
El tren de La Dorada a Chiriguaná será el único que vería la luz en esta administración.
Crédito: CAMBIO
¿Se descarrilaron los trenes de Petro?: dos años de promesas y estudios y nada de ejecución
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El ambicioso plan del gobierno de Gustavo Petro de revivir la red ferroviaria en Colombia es cada vez más lejano. Según un informe del Congreso, solo uno de los seis grandes trenes prometidos por el presidente será licitado, mientras que los demás no han salido de la etapa de prefactibilidad. CAMBIO revisó los proyectos y le cuenta en qué va cada uno.
Por: Paola Herrera

Una de las grandes promesas que el presidente Gustavo Petro hizo en su campaña fue reactivar los ferrocarriles en Colombia. Ya en el gobierno, lograr este propósito se convirtió en una de las banderas del mandatario, quien propuso la construcción de nuevos trenes y los incluyó en su Plan Nacional de Desarrollo.
A pesar de la importancia de revivir la red ferroviaria para lograr una intermodalidad en el transporte de carga y pasajeros, en los dos años y medio que lleva la actual administración es poco o nada lo que se ha avanzado en ese propósito.
Así lo confirma una denuncia de Miguel Uribe, senador del Centro Democrático, quien con información del Ministerio de Transporte hizo un balance de los proyectos prometidos versus los que se han puesto en marcha. Según el documento, hay un cero por ciento de avance en la ejecución de la meta que se trazó en el plan del gobierno Petro.

CAMBIO también revisó cada uno de los proyectos para conocer el estado que están, así como los plazos para ejecutarlos. A hoy, el único tren que tiene opciones de ser construido es el de La Dorada-Chiriguaná. Entre tanto, el Ferrocarril del Pacífico, que era un megaproyecto, tuvo que ser recortado por sus altos costos. Por último, otras grandes iniciativas siguen en una eterna fase de estudio.
Muchos estudios, poca ejecución
En el Plan Nacional de Desarrollo se estableció que unos 1.817 kilómetros de vías férreas en todo el territorio nacional iban a dejarse construidos o rehabilitados durante el cuatrienio.
No obstante, a la fecha ni un solo kilómetro ha sido intervenido y, en el caso de las vías nuevas, no se ha puesto el primer 'riel' para empezar a construirlas.
A pesar de que se han hecho estudios de cada proyecto, la mayoría están inacabados y han quedado en etapa de prefactibilidad: la fase en que se decide si una obra es viable o no. Hay que recordar que después de la prefactibilidad sigue la factibilidad, cuando se definen los diseños, costos y tiempos. Luego se hace la estructuración. Con lo anterior aprobado, puede abrirse una licitación para darle paso al proceso de contratación de cada ferrocarril.
Sobre esto, el senador Uribe cuestionó la falta de claridad en la definición de la meta gubernamental, ya que “no se distingue entre las vías que serán estructuradas y las que serán adjudicadas. Tampoco se especifica el nivel de avance en los proyectos estructurados, puesto que no es lo mismo dejarlos en prefactibilidad que en factibilidad”.
De los seis proyectos férreos que el presidente Petro prometió, cinco siguen en estudios y solo el de La Dorada-Chiriguaná logró avanzar hasta la apertura de la licitación. Ese proceso es el único que está andando. Se espera que en abril de este año sea adjudicado el contrato para empezar la ejecución del mismo.
La Dorada-Chiriguaná: el único tren que Petro dejará andando
A través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el gobierno Petro impulsó la reactivación del Corredor Férreo Central que va desde La Dorada, en Caldas, hasta Chiriguaná, en el departamento de Cesar. Aunque la vía del tren ya existe, desde el Plan Maestro Ferroviario del gobierno anterior empezó a estructurarse un proyecto para rehabilitarla y concesionar el ferrocarril.
En total son 522 kilómetros para conectar el centro del país con la costa Caribe. Después de realizar varias audiencias de socialización en Caldas, Antioquia y Cesar, y de terminar la estructuración, la ANI abrió en agosto del año pasado el proceso para iniciar la contratación de este tren que tendrá un valor de 3,4 billones de pesos.

Aunque el trámite estuvo envuelto en varios cuestionamientos por la falta de interés en el mismo, y según las revelaciones de CAMBIO algunas de las empresas interesadas eran ficticias, finalmente a mediados de febrero se cerró el proceso de recepción de ofertas. Tres grandes consorcios con presencia de empresas de España, Portugal y Colombia entregaron su propuesta para quedarse con la licitación.
Aunque este es el único tren de los prometidos por Petro que está avanzando, un ingeniero experto en ferrocarriles que habló con CAMBIO asegura que no responde a las realidades actuales del sector, ya que en la estructuración y diseño se omitió el cambio de ancho de la trocha.
El Gobierno, entre tanto, insiste en que ese tren es una realidad y que ayudará a mejorar las condiciones de transporte para las regiones por donde pasará. Además, aumentará el transporte de mercancías, generará empleo y mejorará la competitividad del país.
Los trenes que siguen en estudio
Uno de los más ambiciosos proyectos férreos de los que ha hablado el presidente Gustavo Petro es el que busca conectar el océano Pacífico con el Atlántico, también llamado Ferrocarril Interoceánico, que se convertiría en una alternativa al Canal de Panamá.
Aunque la idea ha sido bien recibida por las comunidades en la región, los entes territoriales y los expertos, será muy difícil concretarla antes de que finalice el gobierno actual. La razón es que todavía sigue en etapa de prefactibilidad, la cual está siendo adelantada por la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (Upit).
Esa entidad, que ya calculó el valor de ese tren en 60 billones de pesos, informó hace un par de meses que no ha terminado los estudios de viabilidad, aunque debía entregarlos en diciembre de 2024. Lo más grave es que, según su directora, le falta un año más para poder pasar a la siguiente etapa.
Lo anterior significa que los tiempos no dan porque, como ya se mencionó, después de la prefactibilidad seguiría la factibilidad y posteriormente la contratación. Este proceso requiere, como mínimo, de un año y medio o dos. Por ende, ya no estaría en manos de la actual administración.
El otro tren que quería dejar el presidente de Colombia es el Ferrocarril del Pacífico. El proyecto que se pensó inicialmente era muy grande y, según la prefactibilidad que hizo la Financiera de Desarrollo Nacional, todo el ferrocarril, que se conectaría con el Corredor Férreo Central, costaba unos 120 billones de pesos.
Por esa razón, se decidió acortar la idea y priorizar solo uno de los tramos: el de Buenaventura a Palmira, que tiene un valor de 22 billones de pesos. Lo que se hará es seguir a la etapa de factibilidad estudiando solo ese pedazo, pero por ahora dicho proceso sigue estancado.

El tren para conectar a Bogotá con el Corredor Férreo Central también sigue en estudios. Aunque ya se definió el trazado que irá por Barrancabermeja, el 31 de diciembre se tenía que entregar el resultado de la prefactibilidad, pero eso tampoco pasó. La Financiera de Desarrollo Nacional debe esperar ese documento para avanzar a la siguiente fase.

Finalmente está el tren del Catatumbo. Este proyecto con el que se buscaba mejorar la conectividad en una de las zonas más violentas de Colombia está siendo diseñado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP). No obstante, esa entidad tampoco ha avanzado a la fase dos del proyecto, es decir a la factibilidad, y por ende todavía no se sabe si será viable o no.
Más trenes en veremos
El senador Miguel Uribe también advirtió retrasos en la ejecución de la conexión férrea que va desde Villavicencio hasta Puerto Gaitán, en el Meta. Esto, aunque el presidente Petro se ha referido continuamente a este proyecto. Incluso dijo que lo construirían los ingenieros militares; sin embargo, ni siquiera quedó incluido en el Plan de Desarrollo.
Finalmente, el tren del Caribe, que busca conectar las tres ciudades costeras más importantes de Colombia (Cartagena, Barranquilla y Santa Marta) para transportar pasajeros y carga, se quedó varado en la prefactibilidad porque no hay recursos para concluir los estudios y diseños.
Aunque el mandatario se comprometió a dejarlo contratado, es incierto quién pagará el trámite que falta para que la iniciativa pueda avanzar.
Por esa razón, para el senador Miguel Uribe “este Gobierno no iniciará la etapa de construcción de ningún proyecto férreo. Los tiempos no le dan y el avance ha sido prácticamente nulo. Gustavo Petro dejará el poder en 2026 sin haber dejado en operación los proyectos férreos claves para el desarrollo del país”.
CAMBIO le pidió al Ministerio de Transporte un pronunciamiento sobre este panorama incierto para los ferrocarriles de Colombia. Sin embargo, la cartera aún no ha dado respuesta sobre la hoja de ruta que seguirá con el fin de mejorar las expectativas detrás de cada uno de estos proyectos.
