Caminando por la décima
13 Agosto 2023

Caminando por la décima

EL LÁPIZ DEL PRESIDENTE

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Los ciudadanos aficionados a los discursos, alocuciones, conferencias y charlas de Gustavo Petro han notado que, así como el director de orquesta blande la batuta durante el concierto, al presidente lo acompaña siempre un lápiz que, a modo de bastón de mando o pararrayos, porta en la mano derecha. A este adminículo le dedica sus décimas de esta semana el profesor Pompilio Iriarte.


El lapicito orejero,
el complemento del metro,
no se parece al de Petro
que es un lápiz pantallero.
El lápiz de carpintero
diseña con mano diestra
la bonita obra maestra:
una mesita, un armario…
El lápiz del mandatario
se muestra porque se muestra. 

Pone el lápiz en la oreja
el buen maestro ebanista,
pues quiere oír el artista
lo que el lápiz le aconseja. 
Del grafito oye la vieja
sabiduría popular
de hacer mucho y poco hablar.
Casi nunca se equivoca
quien, sabio, cierra la boca
y se pone a trabajar.

El lápiz que se respeta
usa siempre el borrador,
pues cumple con la labor
de corregir la carpeta.
Antes que el gobierno meta
la pata hasta la rodilla
hay que enmendar la planilla.
¿El bollo está mal?, pues borre
y ponga “es tamal” y ahorre
el mazacote que humilla.

Los lápices de artesanos
se conocen por la mina:
carbón suave, línea fina,
son la extensión de las manos.
En las zarpas de tiranos
el lápiz es la amenaza,
la cachiporra, la maza,
trazo rudo, mano altiva,
la orden ejecutiva
del gamonal de la plaza.


No fue el lápiz ideado
para hacer lo que no puede:
sacar la bosta que hiede
del fondo del excusado.
Tampoco fue fabricado
para usar como batuta
de la farsa que ejecuta
la banda del director.
Mal concierto, sí señor,
polariza la disputa.
 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más columnas en Los Danieles

Contenido destacado

Recomendados en CAMBIO