Capitán de la Policía niega su responsabilidad en la fuga de Matamba

La Fiscalía les imputó cargos como presuntos responsables de los delitos de concierto para delinquir y fuga de presos al capitán del Gaula de la Policía Luis Duque Casas y a Édgar Munevar, alias el Caballista, quienes, según la investigación, habrían ayudado en la cinematográfica fuga de alias Matamba, quien salió de la cárcel de La Picota con ayuda de guardias del Inpec y miembros de la fuerza pública. Sin embargo, ambos de declararon inocentes, es decir, debatirán las pruebas con la Fiscalía en un juicio.

Según la Fiscalía, el capitán del Gaula de la Policía Luis Duque Casas, en calidad de servidor público, se alió con Manuel Antonio Castañeda Bernal, el ‘narcochofer’ de la UNP que fue capturado el año pasado con 168 paquetes de estupefacientes en el Cauca y hoy principal testigo en el caso; con Jhon Freddy Gallo Bedoya, alias el pájaro, y con Édgar Munevar, alias el Caballista, para traficar estupefacientes y, de paso, ayudar a la fuga de alias Matamba.

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“Usted, Luis Duque Casas, estaba vinculado a una empresa criminal liderada por Édgar Munévar para extorsionar, traficar estupefacientes, para hacer allanamientos ilegales en Bogotá y ayudar en la fuga de Matamba”, dijo el fiscal del caso.

Dijo el delegado de la Fiscalía que el capitán Duque ayudó en la fuga de Matamba, pues sabía que, si se hacía en un vehículo institucional, era más probable eludir los controles. Por eso, “puso a disponibilidad el vehículo del Gaula que estaba a su nombre y puso a un tercero a que lo manejara”. Narró la Fiscalía que la fuga de Matamba, que se ejecutó entre el 17 y 18 de marzo del 2022, se hizo con la ayuda de funcionarios del INPEC y en vehículos oficiales.

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“Matamba habría evadido el control del INPEC, salió de la cárcel en un vehículo Renault marca Symbol, hacia el sur del Bogotá, sector Yomasa, para ser recibido por Édgar Munevar y luego, descender hacia la Boyacá y la 80, en el vehículo en marca Toyota, pero esa camioneta no iba sola, iba acompañada de la camioneta con placas OLN 215 Nissan Frontier blanca, de propiedad del Gaula de la Policía, asignada a su nombre para la fecha de los hechos”, narró el funcionario judicial.

La idea era acompañar el traslado de Matamba hasta el puente de Guadua, en donde, posteriormente, se llevó a cabo el transbordo del narcotraficante a la camioneta del Gaula, que fue la que lo llevó desde ahí hasta el Magdalena Medio. Según la investigación, el capitán Duque justificó ese traslado como el “transporte a un ganadero”, cuando en realidad se trataba del transporte de el fugado más buscado en el país.

La Fiscalía también le imputó cargos por concertarse para delinquir. Dice la investigación que el 25 de abril de 2022 hubo una reunión entre Manuel Antonio Castañeda, Édgar Munévar y el capitán Duque en una gasolinera ubicada en la carrera 70 con 49 en Bogotá, y que ahí, al parecer, no solo hablaron de la fuga de Matamba, sino de traficar estupefacientes y coordinar nuevas actividades delictivas.

Según la Fiscalía, Édgar Munevar, alias El Caballista, fue el encargado de asegurar el traslado de alias Matamba al Magdalena Medio, y fue quien le pagó cuatro millones de pesos a Manuel Castañeda para que lo transportara.

De acuerdo con la investigación, El Caballista fue el que llamó al hoy testigo Castañeda a ofrecerle el negocio, le indicó a dónde se debía transportar, sabía a dónde iba a llegar Matamba a hacer los transbordos y en qué vehículo. Supuestamente, dio la orden de que el recorrido lo hicieran con celulares apagados.

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“Usted prestó colaboración eficaz y por eso, se le imputa en calidad de cómplice. Esa complicidad es por un acuerdo previo. A las 7 de la noche sabía que el 17 de marzo se iba a fugar Matamba y por eso contrató el servicio y sin esa coordinación con el capitán Duque y Castañeda, no se habría podido ejecutar”, sentenció el fiscal.

Aunque ambos se declararon inocentes de los hechos, que para la Fiscalía configuran los delitos de concierto para delinquir y fuga de presos, el delegado le solicitó al juez que los envíe a la cárcel por considerar que en libertad son un peligro para la comunidad y para la continuidad del proceso.