Diomedito, a cantar a la Fiscalía

Los acordeones aún sonaban cuando miembros del Ejército y la Policía  ingresaron a una ranchería de Uribia, La Guajira, el pasado lunes 10 de julio, para ejecutar una misión que venían planeando desde hacía meses: la captura de Edicto Segundo Castañeda, conocido en el mundo del hampa como alias el Cóndor. El hombre, que sorbía los últimos tragos de una amanecida, bebía todavía con varios de sus hombres de confianza. Todos fueron arrestados .

Uno de ellos era nadie menos que Enaldo Barrera Hernández, más conocido como Diomedito, un cantante del departamento del César que había recibido hace más de dos décadas la bendición del mismo Diomedes Díaz.

La Policía le venía siguiendo la pista por ser una de las personas que el Cóndor usaba para adquirir propiedades y coordinar el envío de cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos y Centroamérica.

Diomedito tenía sus antecedentes. Entre su prontuario sobresalía una captura en 2001 por intentar meter a Estados Unidos una maleta repleta de cocaína, delito por el que tuvo que pagar una condena de diez años en ese país.

La vida le dio una nueva oportunidad en 2012, cuando volvió a los escenarios y recobró poco a poco el cariño de sus seguidores, que asistían a sus conciertos porque su voz les recordaba la del'Cacique de la Junta'.

De hecho, Diomedito tenía planeado lanzar, el sábado 15 de julio en La Mesa, Cundinamarca, el lanzamiento de un nuevo trabajo discográfico, llamado Buscando un amor, proyectos que ahora deberá dejar a un lado para cantar e ir a  la Fiscalía, que le tiene armado un caso por narcotráfico.

De acuerdo con la investigación, coordinada con agencias de Estados Unidos, la organización del Cóndor y Diomedito contaba con la mayor capacidad de tráfico y control sobre plataformas de salida para narcotraficantes inversores en Colombia y Venezuela, con envíos mensuales hasta de ocho toneladas de droga.