detenido o en asilo.

Assange, nacido en 1971, es requerido por la justicia de Estados Unidos por 18 cargos relacionados con la publicación de documentos militares y cables diplomáticos clasificados entre 2007 y 2011. Entre la información divulgada por Wikileaks estuvieron revelaciones sobre el trato a los prisioneros en Guantánamo. Lo publicado por la organización de Assange es una de las mayores filtraciones de inteligencia en la historia de EE.UU.

“¿Cuánto tiempo puede durar esto?”

Julian Assange

Organizaciones como Reporteros sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional (AI) han celebrado la decisión de la corte de Reino Unido. Hay mucho en juego si Assange llega a ser extraditado a EE.UU., pues podría ser encarcelado de por vida. La posibilidad de apelar se hizo realidad porque la defensa consideró que Assange, al ser ciudadano australiano, podría no beneficiarse de la protección de la libertad de expresión que está consignada en la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Y la corte consideró que hay argumentos válidos. 

“Esta decisión marca un hito importante en el caso de Julian Assange, ya que abre una nueva vía necesaria para evitar la extradición”, afirma Rebecca Vincent, directora de campañas de RSF en un comunicado de la ONG.

“Instamos al Reino Unido a que actúe en interés del periodismo y de la libertad de prensa y deje de permitir que prosigan estas peligrosas acciones judiciales”, agregó.

Por su parte, Simon Crowther, asesor jurídico de AI, calificó la decisión como una “noticia positiva” para “Assange y todos los defensores de la libertad de prensa”. “Amnistía Internacional considera que, si es extraditado a Estados Unidos, Assange correrá peligro de sufrir graves abusos, incluido un régimen de aislamiento prolongado, lo que violaría la prohibición de la tortura u otros malos tratos”, agrega Crowther.

Para AI, que EE.UU. quiera procesar a Assange “pone en riesgo la libertad de prensa en todo el mundo”. “Al intentar encarcelarlo, Estados Unidos está enviando el mensaje inequívoco de que no respetan la libertad de expresión y que desean enviar una advertencia a los periodistas y editores de todo el mundo: que ellos también podrían ser blanco de ataques por recibir y publicar material clasificado. – incluso si hacerlo es de interés público”, afirma Crowther.

Stella Assange, esposa del fundador de Wikileaks, se pronunció a las afueras de tribunal después de la decisión y dijo que era “un punto de inflexión”.

“Nos sentimos aliviados como familia de que los tribunales hayan tomado hoy la decisión correcta. Pero, ¿cuánto tiempo puede durar esto?”, dijo ante los micrófonos.

El asunto del tiempo no es menor, pues según varias fuentes que hablaron en el tribunal y que lo han hecho a través de este largo proceso contra Assange, el australiano sufre de episodios depresivos incapacitantes.

Alice Jill Edwards, relatora especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, habló en marzo para solicitarle al Gobierno de Reino Unido que detuviera la extradición de Assange por las preocupaciones que hay sobre los tratos que pueda recibir.

Según consignó Al Jazeera, Edwards mencionó en ese entonces el “grave y duradero desorden depresivo de Assange” y afirmó que quienes lo han evaluado consideran que tiene un riesgo de cometer suicidio.

“Si lo extraditan, podría quedar detenido en aislamiento prolongado a la espera del juicio. Si lo condenan, podrían sentenciarlo a hasta 175 años en prisión”, dijo Edwards.

Esto es lo que el periodista estadounidense Chris Hedges, ganador del Pulitzer y reconocido reportero de guerra, ha llamado “la ejecución en cámara lenta de Julian Assange”, tomando prestada una expresión que usó un funcionario de la ONU que visitó a Assange.

“(Esta decisión) no significa que Julian va a eludir la extradición. No significa que la corte ha determinado, como debería, que es un periodista cuyo único “crimen” fue dar evidencia de los crímenes de guerra y mentiras del Gobierno de EE.UU. al público. (...) No significa que el periodismo está en menor peligro”, afirma en su página web.

Hedges dice que esta apelación significa un año o quizás más en una prisión con difíciles condiciones en la que se sigue deteriorando su salud mental y física.

Assange se encuentra en una cárcel de alta seguridad en Londres, donde fue confinado en 2019. Antes de eso permaneció en su famosa estancia en la embajada de Ecuador en la capital británica, donde se refugió para evitar que lo extraditaran a Suecia por una orden de arresto en su contra por presunta agresión sexual, un caso que fue anulado. En la embajada pasó de 2012 a 2019.

¿Qué dice Estados Unidos sobre Assange?

El Gobierno australiano celebró la reciente decisión de la corte británica y reiteró su pedido de terminar la que denominan “persecución” contra Assange. El primer ministro Anthony Albanese dijo que no sirve de nada mantener a Assange en la cárcel y agregó: "Continuamos trabajando de cerca para conseguir este resultado", según consignó DW.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo recientemente en un viaje a Australia, antes de la decisión de la corte, que entiende las preocupaciones de los australianos, pero que Assange “está acusado de una conducta criminal muy grave en EE.UU. en conexión con su presunta participación en una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia de nuestro país”.

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