¿Adiós al sancocho de pescado y el ceviche de camarones? Calentamiento global amenaza especies clave en alimentación
29 Marzo 2024

¿Adiós al sancocho de pescado y el ceviche de camarones? Calentamiento global amenaza especies clave en alimentación

Crédito: EyeEm

La chilena Andrea Alfaro, profesora de Ecología Marina y Acuicultura la Universidad Tecnológica de Auckland (AUT), está investigando y trabajando con comunidades maoríes potencializando la acuicultura y mitigando la sobreexplotación de especies. ¿Qué podemos aprender de ellos? Esto nos contó.

Por: Redacción Cambio

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El pescado y los mariscos a nivel global están en riesgo. Por el calentamiento global y las prácticas industriales de pesca y consumo, es posible que en algunos años la alimentación humana tenga que cambiar drásticamente. Una científica estudia las prácticas ancestrales de las comunidades maoríes en Nueva Zelanda -una etnia de la región polinésica, que habitaba allí desde antes de la llegada de los europeos- y que ofrecen una pista de cómo podría prevenirse tal futuro catastrófico.

Un estudio realizado por World Resources Institute indica que de aquí a 2050 la producción acuícola -el cultivo y pesca de especies en agua salada y dulce- para alimentación y también conservación de especies tendrá que duplicarse: de 67 millones de toneladas en 2012, tendrá que pasar a 140 para mediados de siglo.

Aparte, un análisis realizado por WWF, titulado Los peces olvidados del mundo y publicado en 2021, indica que un tercio de los peces de agua dulce está en peligro de extinción. 

Así mismo, el estudio Colombia azul publicado por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) y la organización WWF muestra que es necesario redactar políticas públicas de manejo de recursos pesqueros que tengan en cuenta la salud ecosistémica y la dependencia de las comunidades con la pesca. 

Lo cierto es que si no se hace algo al respecto, cientos de comidas tradicionales y comunes en todo el mundo, como el sushi, el ceviche o, en Colombia, el sancocho de pescado, podrían desaparecer. Lo anterior parece menor, pero el impacto en los ecosistemas marinos y de agua dulce sería enorme.

Cada animal tiene un rol fundamental en el equilibrio de su hábitat y su desaparición puede tener consecuencias nefastas.

Por todo esto, la chilena Andrea Alfaro, profesora de Ecología Marina y Acuicultura de la Universidad Tecnológica de Auckland (AUT) está trabajando con comunidades maoríes para aprender sobre sus costumbres y formas tradicionales de cuidado del ambiente. 

“Nuestra dependencia de recursos marinos sigue aumentando y mi enfoque es cómo lo podemos hacer más sustentablemente, más eficientemente, con prácticas pensadas para una producción que alcance para abastecer a los 9 billones de personas que vamos a ser para el año 2035”, explica la académica en conversación con CAMBIO.

Por eso, el estudio busca identificar formas de reducir las enfermedades, aumentar la resistencia de los animales a las temperaturas más cálidas del agua, y encontrar la forma en que los organismos puedan adaptarse más rápidamente a los cambios de temperatura. 

Las lecciones de las comunidades originarias

Alfaro explica que los maoríes están sufriendo las consecuencias de los efectos del cambio climático en sus prácticas de pesca artesanal. “Nosotros lo que hacemos es apoyarlos para que puedan mantener sus tradiciones, costumbres y que no sean reemplazadas por lo que nosotros creemos”, dice.

La académica invita a escuchar a las comunidades originarias para aprender, más no intentar cambiar sus tradiciones, que pueden ser clave para la conservación del medioambiente. Está segura de que el conocimiento de los maoríes puede ser increíblemente útil.

Por ejemplo, cuenta, ellos pescan con base en el ciclo lunar y nunca lo hacen cuando hay una tempestad acercándose. Esto último se debe a que en esos momentos hay algas tóxicas que pueden infectar a los mariscos.

“Tratando de incorporar todos esos conocimientos tradicionales y científicos que tenemos, podemos entender mejor el medioambiente y protegerlo mejor”, dice Alfaro.

Con todo esto, cree que si continúan las prácticas de pesca extensiva y, a veces, sin suficientes controles de conservación, nada va a mejorar: “Ya tenemos los días contados si seguimos haciendo lo mismo”, sentencia la investigadora chilena. Debido a eso, piensa que es clave integrar los conocimientos tradicionales y los científicos en la conservación del medioambiente.

Lo anterior requiere una inversión pública y privada enfocada en la investigación, que de como resultado alternativas y avances para prevenir los daños al medio ambiente.

Andrea Alfaro piensa que otra clave es consumir mariscos y pescado provenientes de pesca responsable. No piensa que la solución esté en no comerlos, sino en tener prácticas sustentables que tomen inspiración de las comunidades originarias, más conectadas con los ecosistemas en donde habitan.

"La clave es producir el conocimiento y hacerlo accesible para todo el mundo. No vamos a ir a cosechar lo que sea que queramos, ya no podemos hacer eso. Necesitamos realmente ser más responsables sobre lo que estamos tomando, cómo lo estamos tomando y ser parte de la solución, en vez de ser egoístas", concluye.

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