Una joya: el perrito con patas de oro de alias Chucho

Hace más de un año, la Dijiin, la DEA y la Fiscalía de Colombia se embarcaron en la operación Pacific Black, dedicada a desmantelar un clan de comercialización de droga.

La organización criminal, trasnacional, contaba con laboratorios propios para la elaboración de clorhidrato de cocaína, y se encargaba del envío de cargamentos desde los puertos marítimos de Buenaventura, en el Valle del Cauca, y Necoclí (Antioquia), hacia Centroamérica y Estados Unidos.

El grupo era dirigido por César Augusto Valencia García, conocido con el alias de Chucho, quien trabajó por varios años al lado de Cebel Rentería Rentería, alias el Negro, capturado con fines de extradición en el año 2010, y fue socio de Olmes Durán Ibargüen, alias el Señor del pacífico, principal cabecilla de la nueva generación del cartel del norte del Valle.

Chucho estaba buscando bajar su perfil frente a las autoridades, utilizando como fachada varios locales de compra y venta de vehículos de alta gama, ubicados en puntos estratégicos en Bogotá y Cali.

Para evitar que sus comunicaciones fueran interceptadas, sus familiares y sus secuaces tenían prohibido hablar por celular; solo podían comunicarse mediante aplicaciones. Chucho mantenía su celular en modo avión y solo lo usaba en caso de emergencia. Los negocios los cuadraba mediante videollamadas o reuniones personales en centros comerciales.

Pero la discreción que vendía por fuera era contraria a sus excentricidades que exhibía en la intimidad. En la lujosa finca de Jamundí, donde fue capturado, las autoridades hallaron la escultura de un perro de dos metros de alto y patas de oro. La escultura, según los primeros cálculos, puede llegar a valer unos 80 millones de pesos. 

Durante la operación también fue capturado, en Popayán, Johnatan Andrés Samboní Ruiz, alias Tyson, quien se hacía pasar como empresario pero era dueño de varios laboratorios clandestinos ubicados en los municipios de Almaguer y Bolívar, en la zona sur del departamento del Cauca, los cuales heredó de su padre, quien por varios años fue proveedor del estupefaciente de alias Chupeta y alias Jabón.

Según la información aportada por los agentes de la DEA, alias Chucho obtenía la cocaína de los laboratorios clandestinos de alias Tyson.

Al mismo tiempo, fueron capturados en Miami, Estados Unidos, Alexander Valencia García, alias Alex, hermano de alias Chucho, quien trabajaba con su hijo Óscar Alexander Valencia Flórez, alias Way, detenido en Jamundí, y Diego Fernando Beltrán Álvarez, alias Chili, hombre de confianza de Tyson, encargados de la producción y comercialización de los cargamentos en Estados Unidos. 

Los cuatro capturados en el país fueron trasladados a Bogotá, donde fueron dejados a disposición de la autoridad competente, para que surtan los trámites correspondientes de su extradición a Estados Unidos, pues son solicitados por la Corte para el Distrito Este de Nueva York.