Elecciones 2023: Julián Bedoya obtuvo cuota en el Gobierno pero sigue sin aval para la Gobernación de Antioquia

En tan solo un año, Julián Bedoya pasó de ser un cacique político antioqueño que se unió a la campaña presidencial de Petro a consolidarse como uno de los aliados más controversiales –pero claves– del Gobierno.

A pesar de los cuestionamientos sobre su carrera política, como las irregularidades para obtener su título de abogado, Bedoya es cada vez más influyente en los hilos del poder tanto como para que uno de los cercanos a él esté próximo a aterrizar en un importante cargo.

Se trata del excongresista quindiano Luciano Grisales, quien será el próximo director de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (UGPP), entidad adscrita al Ministerio de Hacienda. Quien ocupa el cargo en la actualidad es Ana María Cadena Ruiz, economista con larga experiencia en entidades como el Banco de la República, MinHacienda, Colpensiones y el Fondo de Adaptación.

Grisales, en cambio, es ingeniero agroindustrial y administrador de empresas, especialista en Gestión Pública y con maestría en Planeación Territorial. Su experiencia profesional en los últimos 20 años registra dos periodos como congresista, un paso como asesor de la Alcaldía de Armenia y otro como secretario de Gobierno del municipio de Quimbaya. Nada relacionado con las funciones del cargo que asumirá.

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Grisales estaba casi fijo para relevar a Gilberto Rondón en la presidencia del Fondo Nacional del Ahorro, entidad que está en la mira por la presunta repartición de cuotas burocráticas que hizo Rondón a casi todos los congresistas liberales actuales. Por esos hechos, Rondón tuvo que asistir en las últimas horas a la Corte Suprema de Justicia a dar su testimonio, pero se reservó el derecho a guardar silencio.

A pesar del tropiezo, el funcionario sigue en su puesto y se desconoce hasta cuándo el Gobierno lo mantendrá allí.  Ante la insistencia de Bedoya de reclamar su participación burocrática, Grisales terminó aterrizando en la dirección de la UGPP, a pesar de las críticas de varios sectores, incluso dentro del mismo Pacto Histórico por ser cercano al exsenador liberal.

Grisales y Bedoya hicieron campaña juntos en las elecciones legislativas de 2018. En esa época hubo varias denuncias por presuntas presiones a funcionarios de la alcaldía de Armenia para votar por el político paisa para el Senado. Luego, en las elecciones presidenciales de 2022, Bedoya y Grisales coincidieron en el grupo de liberales que no adhirieron a la campaña de Federico Gutiérrez –como fue la instrucción de César Gaviria– y se la jugaron con Gustavo Petro. Otros de ellos fueron Guillermo García Realpe –quien tiene a su hijo como viceministro del Interior– y Luis Fernando Velasco, hoy titular de esa cartera.

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Justamente Velasco declaró el pasado 15 de junio a la W Radio que la participación de Bedoya y su grupo político en el Gobierno era algo que se venía cocinando:

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“Uno debe tener un mínimo de carácter y coherencia. El grupo de Julián Bedoya, Juan Diego Echavarría y María Eugenia Lopera fue un grupo que nos ayudó muy fuerte en la campaña para que Gustavo Petro fuera presidente. A mí me parecería de quinta salir a pedirle respaldo a ese grupo y hoy presentarlo como que no queremos que se nos relacione”, dijo el ministro del Interior.

¿Encontrará respaldo en las elecciones?

Aunque Bedoya ganó el pulso para entrar en el Gobierno en cuerpo ajeno, la pelea en el terreno electoral parece más pareja. El exsenador estaba confiado en que el Partido Liberal le daría el aval para su candidatura a la Gobernación de Antioquia, después de presentar una carta con el respaldo de 18 representantes a la Cámara y todos los senadores de esa colectividad. 

Sin embargo, el aval liberal terminó yéndose para la campaña de Eugenio Prieto Soto, el otro candidato a la gobernación con una militancia tradicional en ese partido, crítico de Bedoya, del Gobierno Petro y cercano a Federico Gutiérrez.

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"El aval que nos entrega el Partido Liberal es el resultado de la confianza que la Dirección Nacional ha depositado en mí por el trabajo con honor, con eficiencia y con resultados que he desempeñado durante más de 30 años de carrera pública. También es un mensaje sobre la diferencia que queremos marcar con el modelo de gobierno que representa el presidente Petro", dijo Prieto.

Sin el aval liberal y ya sin tiempo para recoger firmas, a Bedoya le queda buscar el aval de alguno de los 34 partidos políticos que lo pueden hacer actualmente. Eso sí, en casi todos su nombre causa resistencia, a pesar de lo atractiva que resulta su maquinaria política. Independientes, de Daniel Quintero, ya tiene a Esteban Restrepo como su ficha, quien se desmarcó de Bedoya a pesar de haber tenido diálogos de acercamiento hace un par de meses y haber coincidido en la campaña de Petro en Antioquia.

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"Yo no voy a hacer alianzas con nadie, ni con Julián Bedoya, ni con Luis Pérez, a él es que me voy a enfrentar si sale en la contienda política. Yo no tengo alianzas con nadie que no sea la gente y con el progresismo", dijo Restrepo.

Y por el lado del Pacto Histórico, la posibilidad de un apoyo a Bedoya está enredado por la resistencia que causa en varios sectores. Desde hace varios meses el exsenador liberal ha tratado de construir puentes con el petrismo a través de Daniel Quintero, pero el rechazo ha sido notorio de parte de figuras como la de la congresista Luz María Múnera. Incluso a nivel nacional, el nombre de Julián Bedoya no es bien visto por hombres fuertes en el Pacto, como Gustavo Bolívar. Con todo y la incertidumbre sobre su campaña, Bedoya por ahora no tiene contemplado bajarse de su candidatura.