Matar al profe Armando: el crimen que convulsionó a Sucre y puso a llorar las gaitas
4 Noviembre 2024 09:11 am

Matar al profe Armando: el crimen que convulsionó a Sucre y puso a llorar las gaitas

Armando Luis Rivero, el profesor asesinado en Sucre.

Esta es la historia del asesinato de Armando Luis Rivero, profesor, gestor cultural y uno de los líderes del Festival Nacional de gaitas. Según la Fiscalía, dos miembros de su propia familia habrían participado del crimen por motivos económicos.

Por: Rainiero Patiño M.

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La presencia numerosa de aves rapiña alertó a un habitante del corregimiento de San Luis, en el municipio de Sampués, sobre un terrorífico hallazgo la tarde del miércoles 17 de julio. Unos restos humanos habían sido botados debajo de un puente en la vía que conduce a la población vecina de la Ceja del Mango, en San Benito Abad (Sucre). La escena era dantesca, porque en el momento del hallazgo las aves estaban picoteando sobre el cuerpo, contaron los testigos.

Hasta el lugar llegaron las autoridades y, a las pocas horas, hicieron presencia los familiares del profesor Armando Luis Rivero Manjarrés, entre estos su exesposa Juana Yanet Perea Amud y su hijastro, Jhofran Orozco Perea, quienes confirmaron que se trataba del cuerpo del profesor.

Rivero había sido reportado como desaparecido desde el 12 de julio. Y alrededor del extraño hecho se habían tejido múltiples versiones. Ninguna de esas, sin embargo, terminó siendo tan macabra como lo que los investigadores han logrado confirmar hasta ahora.

Así es la historia de un crimen que convulsionó el mundo cultural del departamento de Sucre y, especialmente, el municipio de Ovejas, donde Rivero gozaba de reconocimiento debido a su trabajo como docente, organizador y presentador oficial del Festival Nacional de Gaitas.

Era tan relevante el papel de Rivero en el mundo cultural del departamento que el día de la confirmación de su muerte, el propio ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa, publicó un mensaje lamentando el hecho.

“Hoy, una vez más, las gaitas y las tamboras retumban con dolor por la violencia infame. Ha sido asesinado Armando Luis Rivero, consejero cultural de Sucre, comunicador, profesor, y organizador del festival nacional de gaitas de Ovejas”, escribió el ministro.

La voz de Rivero era también la voz de la fiesta cultural más importante del municipio, de ahí que muchos lo veían como uno de los representantes de la gaita colombiana ante el mundo.

Lo que en principio se creía que podía ser un acto de la delincuencia común, con el paso de los días ha sido desvelado como un entramado criminal ejecutado por quienes menos se esperaba. 

Una camioneta quemada

La hoja de vida de Rivero estaba repleta de reconocimientos. Además de docente, también era gestor cultural y locutor de una emisora local de Ovejas. En el momento de su muerte era el rector de la Institución Educativa Gavaldá, en el municipio de Guaranda.

Imagen camioneta Armando Rivero
Así fue encontrada la camioneta del profesor Rivero, en una zona rural de Córdoba. Foto Cortesía

Lo último que se supo del profesor fue que había salido de su casa hacia el corregimiento de Gavaldá, para trabajar, pero que en el camino había recibido una llamada que le hizo cambiar la ruta ese 12 de julio.

Al día siguiente su camioneta, de color gris y marca Renault Duster, fue hallada incinerada en una zona rural de la vereda La Esmeralda, en el municipio de Tuchín, en Córdoba. Habitantes de la zona dijeron que unas personas habían prendido fuego al vehículo y luego se habían marchado en una motocicleta.

Esto provocó múltiples reacciones de las autoridades, como la Gobernación de Sucre, la Secretaría de Educación departamental y el Fondo Mixto de Cultura. Incluso se llegó a decir que Rivero podía estar en manos de grupos armados ilegales que operan en la zona. Algunos colegas docentes realizaron una marcha para exigir su liberación. Y la Gobernación de Sucre hasta alcanzó a ofrecer una recompensa de 20 millones de pesos por información que sirviera para establecer su paradero.

Sin embargo, luego del hallazgo del cuerpo tres días después, y gracias a la investigación liderada por la Fiscalía Seccional de Sucre, la historia dio un giro total.

Por medio de interceptaciones telefónicas y seguimientos, entre otras labores judiciales, los investigadores pudieron determinar que Juana Yanet Perea Amud y Jhofran Orozco Perea, la excompañera sentimental y el hijastro de la víctima, respectivamente, habrían participado en el crimen de Rivero.

La detención

Perea Amud y Orozco Perea fueron detenidos el 1 de octubre, después de labores de registro y allanamiento realizadas en las calles y diferentes inmuebles de los barrios La Pajuela, Villa Natalia y Olaya Herrera de Sincelejo. En el operativo fueron incautados seis computadores portátiles, siete celulares, tres tabletas y un disco duro.

Los uniformados del CTI de la Fiscalía y del Gaula de la Policía Nacional también capturaron a Osneider Tapia Meza, a quien hallaron usando el teléfono celular del profesor Rivero.

A una de las audiencias del caso fue citado Anderson Javier Fontalvo Reyes, amigo del hijastro del docente, quien ante la primera pregunta del fiscal contó detalles de lo que realmente habría sucedido.

Fotos de los operativos de la investigación Armando Rivero
Foto de los operativos de la investigación difundida por las autoridades.

Lo primero que dijo Fontalvo fue que conocía a Orozco y a su madre porque desde hace varios años, de manera ocasional, les realizaba trabajos de soldadura. Además, contó que alrededor de las 9 de la mañana del 12 de julio de 2024, el hijastro de Rivero se presentó en su casa y que durante su visita recibió una llamada telefónica del profesor.

“Quedaron de encontrarse entre las 12 y las 12:30, para hacerle un cambio de aceite al carro del profesor. Lo sé porque tenía el teléfono en altavoz. Hablaron de unos dineros que Jhofran le tenía que entregar al profe. Terminó la llamada y se fue”, narró ante la Fiscalía.

Fontalvo señaló que después tuvo que llevar a su esposa a una cita médica. Que Orozco le volvió a marcar varias veces como a las tres de la tarde, pero no le respondió porque iba manejando su motocicleta. Más tarde le respondió y Orozco le preguntó si podía llegar a su casa. Le dijo que sí. Orozco llegó a la casa del soldador a bordo de una camioneta gris.

Según el relato de Fontalvo, Orozco le pidió que lo condujera hasta su casa porque iba a recoger la moto y que iba a llevar la camioneta a un sector conocido como Las Palmas y que el hijastro del profesor se fue en la silla trasera del vehículo. Cuando llegaron a la casa, Orozco Perea le dijo a Fontalvo que se adelantara en el carro, porque tenía que cambiarse de ropa. Él llegaría en la moto.

El testigo contó que cuando llegaron al sector de las Palmas, se detuvieron frente a la finca de un amigo de Orozco conocido como el paisa, delante de unos lotes campestres.

“Estaba nervioso. Le pregunté qué tenía y me dijo que ya había hecho lo del profe, que lo había matado y lo tenía en la parte de atrás de la camioneta, en el baúl. No fui capaz de mirar. Le dije que no iba a ser partícipe de eso. Me dijo que ya había manejado el carro, que iba a dejar la moto donde el paisa y que iba a ver dónde lo dejaba (el cuerpo)”, relató Fontalvo en la audiencia.

Y ante la negativa del amigo, Orozco dejó la moto en la finca, se montó y se fue en la camioneta, explicó Fontalvo, que después, según sus palabras, tomó un mototaxi hasta su casa. Dijo que llegó ahí a las 6 de la tarde y que a las 7:50 Orozco se presentó otra vez en su moto.

“Le pregunté qué había hecho y me dijo que no sabía cómo se llamaba el sitio, pero que lo había tirado por un puente. Me hizo varias observaciones, que no lo fuera a echar para adelante”, contó el testigo.

Armando Rivero presentando a Toto la Momposina en uno de los festivales de gaitas.  Foto de Redes Sociales.
Armando Rivero presentando a Toto la Momposina en uno de los festivales de gaitas.  Foto de Redes Sociales.

El fiscal del caso, a su vez, señaló que “que la parte técnica y científica que ha investigado la Fiscalía, permite inferir que este ciudadano (Orozco Perea) mintió; y que, por tanto, aunado al interés económico que tiene la distribución de los bienes del hoy occiso, permiten inferir que este tuvo participación directa en los hechos que terminaron no solamente con la desaparición y posterior ocultamiento de su paradero, sino también en el homicidio e incineración de su vehículo”.

Culpa y despedida

Ante los testimonios y las evidencias, Orozco reconoció tener responsabilidad en el asesinato del profesor Rivero y pidió perdón tanto a su madre como a la comunidad educativa y cultural de Ovejas. Además, dijo que iba a hacer que los demás responsables también pagaran por el delito.

El cuerpo fue hallado con varios impactos de bala, según el reporte judicial. Y el ataque, se presume, se habría dado en el interior de la propia camioneta de la víctima.

"Que también quede en voz pública la total y absoluta inocencia de mi madre, Juana Pérez Amud, y de mi hermana Tania Marcela Orozco Perea, las cuales jamás participaron y mucho menos ocultaron algún suceso relacionado con este homicidio. Ella también es víctima y quiero y espero que se le reconozca tal condición. Espero el perdón principalmente de Dios y de todos ustedes", leyó de un documento el hijastro de Rivero.

Aunque la defensa de la profesora Perea insistió en su inocencia, la Fiscalía presentó los informes de seguimientos telefónicos que demostrarían que la mujer habría participado del plan de su hijo.

Los datos de antenas y celdas de su teléfono móvil y de otros a los que los investigadores le siguieron la pista permitieron establecer, según la Fiscalía, que madre e hijo tenían conocimiento de la ubicación del cuerpo del profesor Rivero desde el 14 de julio y que nunca reportaron esto a las autoridades.

En la audiencia también se señaló que la profesora Perea habría mentido cuando indicó que el día en que supuestamente se enteró de la aparición del cuerpo de Rivero se encontraba en la iglesia, porque según una imagen de una cámara de seguridad aportada por los investigadores del caso, la mujer estaba en su propia casa. De ahí que, por ocultar dicha información, le fue imputado el delito de desaparición forzosa.

Capturados por el crimen de Armando Rivero
Los capturados como sospechosos de ser responsables del crimen del profesor Rivero. 

Expareja e hijastro: acusados de secuestro y asesinato

Este 28 de octubre, la Fiscalía General de la Nación confirmó la judicialización de Perea, Orozco y Tapia Meza, por su aparente participación en el secuestro y posterior asesinato del docente, gestor cultural y locutor. Además, dijo que los motivos del crimen serían económicos.

Rivera y Perea habían terminado su relación hace algunos meses y el profesor había decidido reiniciar su vida con otra persona.

Por decisión del juez del caso, Perea Amud y Orozco Perea deben ser enviados a una penitenciaría; mientras que Tapia Meza deberá afrontar el proceso judicial en libertad.

El hijastro de Rivero será enviado a la cárcel La Vega, en Sincelejo, en donde se espera que llegue a un preacuerdo con la Fiscalía, según lo expresado por su abogado durante la audiencia. La exmujer del profesor Rivero, al ser servidora pública en calidad de docente, deberá ser trasladada a un centro de reclusión especial.

La mañana del 24 de julio, las calles de Ovejas se llenaron de gente para despedir a Rivero. La multitud vestida de blanco y portando globos y banderas vio cómo el carro de bomberos le abría el paso a la carroza fúnebre. Varios de los mejores intérpretes de la música de gaita se congregaron para cantar y tocar para su amigo, la voz que antes los presentó a ellos en la tarima.

“Hoy la dulce melodía de la gaita es un lamento/ y un enorme sentimiento nos tiene sin desconsuelo/ y, aunque te fuiste al cielo, aquí en Ovejas te siento”, cantó en décima y en medio del llanto uno de los espontáneos amigos.

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