Alex Vernot: el desconocido detrás de la pelea entre el presidente y el fiscal
6 Mayo 2023

Alex Vernot: el desconocido detrás de la pelea entre el presidente y el fiscal

La raíz de la discusión entre el presidente Gustavo Petro y el fiscal, Francisco Barbosa.

Crédito: Ilustración: X-Tian

El país está conmocionado por el feroz enfrentamiento entre el presidente y el fiscal. Los dos se han salido de sus papeles institucionales. Lo que pocos saben es que el bochornoso episodio tiene que ver con Nicolás Petro y Carlos Mattos. Un polémico abogado, amigo del presidente Petro y condenado por soborno, está en la raíz de la pelea.

Por: Redacción Cambio

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El presidente Gustavo Petro dio el primer golpe. Retomando una publicación del periodista Gonzalo Guillén en La Nueva Prensa envió un trino en el que aseguró: “Me parece supremamente grave esta denuncia. Le pediré al ministro de justicia que cite al Consejo Nacional de Política Criminal para discutir este tema”. Inicialmente, la Fiscalía guardó silencio. Unos días después el presidente trinó: “El Estado no puede cruzarse de brazos ante las denuncias tan graves que viene haciendo el periodista Guillén sobre centenares de homicidios y desaparición de ciudadanos por el Clan del Golfo. De ello informó con antelación un funcionario del CTI, a altos miembros de la Fiscalía y estos se negaron a actuar, permitiendo las muertes”. La respuesta del fiscal general, Francisco Barbosa, fue airada. Molesto porque el presidente había republicado una pieza del periodista Guillén que incluye un diálogo de WhatsApp donde aparece la imagen del hijo, menor de edad, del fiscal Daniel Hernández, reclamó: “Si le llega a pasar algo a la familia de Daniel Hernández o a él, independientemente de las investigaciones que adelante la Fiscalía contra ese fiscal, Gustavo Petro es responsable de la muerte de esas personas”.

Desde España, en medio de su visita, el presidente Petro entregó a los periodistas una declaración que escaló la discusión: “El fiscal olvida una cosa que la Constitución le ordena: yo soy el jefe del Estado, por tanto el jefe de él”. La afirmación del mandatario fue interpretada por muchos como un desafío a la autonomía judicial. La Corte Suprema, el máximo tribunal de la justicia ordinaria, produjo un comunicado advirtiéndole al presidente que su interpretación de la Constitución es errada: “El fiscal general de la nación, quien ostenta calidades de magistrado de alta corte, no tiene superior jerárquico”. La Corte, poco dada a intervenir en controversias públicas, concluyó el comunicado haciendo un llamado a la sensatez y la cordura. 

Sin embargo, no solo el presidente se salió de su papel institucional. El fiscal Barbosa citó una rueda de prensa –de la que excluyó a los medios incómodos e impidió las preguntas de los periodistas de esos medios, entre ellos CAMBIO y Noticias Uno– el tono encendido marcó su aparición pública. Calificó la declaración del presidente como un atentado a la autonomía judicial: “Nos han anunciado el fin del Estado de derecho en Colombia. Es la situación más grave que haya ocurrido bajo la vigencia de la Constitución de 1991. Gustavo Petro fue elegido presidente de la república no dictador”. También dijo “No voy a dejar que Gustavo Petro ponga una mano encima de mi dignidad. Si hacemos un debate de dignidad y decencia estoy seguro de que yo no pierdo contra Gustavo Petro”.

Casi nadie sabe que en la raíz de este episodio está un amigo del presidente. Un abogado, desconocido para muchos colombianos, ha estado detrás de los señalamientos contra funcionarios de la Fiscalía. Los mismos funcionarios que lo investigaron y acusaron por sobornar a un testigo, conducta por la que ya fue condenado en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá a seis años de prisión. Él apeló esta sentencia por doble conformidad –ya que en primera instancia fue absuelto– y ahora el caso llegará a la Corte Suprema de Justicia.

El eje de esta discordia se llama Alexandre Phillippe Pierre Vernot Hernández pero es más conocido como Alex Vernot. Es egresado del Liceo Francés, institución a la que permanece vinculado como padre de familia al igual que el presidente Gustavo Petro. Vernot es además un viejo amigo y patrocinador de producciones documentales del periodista Gonzalo Guillén. Vernot es también el esposo de Laura Guillem, cuyo nombramiento como embajadora ante la Unesco, en París, fue anunciado esta semana. Muchos lo sintieron como un premio de consolación porque iba a ser la embajadora en Francia pero el gobierno de ese país no hizo llegar el beneplácito después de ocho meses de insistencia por parte del canciller Álvaro Leyva, viejo amigo de los Vernot. Vernot, que también es ciudadano francés, se fue a vivir a ese país tan pronto salió de la cárcel.

Quienes conocen al jurista colombo francés aseguran que no es un abogado de litigio sino más bien un estratega. En esa condición ha tenido como clientes, en momentos diferentes, a los Gilinski en su primer pleito con el llamado grupo empresarial antioqueño por las condiciones de venta del Banco de Colombia hace 25 años. Un pleito que originó un debate parlamentario del entonces representante a la Cámara Gustavo Petro contra el llamado sindicato antioqueño. Más recientemente, Vernot diseñó la estrategia del empresario Carlos Mattos para enfrentar a Hyundai, la empresa automovilística coreana que representó por décadas. 

El terremoto institucional que hoy vive Colombia se cruza con los procesos de Carlos Mattos y de Nicolás Petro, el hijo mayor del presidente. En algunos casos hay otros protagonistas comunes –como los abogados Iván Cancino y David Teleki– pero el nombre que más se repite es el de Alex Vernot.

El 'dream team'

Carlos Mattos, hoy condenado a nueve años de prisión por sobornar funcionarios judiciales, volvió a Colombia en noviembre de 2019 extraditado desde España. Su imagen esposado y arrastrando los pies contrasta con otra foto tomada unos años antes en uno de sus mayores momentos de gloria. El empresario posaba con lo que él llamó su ‘dream team’ para ganarle un multimillonario pleito a la empresa coreana Hyundai. A su lado posan los abogados Abelardo de la Espriella, Iván Cancino y Alex Vernot. Ese triunfo se convertiría también en el fin de su gloria. Mattos terminó en la cárcel por los delitos que cometió para ganar el litigio. 
 

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El más caracterizado de sus estrategas Alex Vernot planeaba tener una defensa coordinada de Mattos con los funcionarios judiciales y todos los implicados en el asunto, según se lo dijo a CAMBIO uno de los abogados invitados a participar en el plan.

Luego Vernot terminó detenido por el intento de soborno al abogado Luis David Durán Acuña, quien es el principal testigo contra Carlos Mattos. Durán es un abogado especializado en temas de familia que hacía parte de la junta directiva de la empresa de Mattos y que lo ayudó a efectuar los pagos ilegales a funcionarios judiciales para que torcieran el proceso a su favor. Por estos hechos estaba preso y declaró ante la justicia que Vernot fue a visitarlo a la cárcel Modelo para sobornarlo: “El ofrecimiento era de dos millones de dólares, que él iba a decirle a Carlos Mattos que yo cobraba por mi silencio y que posteriormente, él y yo nos arreglaríamos sobre ese dinero (...) Además me dijo que a buena cuenta de los mismos, él tenía a su disposición inmediatamente la suma de 300 millones de pesos, que le dijera a quién debía entregarlos”.

Vernot fue a verlo dos veces. La primera de ellas acompañado por el abogado David Teleki, quien ahora representa a Nicolás Petro en la investigación que adelanta la Fiscalía contra él por presuntamente recibir dineros de parte de Samuel Santander Lopesierra, alias el hombre Marlboro, y Alfonso Hilsaca, conocido como el Turco. En el proceso de Vernot, el abogado Teleki afirmó: “Bueno yo estaba, el doctor Alex Vernot se sienta, creo que en esos cubículos solo hay una silla, el doctor Alex se sienta, no pueden haber dos personas en esos cubículos (...) yo me hice detrás de él contra la pared y hablaban con el doctor Luis David de esa distancia, yo veo que ellos empiezan a hablar y yo me retiro”.

Por su parte, el testigo Durán declaró que Alex Vernot le mostraba en un papel los montos del soborno mientras Teleki hablaba de asuntos diferentes: “Alex procuraba escribir en un papel las cosas que quería decirme y mientras lo hacía con el doctor David Teleki conversábamos sobre otros temas que nada tenían que ver con lo que Vernot decía”. 

Por cuenta de ese testimonio, Vernot fue capturado en el Centro Comercial Andino en septiembre de 2018 y llevado inicialmente a la cárcel La Picota. Por esos días, según él, algunos de sus abogados le hicieron llegar una oferta de los fiscales Daniel Hernández y Álvaro Betancur para que hablara en contra del entonces senador Gustavo Petro a cambio de su libertad inmediata. Sin embargo, en conversación con CAMBIO se negó a identificar a los abogados presuntos portadores del mensaje: “Cuando fui detenido me enviaron a La Picota a un patio de máxima seguridad. Los tres primeros meses que estuve ahí los abogados me dijeron que los fiscales Hernández y Betancur me mandaban a la casa si hablaba en contra de Petro (...) esas propuestas me las hicieron varias veces a través de varios abogados”. Cuando CAMBIO le insistió en la identidad de los abogados que supuestamente llevaron el mensaje, se negó a revelarla diciendo que con el tiempo se sabría.

Vernot dice que él ha tenido hasta diez abogados durante su proceso, CAMBIO habló con tres de ellos y los tres descartan haber sido portadores de ese mensaje de la Fiscalía. Uno de ellos afirma, además, que estuvo en desacuerdo con la estrategia de Vernot de tratar de descalificar a los fiscales que adelantaron su proceso y que se apartó de la defensa porque no compartía la decisión de su cliente.

El fiscal Daniel Hernández, hoy imputado por supuestas amenazas al exsenador Otto Bula dentro del caso Odebrecht, le dijo a CAMBIO que ni él, ni su compañero Álvaro Betancur, le enviaron razón a Vernot para que declarara contra nadie y aseguró: “Por lo demás el doctor Gustavo Petro para esa esa época era senador y por lo tanto aforado constitucional. En esa condición nosotros, como fiscales, no teníamos la posibilidad de adelantar investigaciones contra él”.

Vernot dice que tiene pruebas de su afirmación y que saldrán a su tiempo. Como sea, Gustavo Petro parece convencido de la versión de Vernot. Hace poco más de un año, el 23 de febrero de 2022, en plena campaña, el hoy mandatario trinó lo siguiente: “Según Alex Vernot, estando preso, fiscales le pidieron, a cambio de su libertad, declarar contra mí, como si yo hubiese cometido algún delito con Vernot, del que soy amigo, como padres en el Liceo Francés. Aquí se muestra la intención criminal de una persecución política”.

El fiscal general de ese momento era Néstor Humberto Martínez, cuya oficina había representado a Mattos en una de las ramificaciones del pleito contra Hyundai. El fiscal general no se declaró impedido. Además, Martínez había tenido fuertes enfrentamientos públicos con el entonces senador Gustavo Petro. Uno de ellos por el caso Odebrecht tuvo lugar el 27 de noviembre de 2018, dos meses exactos después de la captura de Vernot por el soborno al testigo en el caso Mattos.

Desde el punto de vista político era evidente la animadversión entre Martínez y Petro. Sin embargo, no hay hasta el momento ninguna evidencia, más allá de la palabra de Vernot, sobre presiones a él para que declarara contra el hoy presidente.

El fiscal que, de acuerdo con esa versión, habría mandado la razón es Daniel Hernández. El mismo protagonista de la publicación del periodista Gonzalo Guillén, según la cual omitió las alertas de un investigador sobre una lista de blancos del Clan del Golfo. Es decir, mucho antes de la publicación de este asunto el presidente había oído el nombre de Hernández asociado con un supuesto complot en su contra.

El club de la pelea

El periodista Guillén ha protagonizado un largo enfrentamiento con el fiscal Daniel Hernández y con Álvaro Betancur, quien fuera fiscal hasta hace poco cuando fue declarado insubsistente por Francisco Barbosa. Tales enfrentamientos se intensificaron por la época en la que fue detenido Alex Vernot, de quien Guillén se declara amigo entrañable, y empeoraron cuando Guillén llegó a la convicción de que los dos fiscales presionaban a Mattos para que declarara contra él.

Sobre los fiscales Hernández y Betancur, Gonzalo Guillén ha publicado artículos señalándolos en diferentes momentos como perseguidores de dos policías judiciales para impedir el desarrollo de la investigación por la ñeñepolítica, que está relacionada con denuncias probadas por Guillén sobre financiación a la campaña de Iván Duque por el asesinado José Guillermo Hernández, alias el Ñeñe. También ha calificado a Hernández y Betancur como mandaderos del entonces fiscal Néstor Humberto Martínez para los casos de Odebrecht y Hyundai y ha puesto derechos de petición cuestionando el origen de sus bienes.

El periodista ha asegurado que los fiscales Hernández y Betancur presionaron a Carlos Mattos para que declarara falsamente que él recibía plata de Mattos a cambio de efectuar publicaciones contrarias a la Fiscalía. Y aquí aparece como fuente de esa información otro de los abogados de Mattos. Se trata del penalista Iván Cancino, también miembro del ‘dream team’ con el que le ganó a Hyundai.

Guillén grabó a Iván Cancino diciendo que los fiscales Hernández y Betancur habían presionado a su cliente Carlos Mattos para que hiciera afirmaciones falsas contra el periodista. La conversación empieza con Guillén diciendo “Ahí hablé con Alex esta mañana y le manda saludos”, con lo cual parece claro que Vernot fue el organizador del encuentro. Más adelante Cancino, narrando una reunión de Mattos con los fiscales, afirma:  “Cuando llegan los fiscales, me voy parando yo y de pronto, voy yo en la puerta, cuando, 'bueno y ahora sí el interrogatorio del tema de Gonzalo sobre que usted le pagaba para desacreditar a la Fiscalía'. Me devuelvo y le digo, Carlos eso no pasó. 'Ah, pues entonces no hay negociación y nos paramos', pues hijueputa y yo qué hago, denos 10 minutos”.

El fiscal Hernández, por su parte, sostiene que el abogado Iván Cancino fue a la Fiscalía para ofrecer una negociación de Carlos Mattos en la que mencionaba presuntos pagos al periodista Guillén. El fiscal sostiene que la oferta vino de Mattos y no fue petición de la Fiscalía.

CAMBIO le preguntó al abogado Iván Cancino si había dicho la verdad cuando hablaba de presiones de los fiscales a Mattos para hablar contra Guillén o cuando le ofreció a la Fiscalía colaboración de Mattos que incluía esas declaraciones. El abogado dijo que no tenía comentarios. Agregó “eso tiene secreto profesional y está en investigación” y concluyó diciendo que desconocía el contenido de la grabación de su conversación con Gonzalo Guillén. 

El fiscal Hernández afirma, además, que Carlos Mattos le dijo, delante de Emilio Tapia, que Gonzalo Guillén a través de un abogado le había pedido una suma como indemnización y le había exigido que publicara en un medio nacional que la Fiscalía lo había presionado para emitir declaraciones falsas contra el periodista. La conversación fue grabada:

-Mattos: Y luego, la otra persona que mandó él, me mandó a pedir 5 millones y medio. Con derecho a que le dijera a ustedes.

-Tapia: Ah, sí, ¿qué tal?

-Mattos: Que él no era, eh ¿cómo fue?

-Tapia: Que te habían obligado a mentir.

-Mattos: Que me había obligado a mentir. 

-Tapia: (Risas) ese hijueputa.

-Mattos: Que me habían obligado a mentir ustedes a mí, para decirme…

-Fiscal: O sea, para él podernos denunciar. 

-Mattos: Exactamente.

-Tapias:  Y que tenía que sacarlo en un medio de circulación nacional.

-Mattos:  Y que yo tenía que sacarlo en un medio de circulación nacional.

El periodista Gonzalo Guillén asegura que él no fue quien buscó a Mattos sino que, por el contrario, el condenado empresario le mandó una razón con el abogado Daniel Prado Albarracín para intentar una conciliación. Guillén insiste en que nunca le pidió nada a Mattos. En diciembre del año pasado, en El Reporte Coronell de W Radio, el abogado Daniel Prado admitió que recibió honorarios profesionales de Mattos por esa gestión. También dijo, y mostró documentos que prueban, que otro abogado llamado Jose Luis Mozo hizo las peticiones de dinero y retractación pública a Carlos Mattos con autorización de Gonzalo Guillén.*

Para completar la seguidilla de interrelaciones, Nicolás Petro, quien no había hecho manifestaciones públicas desde el comienzo del escándalo, contrató como abogado defensor a David Teleki. La Fiscalía tiene prácticamente lista una decisión sobre la investigación en su contra. La noche del viernes, Nicolás Petro trinó: “Señor Francisco Barbosa, ante la confrontación con mi padre el presidente @petrogustavo, la cual ya es personal, siendo usted la cabeza de la @FiscaliaCol ¿tendré garantías en mi caso? No es secreto que desde el Centro Democrático promueven ataques en mi contra en redes sociales”. El mensaje va acompañado por un comunicado de sus abogados Juan Trujillo y David Teleki.

El nombre de Alex Vernot aparece en casi todos los episodios de esta historia. Es Vernot quien presenta a Gustavo Petro con los Gilinski cuando hace 25 años litigaban contra el GEA por la venta del Banco de Colombia. Es Vernot quien diseña la estrategia jurídica de Carlos Mattos en el caso Hyundai y después quien planea su estrategia de defensa por el soborno a funcionarios judiciales. Es Vernot quien visita al principal testigo contra Mattos acompañado por el abogado David Teleki, viejo amigo de Iván Cancino y actual defensor de Nicolás Petro. Es Vernot quien le asegura al presidente Petro que los fiscales Hernández y Betancur lo presionaron para que lo involucrara en delitos. Y es Vernot quien organiza la reunión en la que Cancino le dice a Guillén que esos mismos fiscales presionaban a Mattos para que mintiera contra él.

Gustavo Petro puede creer honestamente en la causa de su amigo pero no puede sumarse a ella desde la Presidencia de la República. El fiscal general tiene que asumir con serenidad y decoro esta controversia en lugar de tratar de convertirla en un trampolín político. 

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*Ese párrafo fue agregado al artículo a las 9:50 a.m. del domingo 7 de mayo de 2023 después de que el periodista Gonzalo Guillen se comunicara con Daniel Coronell, presidente de CAMBIO.

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