Cinco propiedades del nuevo "esmad" que preocupan a los expertos

El desmonte del Esmad no se hizo realidad, como lo había prometido el presidente Gustavo Petro durante su campaña. En su lugar, el nuevo Gobierno decidió cambiarle el nombre, y llamarlo Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo). 

Eso sí, la nueva unidad estableció protocolos diferentes para actuar durante las protestas y demás situaciones de orden público.

Algunos de los cambios principales fueron que, en principio, no acompañarían el desplazamiento de las manifestaciones, ni tampoco responderían a las confrontaciones verbales. Tampoco serán los primeros en responder ante ciertos tipos de confrontaciones físicas. La única forma en que pueden entrar en confrontación es si está en riesgo la vida o el bienestar de la ciudadanía. 

Los demás protocolos son similares a los del antiguo Esmad. Sin embargo, ahora, hay cinco puntos que preocupan a organizaciones de la sociedad civil. La Fundación Karisma y Temblores ONG consideran que estos cinco puntos se salen del carácter de la institución y podrían extralimitar los poderes de la Undmo. 

1. La Policía será la única que podrá intervenir

De acuerdo con varios de los artículos de la nueva resolución, la Policía ahora ampliará sus funciones en medio de los espacios de protesta. Una de sus nuevas funciones será la de coordinar los servicios de salud, cuando consideren que se requiere, en espacios de protesta. 

La Fundación Karisma y Temblores ONG dicen que no es responsable que la Policía sea la única institución presente durante la protesta; y sugieren que debería haber presencia de secretarías distritales de salud y demás autoridades locales que también puedan proteger a los manifestantes. 

2. Usará datos de fuente abierta para vigilar

La resolución señala la posibilidad que tendrá la Policía de hacer uso de diversas fuentes de información para monitorear previa, durante y posteriormente los movimientos de los manifestantes en las protestas. 

Los nuevos protocolos permiten colegir que el Undmo podría acudir a datos de fuente abierta –es decir, aquellos que se pueden encontrar en internet y redes sociales– para hacer seguimiento a los manifestantes. 

Pilar Sáenz, coordinadora del laboratorio de seguridad digital y privacidad K+LAB, señala que el uso de fuentes abiertas para el monitoreo de la ciudadanía atenta contra las libertades ciudadanas: “Por ejemplo, el artículo 20 plantea que en la etapa de anticipación los Comandos Metropolitanos de la Policía podrán desplegar acciones para recolectar información sobre hechos que puedan afectar el derecho a la reunión. Estas son tecnologías que en el pasado ya se han aprovechado para la vigilancia masiva y para perfilar personas a partir de información en internet, o para tachar de falsas las denuncias sobre abusos policiales”, asegura. 

3. Dialogará, pero no está claro cuándo

Uno de los principales cambios planteados en la transformación del Esmad en Undmo es que primará el diálogo. Sin embargo, no hay claridad sobre cómo será ese diálogo, ni sobre dónde se dialogaría ni cuáles serían los estándares de ese diálogo.

Lina Porras, investigadora del observatorio de violencia policial y la plataforma GRITA, de Temblores ONG, dice: “No se especifica en ningún momento cuáles son esas herramientas de diálogo más allá de la creación de un cuerpo llamado EDI”. Porras agrega que los protocolos del uso de la fuerza sí son explícitos sobre todas las armas y herramientas que podrán utilizar para controlar la manifestación. Sin embargo, no explica en qué momento los uniformados entrarán a hacer uso de las armas. 

Estas armas son las mismas que utilizó el Esmad. 

4. Grabará las manifestaciones

De acuerdo con las nuevas funciones, la Undmo deberá hacer un monitoreo constante de la manifestación a través del uso de transmisiones en vivo, drones y archivos de video. Sin embargo, hay un vacío sobre quiénes tendrán acceso a ese material, por cuánto tiempo, ni mucho menos si serán de carácter público para que toda la ciudadanía pueda vigilar las acciones de la intervención de la Unidad. 

Lo que sí es claro es que el material recolectado podrá ser utilizado, en caso de ser necesario, para respaldar investigaciones y procesos judiciales. “En caso de poder ser usado en procesos judiciales, la Policía debe garantizar el acceso a este material por parte de la ciudadanía”, dice Pilar Sáenz.

5. La capacitación en derechos humanos será impartida por la propia Policía 

Las capacitaciones alrededor del manejo de derechos humanos para los uniformados, así como el manejo del uso de la fuerza son impartidas por miembros de la misma Policía. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos insisten en que es pertinente que sea la sociedad civil la que brinde esas capacitaciones –o al menos participe de ellas–, y que queden incluidas en los manuales de los uniformados.