Así fueron los días del boxeador canadiense en Colombia antes del golpe que le propinó al policía

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño Díaz

14 Julio 2023 04:07 pm

Así fueron los días del boxeador canadiense en Colombia antes del golpe que le propinó al policía

Al no tener antecedentes penales, un juez ordenó su deportación. Así fueron sus días antes del incidente.

Por: Javier Patiño C.

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Los días de descanso en Ciudad de Panamá para Camilo y Sandra, una pareja de colombianos, terminaron el martes 4 de julio. Al llegar a la sala para abordar su vuelo de regreso, una pequeña chihuahua escondida entre una maleta llamó su atención. Se acercaron y le preguntaron a su dueño el nombre de su mascota. El hombre en un comienzo no les entendía, pero al hablarle en inglés les respondió que se llamaba Luna.

A su llegada al país, el hombre se le acercó a Camilo y se le presentó como Vince Tong Sozio, y le pidió el favor de que le ayudara porque había permanecido dos días en el aeropuerto Tocumén, en Panamá, por haber perdido su vuelo de conexión con Colombia y necesitaba recuperar dos maletas que habían embarcado desde Boston, en Estados Unidos.

Cambio Colombia

Tong llevaba en su pasaporte los stickers de las maletas que habían sido transportadas por Avianca a Bogotá. Pero al llegar al counter de la aerolínea le informaron que su equipaje no había llegado y que debería llenar un formulario de reclamación, cuya respuesta duraría tres días.

La pareja de colombianos le preguntaron en qué más le podían ayudar, el canadiense de 34 años les comentó que había llegado al país para realizarse un tratamiento contra el consumo de drogas y se hospedaría en un apartamento alquilado en el sector del 20 de julio. Luego de despedirse, Tong le pidió a Camilo su número de celular para permanecer en contacto.

Durante varios días, el ciudadano canadiense les comentaba que estaba aburrido porque no había encontrado ningún centro de rehabilitación y que el dinero se le estaba acabando, que aunque tenía deseos de consumir alucinógenos había resistido a la tentación.

En la noche del sábado 8 de julio, Tong le escribió a Camilo que le agradecía mucho su ayuda pero que había decidido regresar a Toronto, su ciudad de origen. Ya había comprado un tiquete para salir el domingo al mediodía del país.

Pero las cosas tomaron otro rumbo: el extranjero no había realizado el papeleo para el ingreso de su mascota al país, así que las autoridades de migración lo retuvieron hasta que solucionara el papeleo y perdió su vuelo.

Desesperado, el lunes 11 de julio contactó a Camilo para contarle lo que le había ocurrido. A las siete de la noche, el colombiano se desplazó hasta el aeropuerto para acompañarlo. Los dos fueron hasta la estación de Policía y a la oficina de migración, donde les explicaron que debería cumplir con la normas del país.

Durante el tiempo que permanecieron juntos, Camilo comenzó a sospechar que algo no estaba bien con Tong Sozio. No quería comer y afirmaba que alguien lo estaba persiguiendo para matarlo. Se escondía y señalaba a las personas que pasaban junto a su lado, hasta que salió corriendo y se perdió dentro de la terminal.

Camilo lo buscó por más de una hora. Le escribió para comentarle que se tenía que retirar porque tenía que trabajar al día siguiente. 

Golpe al policía

El patrullero Jhon Favio Largacha Moreno había llegado a las cinco de la mañana para cumplir su turno en el aeropuerto El Dorado. Su tarea es garantizar la movilidad en la terminal aérea internacional, que en las mañanas es de constante entrada y salida de vehículos.

Luego de una hora y media de servicio pidió permiso a su supervisor para ir a uno de los baños del muelle nacional. Al regresar a sus labores, un acto de un pasajero lo puso en alerta. 

Cuando pasaba frente a la puerta número 4, un hombre en pantaloneta y en pantuflas se le abalanzó. El ciudadano canadiense tenía la intención de quitarle su arma de dotación Sig Sauer, que cargaba en el lado izquierdo. El choque con el uniformado hizo saltar a Luna, su mascota.

El uniformado le recriminó y le preguntó si algo le pasaba, sin obtener respuesta. Su actitud sospechosa lo hizo seguirlo y alertó a sus compañeros de vigilancia, pidiéndoles apoyo.

Durante varios minutos lo siguió, hasta que el extranjero le recriminó y sin mediar palabra le propinó un fuerte golpe de derecha que lo dejó “turuleto”. El uniformado, entrenado en técnicas de defensa, trataba de sostenerse separando con su mano derecha al atacante, y la izquierda alejando al hombre de su arma de dotación.

El ataque generó el rechazo de varios de los pasajeros que transitaban por el segundo piso del muelle nacional, exigiendo respeto a la autoridad.

Luego de varios minutos de forcejeo, uniformados llegaron hasta el lugar para poder separar al atacante y respaldar a su compañero, que estuvo por varios minutos noqueado por el fuerte golpe recibido por el ciudadano canadiense.

captura canadiense

Captura y libertad

Tong fue esposado y llevado a la estación de Policía a la espera de ser presentado ante un juez de garantías para responder por el delito de ataque a servidor público.

En horas de la tarde del mismo martes 11 de julio, las autoridades se enteraron de que Tong era experto en kick boxing y que había perdido nuevamente su vuelo para salir de la capital.

Durante su legalización de captura en la URI de Engativá, el extranjero recalcó que en el momento de ser capturado tuvo dificultades de traducción y que llevaba varios días sin tomar líquidos ni comer alimentos.

La Fiscalía le imputó el delito de violencia contra servidor público. Sin embargo, el extranjero no aceptó los cargos, a pesar de los videos de las cámaras de seguridad y de que los testigos mostraran lo contrario.

Como la Fiscalía no le solicitó al juez medida de aseguramiento, Tong fue puesto a disposición de Migración Colombia, que realiza los trámites administrativos para su expulsión del país.

Luego de revisar que Tong no tenía antecedentes penales y que la incapacidad del uniformado era inferior a 30 días, el juez ordenó su deportación de inmediato del país. 

El ciudadano logró su objetivo de regresar a su país en compañía de su pequeña mascota, mientras que el patrullero Largacha tiene 20 días de incapacidad.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí