Se vende como panela, sabe a panela, pero no es panela
26 Junio 2023

Se vende como panela, sabe a panela, pero no es panela

Desde hace más de un año, los paneleros atraviesan una profunda crisis económica: el precio de la panela ha caído tanto que ya ni siquiera alcanza para cubrir los insumos. A esto se suma la entrada al mercado de productos artificiales que, según ellos mismos, les ha robado más del 40 por ciento del mercado.

Por: Maria F. Fitzgerald

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Al ritmo de Qué bonita es esta vida, Jorge Celedón y Andrés Cepeda celebran que están tomando Panelada. Juntos, cantan y dicen que, con el mejor sabor de la panela tradicional y un delicioso toque de limón, podrán refrescarse.  

Mientras cantan alegres en el anuncio, en letra menuda el comercial advierte que ese es un producto con edulcorantes y con aditivos, que tiene apenas 4,5 gramos de panela molida, además de sabor a limón añadido. 

Los paneleros del país, que llevan meses en crisis y hace un mes entraron en paro, consideran que el hecho de que este producto se venda como panela es indignante. Aseguran que tanto la Panelada, como otros productos que usan panela en polvo, les han arrebatado casi el 48 por ciento del mercado y, además, están incumpliendo la ley que a ellos, los paneleros, no les permite innovar en sus productos. 

 

Una industria en crisis

La crisis de la panela es un fenómeno largo y de muchas aristas, que año tras año, y sobre todo después de la pandemia, se ha ido agravando. Solo en Nariño, 12.000 hectáreas están paralizadas y más de mil puestos de trabajo quedaron abandonados. La razón: están trabajando a pérdida. La situación, principalmente la de los pequeños y medianos productores, es insostenible y eso es especialmente preocupante porque la panela es el segundo producto del agro colombiano que produce mayores empleos y ganancias.

La duplicación en los precios de los insumos, que se inició con la guerra en Ucrania y no ha descendido, llevó a que un kilo de nitrato de potasio –que antes podía costar 80.000 pesos– cueste hoy en día entre 180.000 y 200.000 pesos. Algo parecido sucede con los demás insumos. 

Carlos Mayorga, director de Fedepanela, explicó a CAMBIO que, además, la mano de obra es escasa, lo cual incrementa los costos de producción: “La mano de obra es bastante cara porque es muy difícil de conseguir quien quiera meterse al campo. Esto, en una industria tan fuerte a nivel agroindustrial como es la panela, resulta creando un problema difícil de resolver”. 

Los otros factores que afectan a la industria panelera son los cierres de la vía Panamericana, que perjudican la producción en Nariño, y las oleadas invernales, que destruyen los cultivos.  

De acuerdo con Nixon Mora, representante de los paneleros de Nariño, todos estos problemas era posible enfrentarlos hasta hace poco. El tema es que hoy la competencia ya no se presenta en igualdad de condiciones. La llegada de productos como la panela en polvo ha cambiado los hábitos de consumo; principalmente, aquellos productos que dicen tener las mismas características de la panela tradicional, pero en realidad no las tienen. 

 

La panela en polvo y la panela en botella

“Se te vende un producto que, se supone, cumple con las mismas funciones de la panela tradicional. Incluso, tú ves que en los comerciales ponen estas botellas al lado de la panela en bloque y de los limones. Pero esto es un engaño para el consumidor, que simplemente se está avalando con publicidad que podemos calificar de engañosa”, asegura Mora. 

El engaño consiste en que el sobre, de 29 gramos, lo venden como panela y, sin embargo, el contenido de panela es apenas 4,5 gramos. Lo demás son aditivos. 

“Este producto contiene 16 ingredientes, de los cuales 13 corresponden a aditivos. Algunos aditivos usados en producción industrial de alimentos podrían afectar la salud. Según los criterios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y lo establecido en la Resolución 2492 de 2022 este producto excede la cantidad recomendada de consumo de azúcar, sodio y contiene edulcorantes”, reclama el colectivo No comas más mentiras. Sin embargo, el producto cuenta con las todas las licencias de funcionamiento y comercialización. 

Para los paneleros es un misterio el hecho de que Fedepanela, la federación encargada de representar a los paneleros de todo el país, haya avalado el producto: “Están infringiendo la ley que nos constituye a todos como productores y que ha llevado a que la innovación sobre el uso de la panela haya quedado bastante restringida. Principalmente porque esta ley, que se ha renovado desde 1979 hasta 2003, prohíbe incluir aditivos a cualquier producto que se relacione con la panela. Sobre todo, prohíbe incluir aditivos que puedan dañar la calidad o causar graves afectaciones a la salud, como es el caso de los edulcorantes”, asegura Nixon Mora. 

Lo que más cuestionan los paneleros es que ellos, para poder funcionar, deben ceñirse a las leyes colombianas que les prohíben agregar aditivos a sus productos y sólo por eso pueden comercializarlos como panela: “Nosotros justamente no hemos podido innovar en nuestros productos porque por ley no podemos agregar ni hacer ningún tipo de modificación. ¿Por qué ellos sí quedan avalados entonces?”.

Mayorga asegura que Fedepanela no avaló el producto, sino el hecho de que, en efecto, utiliza panela en su composición y que, además, es panela colombiana. Pero, para él, este aval no es realmente el problema. Lo que ocurre, de fondo, ha sido un cambio de hábito en el consumo de este producto. 

“Durante 2022 el colombiano promedio redujo a la mitad su consumo de panela, pasando así de 30 kilos anuales a solo 15. Esto no viene de un aval dado por nosotros, sino de un cambio de hábitos que, al final, permiten que diluir una panela en polvo, o tenerla ya en una botella, sea más sencillo para el consumidor final”, señala Mayorga. 

Otro estudio realizado también por Fedepanela, demostró que las personas entre 25 y 45 años prefieren los productos con endulzases añadidos, como la Panelada, lo que ha reducido el mercado en la panela en un 48 por ciento desde principios del año pasado, hasta marzo de este año.

Para Mora, en cambio, es muy problemático ese descenso y, asegura, ocurre porque los productos como Panelada han venido arrasando con el mercado. Así, de acuerdo con las cuentas que han podido estructurar desde los paneleros, del total de panela que se comercializaba al año en Colombia se pasó de 67.000 kilos a 20.000 kilos por mes.

Mayorga considera que, efectivamente, el cambio de hábitos de consumo ha causado un panorama delicado para los paneleros. Asegura que ellos, al ver el crecimiento de la Panelada y la panela en polvo, negociaron como federación con los fabricantes para que utilizaran panela colombiana y que este mercado no se perdiera en otros países: “Sin embargo, somos plenamente conscientes de la crisis en la que esto está deteriorando y sabemos, también, que necesitamos incentivar que ocurra un nuevo cambio en los hábitos de consumo de los colombianos. Ese es el único camino por el que podremos salir de esta crisis”. 

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