Así se movió la calculadora política del Gobierno para aprobar la reforma a la salud en la Cámara

Hace dos semanas la reforma a la salud pasó por su momento más difícil en los más de diez meses que lleva tramitándose en el Congreso de la República. La falta de quórum y los duros cuestionamientos al proyecto desde distintas bancadas –incluso desde la misma coalición de Gobierno– hicieron pensar que el articulado terminaría hundiéndose o en remojo hasta el próximo año. Sin embargo, el Ejecutivo consiguió las mayorías y el pasado 5 de diciembre la sonrisa se dibujó en el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, y en el agotado titular de la cartera del Interior, Luis Fernando Velasco. ¿De dónde salieron los votos?

En los últimos 15 días el Gobierno se movió hábilmente haciendo la carpintería para que los votos alcanzaran en la plenaria de la Cámara de Representantes. La estrategia fue simple: enfocar los esfuerzos en la bancada liberal y el Partido de la U y evitar el desgaste de tratar de convencer a la totalidad de representantes verdes. También fue importante el diálogo con el Partido Conservador, que si bien votó negativo a la reforma a la salud, ayudó a configurar el quórum en las últimas plenarias.

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En el caso de la bancada liberal, cuyas riendas estuvieron en manos del ministro Luis Fernando Velasco, el Gobierno logró 21 votos favorables, entre los que se encuentran el de Andrés Calle, María Eugenia Lopera, Dolcey Torres, Flora Perdomo y Olga Beatriz González. Por su parte, siete representantes liberales votaron en contra del proyecto, como Álvaro Rueda y Julián Peinado, y cinco se ausentaron de la discusión, entre ellos Juan Carlos Losada y Alexander Bermúdez.

No surtieron efecto los pedidos del expresidente César Gaviria de hundir el proyecto, lo cual  es un indicador claro de que está perdiendo el liderazgo en las toldas rojas.

Por los lados del Partido de la U, bancada que está en la independencia, el Gobierno logró conseguir 12 votos favorables, entre los cuales están los de Jorge Eliécer Tamayo, Camilo Londoño, Wilmer Carrillo, Alexander Guarín y Ana Paola García. Los tres representantes restantes de la U se ausentaron y no votaron el proyecto: Víctor Manuel Salcedo, Saray Robayo Bechara y Hernando Guida. No hubo ningún voto en contra de esa bancada a la reforma.

Es decir, entre liberales y la U el Ejecutivo consiguió 33 votos claves que permitieron la aprobación de la reforma a la salud en su segundo debate, sin contar los resultados de las votaciones para los artículos que necesitaron de mayorías absolutas por tener características de estatutarios (mínimo 94 votos a favor). En ese caso, el Gobierno logró 29 votos liberales.

La cuentas en el Partido Verde no fueron sorpresivas para el Gobierno. De esta bancada hubo seis votos favorables para la reforma a la salud, como los de Olga Lucía Velásquez y Martha Alfonso, cinco en contra, como los de Katherine Miranda y Cathy Juvinao, y tres ausentes.

Por los lados azules, aunque ninguno de los congresistas de esa bancada votó a favor del proyecto, sí ayudaron a conformar el quórum suficiente para no frenar la discusión. En la plenaria del 5 de diciembre pasado se registraron 11 votos conservadores en contra, mientras que 16 estuvieron ausentes.

Finalmente, las cuentas cuadraron al Gobierno con los 26 votos del Pacto Histórico, los 5 de comunes y los 16 de las curules de paz.