
Armando Benedetti.
Crédito: Colprensa.
Confirmado: Armando Benedetti será ministro del Interior y llega a su quinto cargo en el Gobierno Petro
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Luego de los rumores de la posible llegada de Armando Benedetti a la cartera de la política, este lunes su hoja de vida fue publicada en el portal de aspirantes de la Presidencia. En medio de cuestionamientos y de una distancia con la izquierda radical, llegará a manejar las reformas del Gobierno.
Por: Claudia M. Quintero

Armando Benedetti, el hombre más controvertido de la administración, llega a su quinto cargo en este gobierno. Este lunes 24 de febrero, su hoja de vida fue publicada en la página de aspirantes a la Presidencia y así se confirma que será el nuevo ministro del Interior que llega en reemplazo a Juan Fernando Cristo.
Esta noticia se conoce luego de su acercamiento con congresistas liberales y conservadores, con los que socializó las reformas que el presidente Gustavo Petro quiere sacar adelante en este 2025, un año en el que se necesita un político curtido que logre los consensos necesarios para sacar adelante los proyectos que tienen pendientes.
Esa jugada podría ser clave para el Gobierno —en términos pragmáticos—, porque con la experiencia de Benedetti podría lograr los votos de los congresistas de partidos tradicionales que se muestran opositores a las reformas gobiernistas. Con eso, tendrían resultados que mostrar de cara a 2026.

Benedetti es su funcionario más cuestionado: ha reconocido una adición al alcohol, fue denunciado por un presunto caso de maltrato intrafamiliar a su esposa Adelina Guerrero y hay muchas dudas sobre los supuestos 15.000 millones de pesos que habrían entrado a la campaña del presidente Petro. Pero hay que decir que ha demostrado que es bueno con las relaciones públicas con los partidos tradicionales. Basta con ver el primer año de Petro, en el que el Partido Conservador, el Partido Liberal y la U llegaron a ser de la coalición de un gobierno de izquierda.
Sin embargo, esa movida también podría alejar a varios sectores de la izquierda, que ya han demostrado que no están de acuerdo con el papel de Benedetti en este Gobierno.
Además, muestra que el presidente decide poner ese pragmatismo por encima de los símbolos que ha intentado defender en su militancia política y del feminismo que defendió en campaña.
