
Claudia López fue alcaldesa de Bogotá, senadora y ahora es precandidata presidencial.
“La fragmentación puede darle ventajas al radicalismo”: entrevista a Claudia López
- Noticia relacionada:
- Claudia López
- Partidos Políticos
- Elecciones 2026
En conversación con CAMBIO, la exalcaldesa de Bogotá y ahora precandidata presidencial habló sobre su campaña para llegar a la Casa de Nariño y ser la primera mujer presidenta de este país. También habló sobre los problemas de seguridad en Colombia, sobre su cambio de postura frente al fracking y las alianzas que necesita el centro. ¿A qué está dispuesta? ¿Está decepcionada del gobierno de Gustavo Petro?
Por: Claudia M. Quintero

Cuando Claudia López salió de la Alcaldía de Bogotá, todos sabían que sería una de las candidatas para las elecciones de 2026. Durante un año, permaneció fuera del radar público: estudió, hizo análisis, descansó. De vez en cuando, aparecía en sus redes sociales para criticar alguna decisión del Gobierno o defenderse de críticas de contradictores políticos.
Hace una semana, López volvió a la arena pública con la inscripción del comité con que salió a recoger firmas. Esta vez lo hizo con una nueva imagen, sin el Partido Verde —con el que muchos aún la identifican— y algunas posturas nuevas, muchas de las cuales le han costado críticas.
En Conversación con CAMBIO, la exalcaldesa y exsenadora habló sobre los problemas de seguridad que tiene el país y la gestión del presidente Gustavo Petro. Se defendió ante las críticas de quienes dicen que ella contribuyó en ese triunfo y habló sobre algunas de sus propuestas y de la unidad que debe buscar el centro.

CAMBIO: Hace muy poco que usted empezó su campaña para recoger firmas y seguramente tenían estrategias claras. Pero pocos días después ocurrió el atentado en contra del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. ¿Cómo cree usted que este lamentable episodio cambia las cosas en esta campaña?
Claudia López: Todos seguimos orando por la pronta recuperación de Miguel, que es un hombre joven, de 39 años. Estoy segura de que las oraciones y el cariño de todos lo van a ayudar a salir adelante. Con su familia, amigos y seguidores. En solidaridad con él y con todos los problemas de seguridad, yo suspendí mi campaña desde el domingo.
Creo que es un tema que va deteriorándose. En el Catatumbo este año acaban de cometer la masacre más grande en la historia de Colombia. En las ciudades la situación es igual. Hay que ponerle atención a la seguridad, el atraco, el crimen organizado. Ahora sentimos que todo cambió porque hubo un intento de asesinato contra un precandidato presidencial. Pero creo que es evidente que lo que está en juego no es la seguridad de los candidatos, sino la de 52 millones de colombianos. Lo que tenemos que hacer es sobreponernos al dolor, al temor y concentrarnos en unir los esfuerzos para recuperar la seguridad de Colombia, el control real, el combate al crimen organizado.
CAMBIO: Como usted lo menciona, hoy la seguridad nacional está en un momento complejo. ¿Cómo deben enfrentarse esos problemas de violencia en el país?
C.L.: En el corto plazo, cada uno tiene que hacer lo que le corresponde. Yo quisiera empezar por lamentar que mientras Colombia se desangra, a la gente la asesinan y cometen 24 atentados en serie en cinco horas en Cali, en el Valle del Cauca y en el Cauca, al presidente lo único que se le ocurre es ir a hacer campaña para su partido en Cali.
También creo que tenemos que rodear a la fuerza pública, que lleva tres años en el abandono y sin una dirección. Además, con una política de paz total que es un caos. Con esa medida le ha amarrado las manos a la fuerza pública. Ellos han cumplido ceses al fuego que ordena el presidente y que no tienen nada a cambio, ninguna garantía y ningún control de que eso se revierta en seguridad.
CAMBIO: Entonces cree que esa estrategia no funciona…
C.L.: Esta no es la primera vez que pasa. Cada que hay ceses al fuego sin verificación, sin que se mantenga la presión de la fuerza pública sobre los ilegales, lo que ha terminado ocurriendo es que esos grupos armados usan los ceses al fuego para fortalecerse. Así lo hicieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el Caguán y así lo hizo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en procesos de paz anteriores. Esto se sabía y es inaudito que hayan vuelto a repetir una receta que ya estaba fracasada.

CAMBIO: En cuanto a todo el tema de seguridad y a la reciente reunión del Gobierno con los precandidatos presidenciales, ¿a usted le han anunciado alguna medida adicional de protección?
C.L.: A partir de la oferta de garantía que ofreció el presidente el lunes pasado, de manera especial para quienes somos independientes del Gobierno, yo radiqué una solicitud. Debo agradecer al ministro de Defensa [Petro Sánchez], que se comunicó conmigo inmediatamente. Sé que ellos están tomando las medidas pertinentes. Pero insisto en que lo que está en riesgo, más allá de la seguridad de los precandidatos, es la seguridad de los colombianos.
Además de seguridad, los ciudadanos necesitan trabajo y desarrollo económico. Por eso yo le he propuesto a los empresarios que volvamos a hacer el esfuerzo solidario que se hizo en 2002. Que los que tengamos más, pongamos más para volver a hacer una inversión a la seguridad y al desarrollo regional. Para lograr que a las regiones lleguen trabajadores y empresarios que generen empleo, que paguen sus impuestos, que nos ayuden a que el único empleador no sean los criminales.
CAMBIO: En cuanto a los temas prácticos de campaña, usted llega como una figura sólida en el centro y, aunque va por firmas, necesita apoyos en el Partido Verde, que aún no ha definido si tendrá candidato o si dejará en libertad. Lo primero le podría afectar. ¿Cómo cree que van a solventar eso?
C.L.: Ese tema de mecánica política no me interesa a mí ni le interesa a nadie. Si los partidos sirvieran de algo, no estaríamos en esta situación. Yo llegué al Partido Verde con [Antanas] Mockus y me fui con él, porque otra de las cosas increíbles que hizo Petro fue tomarse con corrupción un partido que luchaba contra la corrupción, que era el partido de ‘con educación todo se puede’.
Yo estoy donde siempre he estado: con la ciudadanía. Como cuando tenía 20 años y el narcoterrorismo nos levantaba a bombazos. Estuvimos con la ciudadanía en las calles, hicimos la Séptima Papeleta, creamos la Constitución del 91, creamos la Fiscalía para enfrentar a esa mafia y salimos adelante. Después, cuando el narco-paramilitarismo se estaba tomando la democracia, fundamos la Misión de Observación Electoral (MOE). Luego, con muchos periodistas valientes denunciamos a los parapolíticos
Hoy tengo 55 años y la experiencia de haber sido alcaldesa de Bogotá y superar muchos retos sin ningún escándalo de corrupción. Yo tengo el carácter, el liderazgo, la experiencia y los resultados para sacar de este momento amargo a Colombia. No podemos quedar atrapados entre el miedo, el pasado y la decepción de este cambio que pudo haber sido y no fue.

CAMBIO: Usted dice que la mecánica electoral no le importa a nadie ahora, pero en materia de votos sí resulta significativa. ¿Está dispuesta a estar en una consulta de centro y a formar coaliciones?
C.L.: Creo que se necesita unión de la ciudadanía para enfrentar los radicalismos de los extremos, que ni hacen ni dejan hacer. Yo estoy aquí con toda la humildad. Esto no es por egos ni por vanidad, sino porque tengo el carácter, el conocimiento, la experiencia y los resultados. Pero sé que no soy la única. Hay otros colegas que también fueron alcaldes y gobernadores: Aníbal Gaviria, Jaime Pumarejo, Maurice Armitage, Alejandro Gaviria, el mismo Sergio Fajardo. Con ellos compartimos situaciones complejas y con algunos he hablado. Yo estoy lista para que nos pongamos de acuerdo y escojamos a uno. Además, porque la fragmentación puede darle ventajas al radicalismo, a la extrema izquierda o derecha. Y creo que ninguna extrema es la solución de Colombia en este momento.
CAMBIO: Hace un momento usted mencionó que el país debe dejar de lamentarse por ese cambio que no fue y esa es una clara referencia al gobierno del presidente Gustavo Petro. Muchos le cobrarán a usted que votó por él en 2022. ¿Cómo va a desmarcarse ahora?
C.L.: Lo que desmarca son los hechos. Soy una colombiana como cualquiera que me está viendo. Soy la hija de una maestra, vengo de abajo, no nací en cuna de oro. A mí me ha sacado adelante en la vida el amor y el ejemplo de mi madre, la educación de calidad y el carácter. Claro que creo que Colombia necesitaba un cambio. ¿Cómo no? Si es un país que tiene más de 20 millones de personas en pobreza. Claro que Colombia necesita un cambio y justicia social. Voté dos veces por el cambio, porque entre el pasado y la derecha, claro que creía en un cambio. Lo que vemos hoy son los resultados del no cambio y de un presidente que llegó con la misma corrupción.
¿Quién armó billetes y se robó la plata de los colombianos para irse a comprar a los presidentes del Congreso? ¿Quién prometió 500.000 cupos de educación superior para los jóvenes y no ha dado ni 100.000? ¿Quién tiene al país en medio de inseguridad y se va a hacerle campaña política a su partido mientras a Colombia la matan y un precandidato está entre la vida y la muerte? Ese no era el cambio. El cambio no era hacer política con los impuestos de los colombianos en vez de solucionar sus problemas. Por eso tengo la autoridad de decir que eso era una traición al cambio y la mayoría estamos decepcionados de lo que pudo haber sido y no fue.
CAMBIO: Otra de las cosas que la ciudadanía le cobra a usted es que durante su administración no se alcanzaron las metas en materia de seguridad y ahora habla de propuestas a nivel nacional en esa materia. ¿Cómo espera tener buenas cifras con problemas más grandes?
C.L.: Como presidenta podría ser la comandante en jefe de la fuerza pública, para respaldarla y darle instrucciones precisas. Como alcaldesa dejé la tasa de homicidios más baja que ha tenido Bogotá en su historia. En los últimos años hemos visto que la cifra subió. Lo lamento mucho por mi ciudad, por mi gente. Pero el problema es mayor porque la fuerza pública está al garete en distintas zonas. ¿Cuántas veces hemos visto al presidente presidir un consejo de seguridad? Muy poquitas.
También creo que debemos dedicar una inversión para mejorar la seguridad, la fuerza pública, la inteligencia, la capacidad aérea, para tener más cárceles y más desarrollo. Pero para mejorar se requiere liderazgo, carácter, experiencia, trabajo serio y contundente. Yo sé hacer eso. Y, claramente, el presidente no lo hizo.

CAMBIO: Otra de las discusiones claves es la salud, que hoy tiene problemas fiscales. ¿Qué soluciones propone usted frente a esta situación?
C.L.: Este es un problema que no teníamos y que se inventó el presidente, quien dijo ‘queremos que todo el sistema de salud sea público. No más EPS privadas’. Entonces llevó a que hoy el Gobierno administre el 70 por ciento del sistema de salud. ¿Y mejoró la salud? No.
Es increíble, un tema que podía mejorar. Sin duda. Yo fui alcaldesa durante la pandemia. Puedo decir las tres cosas que había que mejorar:el sistema mixto que teníamos no cubría bien las zonas rurales, se invertían demasiados recursos en enfermedades de alto costo y no se hacia salud preventiva y tenía un exceso de negocio de algunas EPS. Eso había que mejorarlo. Mientras fui alcaldesa lo hicimos a través de un acuerdo y la idea es lograrlo en las regiones de Colombia.
CAMBIO: Hace unos días usted tuvo un cambio de postura frente al fracking y hubo una serie de críticas. ¿Por qué ahora tiene una postura diferente a la de hace unos años?
C.L.: Es una técnica relativamente nueva. Lleva 20 años implementando. En 2014, cuando yo era senadora, pensaba que esa técnica podía tener riesgos y decía que solo se podía aplicar si primero se hacían unos pilotos para evaluar los pros, contras, entre otros.
Han pasado 12 años y no se han hecho los pilotos. En cambio, en otros países del mundo, especialmente Estados Unidos, sí se hicieron. Por tanto, la tecnología evolucionó. Como esa técnica producía fracturas, se pensaba que podía contaminar agua subterránea. Esos eran los riesgos que había que aprender a mitigar y se logró. Entonces, gracias a eso, hoy Estados Unidos puede tener gas barato y soberanía energética.
En Colombia no hemos usado toda la tecnología, pese a que mejoró y se mitigaron los riesgos. Además, no estamos produciendo gas en Colombia y estamos importando gas tres veces más caro. Entonces la peor energía es la que no tenemos, porque la gente necesita energía barata.
CAMBIO: La última cosa que me gustaría preguntarle es por el ‘decretazo’. ¿Qué opinión tiene usted de esa decisión?
C.L.: En vez de estar discutiendo las soluciones para los colombianos, lo que hacen unos y otros es hacer política. Esto ocurre porque en el Congreso están en la última discusión de la reforma laboral, y yo estoy de acuerdo con esa propuesta. Es necesario devolverle a los trabajadores esos derechos que se les quitaron en el gobierno de Álvaro Uribe en 2002. Entonces, espero que salgamos de eso por las instituciones. Es decir, que el Congreso decida sobre esa reforma.
