"El nuevo modelo va a estar afinado en ocho o diez años": David Racero, sobre la reforma a la salud
14 Marzo 2023

"El nuevo modelo va a estar afinado en ocho o diez años": David Racero, sobre la reforma a la salud

Crédito: Prensa Cámara de Representantes

En diálogo con CAMBIO, el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, explicó los principales puntos del acuerdo alcanzado ayer entre el Gobierno y los partidos tradicionales de la coalición para modificar la reforma a la salud. ¿De qué se trata el modelo mixto que logró el consenso?

Por: Redacción Cambio

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En la noche del pasado 13 de marzo, el presidente Gustavo Petro y el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, se reunieron con Efraín Cepeda, jefe del Partido Conservador, y Dilian Francisca Toro, presidenta del Partido de la U. En el encuentro, llegaron a acuerdos para modificar la reforma a la salud que hace trámite en el Congreso.

El primero en pronunciarse a la salida de la reunión fue David Racero, quien, a través de sus redes sociales, dijo: "Tenemos humo blanco. La reforma a la salud coge cada vez más fuerza de manera concertada. Tendremos un sistema mixto público privado". Con motivo del acuerdo, se han generado dudas sobre qué tanto cambiará la reforma y qué tan distinto será el nuevo modelo respecto del que existe en la actualidad. En diálogo con CAMBIO, el representante Racero explicó los puntos generales de lo acordado.

CAMBIO: ¿Cómo es ese 'sistema mixto público privado' que se acordó con los partidos?

David Racero: Lo primero es que la reforma se mantiene. ¿Cuáles son los objetivos?, seguir transitando paulatinamente a un sistema en el cual haya un gran pagador, que será el Adres, que hoy ya existe pero tendrá alcances mucho mayores. El Adres tiene hoy un papel de tesorero, porque es el encargado de hacer los giros con recursos del Estado para soportar tanto la gestión de las EPS como la de las IPS públicas y privadas. El objetivo es que el Adres consolide todo un sistema de información de tal manera que no solamente haga las veces de tesorero, sino que también procese las facturaciones, las auditorías y todo lo que se haga en el sistema. Pero para llegar a eso se requieren unos años. Como yo lo veo, podría ser casi diez años. Eso no es de la noche a la mañana. Es decir, que mientras se avanza en esta dinámica, el modelo que se presenta ayer es la operación mixta entre privado y público, que va a ir avanzando de manera paulatina. 

La diferencia entre lo público y lo privado va a depender de cómo se estructuran las redes de servicio. Ya sea redes de servicio públicas o ya sea redes de servicio estructuradas por la figura nueva que va a crear la ley para transformar a las EPS, que se llamarán Entidades Gestoras de Vida y Salud.

CAMBIO: ¿Qué tanto van a cambiar las EPS?

D.R.: El modelo de gestión privada no va a ser el mismo que tienen hoy las EPS. Por ejemplo, se acaba la verticalidad, ese juego que les había dejado la ley de contratarse a sí mismas. El pago directo a IPS públicas y privadas, que venía en la propuesta inicial, fue avalada por los partidos, y se mantiene. Asimismo puede haber redes privadas territorializadas. Otro factor importante es que, por la labor de intermediación, la comisión a las EPS va a bajar de un 10 por ciento a un 5 por ciento. Las redes públicas las estructurarían las secretarías departamentales o municipales de salud, dependiendo del tamaño de los municipios.

El nuevo papel que tendrán las EPS será el de consolidar las redes de servicio, es decir, tener la trazabilidad del usuario. Por ejemplo, los Caps, que son el punto de entrada al sistema, se mantienen. Estos podrán ser públicos o privados y de allí se hace el redireccionamiento hacia las redes de especialistas, clínicas y hospitales de segundo, tercero o cuarto nivel. Es ahí donde las nuevas gestoras de salud entran a gestionar, valga la redundancia, la trazabilidad del paciente. En el caso público, sucederá lo mismo, a través de las redes que consoliden las secretarías. Aquí lo importante es el proceso de transición

CAMBIO: ¿Cuánto va a tomar el proceso de transición?

D.R.: El objetivo sería que aproximadamente tengamos 2.400 Caps en todo el territorio nacional. Algunos ya tienen infraestructuras que hay que fortalecer, pero en algunos lados va a tocar construirla. Entonces, creemos que eso nos va a tardar unos años. Yo en lo personal creo que en este gobierno alcanzaremos a sentar las bases, pero realmente el modelo como tal va a estar 100 por ciento afinado en aproximadamente ocho o diez años.

CAMBIO: ¿Este sistema mixto va a ser el de transición a otro modelo o la transición es hacia el sistema mixto?

D.R.: Obviamente va a haber un proceso de tránsito paulatino desde lo que tenemos hoy en día a este sistema mixto público privado. Pero este sistema mixto, con las nuevas figuras de entidades gestoras, seguramente puede ir transitando a futuro hacia la consolidación de la apuesta por un 'Superadres', que al final va a tener todo el sistema de información, de pagos y la auditoría.

CAMBIO: La ministra Corcho y el presidente Petro han dicho que retirarán la reforma si se modifican sus aspectos esenciales. ¿Cuáles son esos puntos que todavía no se han tocado?

D.R.: Por ejemplo, el sistema de prevención y promoción. Hoy estamos hablando de que el sistema de prevención solamente destina el 10 por ciento del presupuesto a dicha política, mientras que en países avanzados esa cifra es del 35 por ciento. Eso tiene una lógica de entender la salud como derecho y no como negocio. Eso hay que decirlo y el país no tiene que sonrojarse por eso. Es más lucrativo, en términos monetarios, atender las enfermedades cuando están en altos estados de complicidad, porque son más costosos los tratamientos y los medicamentos. 

Segundo, el pago directo a clínicas y hospitales, que eso también está contemplado y que seguramente se va a profundizar. Tampoco es algo novedoso, ya está contemplado en la ley, pero esta ley le da un alcance mucho mayor a ese pago directo. Igualmente acabar por completo la verticalidad del sistema.

CAMBIO: Entonces, ¿ya no hay probabilidad de que el proyecto se retire?

D.R.: Desde mi perspectiva, esa posibilidad nunca ha estado contemplada. Yo entiendo al Gobierno cuando plantea esa discusión. No sirve de nada una aparente reforma que no cambie nada. No vamos a caer en hacer una reforma de papel. Pero yo siempre he sido optimista. Más allá de las discusiones públicas, en las que se marcan posiciones duras, yo siempre he visto un buen ambiente, no solo por mi optimismo sino por sentido común social. Nadie se está oponiendo a una reforma al sistema de salud. El que ha manejado un discurso más duro es el expresidente César Gaviria. Uno lo entiende porque la ley 100 es su hija, pero él no ha comprendido que esa hija ya creció y que después de 30 años hay elementos de juicio para querer un cambio.

CAMBIO: ¿Los partidos tradicionales van a seguir negociando?

D.R.: Seguramente sí, cuando se consolide el articulado punto por punto. Ahí habrá una nueva discusión y eso está bien. Yo creo que cuanto más diálogo haya mucho mejor.

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