Conductor de líder indígena asesinado en Nariño fue cómplice del homicidio

En la mañana del 11 de febrero de 2023, el líder indígena Marcos López Enríquez viajaba con una comitiva desde el municipio de Mallama hacia Ipiales, Nariño, para participar en la mesa regional permanente de concertación de los pueblos indígenas de Pasto y Quillasingas.

López Enríquez se desplazaba en un vehículo de su propiedad, en compañía de su esposa; el gobernador Nixon Garrido, del resguardo indígena El Gran Mallama; su secretaria y Jaime Víctor Hugo Garrido, quien conducía el vehículo.

De pronto, fueron interceptados, cerca del municipio Sapuyes, por un vehículo de alta gama. Tres hombres desconocidos bajaron a López del carro, lo apartaron del lugar y le dispararon dos veces. La muerte fue instantánea.

Ante la importancia que tenía López Enríquez para la comunidad indígena de Nariño, un grupo especial de la Dijin de la Policía empezó a investigar y dio con los sicarios. Fueron identificados como Luis Humberto Trejos, alias Juanino; Luis Humberto Gil, alias PH, y Elvis Malpica, alias el Veneco.

Según la investigación, los tres sospechosos, capturados en Ipiales, Nariño, el pasado 3 de mayo, trabajaban desde hace más de tres años al servicio del ELN en actividades sicariales, comercialización de armas de fuego y tráfico de estupefacientes. 

Pero el caso no se cerró. Los investigadores de la Policía supieron que, una vez se enteró de la captura de los tres delincuentes, Jaime Víctor Hugo Garrido Narváez, conductor del carro en el que se desplazaba López, había huido hacia Ecuador, donde permaneció un par de meses, mientras se calmaba la investigación. Luego, retornó a Nariño, donde fue capturado por las autoridades colombianas.

Resulta que los investigadores habían logrado establecer que la célula urbana del ELN, comandada por Luis Humberto Trejos Riascos, con injerencia criminal en los municipios de Ipiales, Los Pinos, Mallama y Ricaurte, en Nariño, había coordinado con Garrido Narváez para que colaborara en el homicidio de Marcos López Enríquez.

La investigación también encontró que Víctor Hugo Garrido Narváez estaba privado de la libertad en el resguardo indígena El Gran Mallama, cumpliendo una sentencia condenatoria de ocho años en la Casa de Sanación, por los delitos de violencia intrafamiliar y tortura, pero que frecuentemente –por disposición del gobernador del resguardo– cumplía funciones de conductor en la zona.

Garrido fue capturado en vía pública de la vereda Curcuel, municipio de Mallama, y se encontraba aproximadamente a diez kilómetros del lugar donde debería estar retenido. Luego, fue presentado ante un juez de control de garantías por los delitos de homicidio agravado, tráfico de armas de fuego y hurto agravado. El juez le dictó medida de aseguramiento en la cárcel de Túquerres, Nariño.