Nubia Carolina Córdoba, gobernadora del Chocó.
Crédito: Foto: Gobernación del Chocó
"Con la educación se asciende a la libertad": La historia de Nubia Carolina Córdoba, la primera mujer que ganó la Gobernación del Chocó
Esta es la historia de Nubia Carolina Córdoba Curi, la primera mujer que logró llegar a la Gobernación del Chocó en medio de un fuerte pulso político y en una región donde persisten los problemas sociales pero se lucha por acabar con las brechas de género.
Por: Paola Herrera
Pocas veces como periodista he escrito sobre otras mujeres. Mi editora tuvo la maravillosa idea de darnos a cada una de mis compañeras en CAMBIO la oportunidad de conocer historias de nuestro género y hacerlas visibles en este día conmemorativo, y fue justo en ese momento cuando me encontré con el perfil de Nubia Carolina Córdoba, la nueva gobernadora de Chocó.
Quiero reflejar en estas líneas el poder que sentí mientras escuchaba el relato de su vida, de su lucha y de lo que ha logrado en el difícil mundo de la política. Deseo que este artículo se convierta en una gran inspiración y en una valiosa enseñanza de lo que somos las mujeres en Colombia y de todo lo que podemos alcanzar si contamos con nosotras mismas.
En los 32 departamentos que tiene el país, solo seis mujeres fueron elegidas como gobernadoras en las pasadas elecciones de octubre. La cifra evidencia el camino tan largo que falta por recorrer para que la representación femenina sea más alta, sobre todo en aquellas regiones donde es tan difícil el acceso a las oportunidades.
Que una mujer lleve las riendas de una región puede ser para muchos, aun en este momento, inesperado, porque estamos acostumbrados a que se debe tener la fuerza y carácter asociadas erróneamente solo a lo masculino para combatir la violencia, disminuir las cifras de pobreza, tomar decisiones contundentes e implementar proyectos que le cambien la vida a las comunidades.
Nubia Carolina Córdoba Curi nunca se sintió insegura en esta posición de poder cuando a sus 33 años fue elegida como la primera gobernadora del Chocó, uno de los seis departamentos que para el periodo 2024-2028 quedó en manos de una colombiana.
Siendo hija de padres liberales y nieta de abuelos de ese mismo partido, logró sortear todo tipo de adversidades que se le atravesaron en medio de una campaña en la que sacó, sin esperarlo, la máxima votación y logró derrotar nada más y nada menos que a su gran rival Patrocinio Sanchez Montes de Oca. Ese político tradicional con el que Nubia Carolina se disputaba el cargo, era el representante de uno de los clanes más poderosos en la región, y pese a sus vínculos con todo tipo de escándalos, siempre lideró las encuestas.
El legado de su familia y el coraje de su madre
Sin embargo, llegar hasta allí no fue una tarea fácil. Nubia Carolina Córdoba es bisnieta de Diego Luis Córdoba, otro gran representante de la población afro en el país y un hombre considerado como el padre del Chocó, quien en sus épocas de congresista, a mediados del siglo XX, logró convertir a esa región en un departamento.
Fue justamente el legado de su bisabuelo el que impulsó a la hoy gobernadora a seguir su ejemplo. Ella lo recuerda como uno de los primeros estudiantes afro que hubo en Bogotá en una facultad de derecho durante los años treinta, pero, además, un líder social y una persona que siempre luchó por la educación.
Una de las frases que marcaron la vida de Nubia Carolina fue justamente aquella que rezaba siempre su bisabuelo Diego: “Con la educación se asciende a la libertad, pero con la ignorancia se desciende a la servidumbre”. Esa fue tal vez la mayor enseñanza que tuvo y que le permitió entender que las mujeres en su departamento también debían romper las cadenas.
Y es que aunque la esclavitud de las mujeres negras en la época de don Diego Córdoba ya no era física, se sentía en la falta de oportunidades para todas las que querían salir de su casa y dejar de ser las encargadas de las labores del hogar. Que las mujeres chocoanas llegaran a ser maestras, enfermeras o profesionales en otro tipo de carreras solo se podía lograr si se ampliaba la cobertura educativa.
Fue justamente en eso en lo que trabajó la familia de la gobernadora y esa idea se instaló profundamente en ella cuando se dio cuenta que un cartón significaba mucho más que un título para colgar en la sala de la casa. Lograr graduarse de una universidad era una oportunidad también para compartir su conocimiento y eso lo tuvo claro desde el primer día que entró a estudiar.
Entonces se trasladó a Bogotá y estudió derecho en la Universidad Externado de Colombia. No obstante, ahí no pararon sus esfuerzos y más adelante hizo una especialización en derecho del Medio Ambiente becada por la Universidad de Georgetown, realizó un máster en planificación territorial y gestión ambiental en la Universidad de Barcelona y es la hora que se sigue preparando ya que se encuentra culminando el doctorado en política y gobierno en la Universidad Católica de Córdoba.
Esta mujer afro que cree intensamente en todos los esfuerzos que se deben hacer para educarse, es también políglota y habla cinco idiomas. Todo ese aprendizaje y el hecho de que su familia haya estado conectada siempre en la política, sembraron en ella la vocación del servicio público y por eso decidió entregar su vida y sus conocimientos a trabajar por el Chocó.
No era fácil empezar a trabajar en la región y las oportunidades empezaron a surgir en la capital colombiana donde todo es más difícil. Aún con tantos obstáculos que podían aparecer en el camino, durante el gobierno de Juan Manuel Santos logró vincularse al Ministerio de Ambiente y trabajó de la mano del entonces ministro y hoy canciller, Luis Gilberto Murillo, quien le pidió asesoría para la implementación de políticas públicas en ese sector, que como su departamento, también ha sido históricamente relegado.
Aunque el tema medioambiental era uno de sus fuertes y por eso se especializó en esa materia, su permanencia allí duró poco porque, según sus propias palabras, no le gustan mucho los escritorios y prefiere estar con las comunidades. Su expertis está relacionada con la defensa de los derechos étnicos y los modelos de desarrollo con enfoque diferencial y por eso se fue a los territorios a aplicar lo que había aprendido.
En ese momento empezó su travesía por todo el Pacifico pero también por el Caribe y por Providencia, en donde trabajó con las comunidades raizales, palenqueras y empezó a sensibilizarse con las manifestaciones culturales en cada una de esas zonas. Ese ejercicio le abrió las puertas en el Ministerio de Cultura donde pudo hacer aportes por los derechos étnicos, que según dice, toca pelearlos y toca explicarlos.
En 2018 tuvo su primer intento por ser elegida popularmente y se lanzó al Congreso por su departamento. En aquel momento no le alcanzaron los votos para llegar ya que para el Chocó hay solo dos curules en la Cámara de Representante y, como era de esperarse, los mismos de siempre se quedaron con ellas.
Eso no fue un motivo para pensar que no tenía opciones. Al mejor estilo de los reinados de belleza, Nubia Carolina Córdoba fue el “palo” en ese proceso electoral, porque aunque nadie la conocía en su región, quedó de segunda en las votaciones gracias también al nombre de su madre que durante muchos años fue la única mujer diputada de la Asamblea de Chocó.
El coraje de su madre en la política la impulsó también a seguir insistiendo y cuando su padre, quien también fue un hombre público del departamento, murió, ella se dio cuenta de que debía seguir el camino que su familia le había trazado.
Así llegó a la Gobernación de Chocó
Después de tantos ires y venires en el mundo político y del apoyo que Nubia Carolina Córdoba les brindó a diferentes campañas de candidatos en Chocó, la aguerrida joven decidió crear su propio espacio y competir directamente con su nombre en las elecciones regionales de 2023.
Aunque el Partido Liberal, al que ella pertenece, estaba muy fraccionado en ese momento, y muchos querían que el aval lo recibiera otro candidato, el secretario general de la colectividad se lo entregó a ella porque reconoció su visión y la vio como una oportunidad de ser la renovación que tanto se necesitaba.
Pero como siempre las dificultades no daban tregua, el visto bueno de la bancada llegó cuando apenas faltaban dos meses para las elecciones y eso hizo más complicado el triunfo del que hoy Nubia Carolina se siente muy orgullosa.
El episodio lo recuerda con un mantra: “En la adversidad florece el verdadero temple del ser”. Esas palabras la impulsaron para hacer un trabajo sin descanso, llegar a lugares donde nadie había llegado y hablar con gente que nadie nunca había escuchado.
Su correría política fue también muy particular. Les dijo a las mujeres de su tierra que aprovecharan la oportunidad de tener por primera vez una representación femenina y en ellas el mensaje caló. También lo hizo con los jóvenes, con las comunidades indígenas y con la población más alejada del Chocó, que vieron en su rostro esas ganas de darles lo que realmente se merecían.
Cuando Nubia Carolina Córdoba recuerda sus tiempos de campaña se le viene a la mente aquella vez que llegó hasta el Alto de Andágueda, una zona dominada históricamente por el ELN. Esa fue una experiencia difícil porque el miedo siempre estuvo latente, teniendo en cuenta que la gente le decía que si alguien sale de allá es porque la comunidad permite que salga.
Incluso, ser mujer hizo atizar el temor. Hay cosas que asustan más al género femenino y que seguramente un hombre no las piensa cuando se expone. Esa y otras visitas a lugares muy apartados, hicieron que Nubia Carolina consiguiera los votos que necesitaba para ganar y poder cumplir lo que les prometió a las personas que confiaron en ella.
También bailó, cantó y se tomó las redes sociales para llevar su mensaje. Todo esa labor la adelantó en medio de una gran pérdida que tuvo cuando estaba en uno de sus más grandes eventos de campaña, en el que convocó a 7.000 mujeres para que la acompañaran.
"¡Vamos mujeres!", les gritó a todas las que llegaron a participar en el encuentro en medio de una lluvia torrencial al mediodía en Chocó. Mientras que todas atendieron su llamado, ella recibió una noticia que le cambió la vida: su otra madre, su madrina, la mujer que también la crió, moría en el hospital de Quibdó donde se fue la luz en medio de la tormenta.
Fue a ella, a su madrina, a quien le agradeció el día que ganó. Mientras esperaba los resultados de la votación, Nubia Carolina se alejó para orar y dar gracias a Dios porque aunque se llevó a la persona que más le dio consejos, también entendió que las cosas se ganan trabajando, haciendo hasta el último esfuerzo y con la convicción de que las mujeres también podemos lograr todo lo que nos proponemos.
