Un arbusto de origen europeo es uno de los causantes de la propagación del fuego en los cerros de Bogotá

Retamo espinoso

Crédito: Fotografía: Secretaría Distrital de Ambiente

24 Enero 2024

Un arbusto de origen europeo es uno de los causantes de la propagación del fuego en los cerros de Bogotá

Se llama retamo espinoso y, por sus características, ha contribuido a la expansión los incendios en los cerros de la capital, incluso bajo tierra. El distrito lleva años luchando por erradicarlo, pero la planta ha resultado invencible.

Por: Iván Serrano

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Quienes han caminado por los cerros tutelares de Bogotá con toda seguridad se han encontrado con él. Es un arbusto tupido de hermosas flores amarillas y largas espinas cuyo roce con la piel puede resultar incómodo y doloroso. 

En los años cincuenta, a un funcionario del Acueducto de Bogotá se le ocurrió traerlo al país para combatir la erosión y para hacer cercados naturales. Pero, como suele pasar con algunas especies foráneas, el remedio fue mucho peor que la enfermedad.

Los hombres de ciencia lo conocen como ulex europaeus, es nativo del occidente de Europa y es un viejo conocido de los bomberos de Bogotá, que tienen que vérselas con sus afiladas espinas cada vez que acuden a mitigar incendios forestales en los escarpados cerros orientales de la ciudad.

Las semillas del arbusto contienen un aceite que actúa como combustible que propaga las llamas monte adentro, y sus raíces largas esparcen la conflagración bajo tierra. El retamo espinoso es una especie voraz que le ha venido ganando espacio a las series nativas y se ha constituido en una de las principales amenazas al complejo de parámos del centro del país.

El arbusto invencible

El retamo espinoso vino de Europa para quedarse. Las autoridades ambientales de Bogotá y Cundinamarca llevan años tratando de controlar su expansión, pero la tarea ha resultado costosa e infructuosa. Al retamo espinoso se le puede ver tanto en el páramo de Sumapaz, disputándoles terreno a los frailejones, como en la calle 26, en pleno corazón de Bogotá, viviendo a sus anchas en los lotes aledaños a la Gobernación de Cundinamarca.

El retamo espinoso está incluido entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, listado hecho por la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

No solo crece de manera rápida sino que sus semillas, que son abundantes, pueden perdurar por muchos años. Según un estudio de la Fundación Humboldt sobre plantas exóticas con alto potencial invasor en Colombia, el retamo espinoso puede formar bancos de semillas que llegan a contener hasta 16.000 semillas por metro cuadrado. El arbusto las dispersa a través de la explosión de sus frutos maduros, y pueden ser expelidas a una distancia que oscila entre los dos y los seis metros de la planta madre. Las semillas también suelen ser transportadas por insectos, aves, maquinaria, la ropa de caminantes y a través del viento.
Además, el retamo espinoso tiene larga vida. Cada arbusto puede durar hasta 30 años.

La lucha para erradicarlo

Contra el retamo espinoso se han aplicado todas las formas de lucha: desde la erradicación manual hasta la aspersión con poderosos herbicidas, entre ellos el glifosato. Pero los agentes químicos no logran hacerle mella. Incluso, el Jardín Botánico de Bogotá experimentó cubriéndolas con lonas, para evitar su expansión. Herman Martínez, exdirector del Jardín Botánico de Bogotá, le explicó a CAMBIO el complejo proceso para controlar al arbusto: “Se tala el tronco con motosierra, dejando tronquitos de unos 30 centímetros. Estos son llevados a espacios en donde son cubiertos con plásticos y luego se meten en una máquina llamada chipeadora, en donde las semillas son destruidas. Este material se mete luego en bolsas que son llevadas a incineración, es un proceso dispendioso y costoso”.

Martínez añadió que en las zonas donde el arbusto es erradicado hay que entrar de manera inmediata a sembrar vegetación nativa para evitar que el retamo vuelva a salir.

En los últimos cuatro años, la Secretaría de Ambiente ha removido 136,2 hectáreas de retamo espinoso en toda la ciudad. Actualmente se ha detectado su presencia en las localidades de Santa Fe, Usaquén, Chapinero, San Cristóbal, Usme, Ciudad Bolívar y Engativá. 
Se calcula que en el Páramo de Sumapaz hay 15.000 hectáreas invadidas por el retamo espinoso. También ha sido detectado en las tres cordilleras del país. 

Su capacidad invasora y sus características como agente propagador de incendios han constituido al retamo espinoso en uno de los principales enemigos de los páramos y la vegetación nativa, a pesar de que parece inofensivo y se viste con hermosas flores amarillas.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí