La estrategia de Donald Trump para seducir el voto latino
31 Octubre 2024 11:10 am

La estrategia de Donald Trump para seducir el voto latino

Donald Trump

Crédito: Reuters

En candidato republicano deberá emplearse a fondo para reconciliarse con la comunidad hispana luego de insultar a la población de Puerto Rico. Análisis

Por: Armando Neira

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Como esas delirantes estrellas del espectáculo, los medios de comunicación que siguen la campaña del republicano Donald Trump deben disponer de varios equipos de emergencia para cubrir sus sorprendentes declaraciones a lo largo del día y también en la noche.

Apenas habían pasado unas horas desde que el equipo que apoya a Trump desató la controversia con un comentario de pésimo gusto sobre la población de Puerto Rico, en particular, y la comunidad latina en general, cuando el propio candidato tuvo que desmarcarse de la ofensa y declarar, en esta oportunidad, un supuesto amor incondicional a los hispanos.

Este cambio de libreto comenzó cuando el cómico Tony Hinchcliffe dijo: “No sé si lo saben, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico”.

“Basura es lo que salió de la boca de Tony Hinchcliffe, y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico”, escribió el gobernador de la isla, Pedro Pierluisi, en sus redes sociales.

Pierluisi, del Partido Nuevo Progresista (PNP), que aboga por la incorporación de Puerto Rico como el estado número 51 de Estados Unidos, recordó en la publicación que los puertorriqueños son también ciudadanos estadounidenses y merecen líderes que los “traten con respeto”.

“Demostremos nuestra fuerza, tanto en esta elección como todos los días”, añadió, mostrando su apoyo a la candidata demócrata Kamala Harris.

Esas fueron las reacciones políticas, pero las más escuchadas provinieron de las voces de indignación de superestrellas como Bad Bunny, Jennifer López, Ricky Martin y Luis Fonsi, entre otros.

Nadie pelea contra Jennifer López

Los gritos de “¡Trump, fuera!” reflejan la molestia entre algunos latinos. “Los latinos están muy disgustados por esto”, dijo uno de los participantes.

Eso llevó a Trump a distanciarse de las declaraciones. La campaña del candidato republicano y expresidente estadounidense se desmarcó de los comentarios hechos en el Madison Square Garden de Nueva York.

“Este chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña”, dijo Danielle Alvarez, asesora principal de la campaña, a ABC News.

Sin embargo, el chiste no parece haber sido un desliz. Trump no pierde oportunidad para repetir las políticas que promueve: cierre de fronteras, mayor control, redadas, vigilancia, dureza y tolerancia cero.

El muro continuará, y la tranquilidad regresará a la población estadounidense, amenazada por miles de inmigrantes indocumentados que, según él, son la causa de muchos males sociales.

La fuerza latina crece y crece

Desde hace varios años, las encuestas señalan que el voto latino tiene cada vez más relevancia en Estados Unidos. Una de las razones es que, demográficamente, se trata de un segmento poblacional en crecimiento.

Una proyección de la Oficina del Censo de Estados Unidos indica que para 2060, uno de cada cuatro estadounidenses será de origen latino, lo que confirma su influencia en el panorama electoral.

Sin embargo, expertos en comunicación política insisten en que no hay que tratar a los latinos como un grupo monolítico, ya que, al igual que otros segmentos poblacionales, presentan diferencias ideológicas marcadas por sus preocupaciones.

En este contexto, ¿cómo están hoy las cosas? ¿Cuál es la estrategia de Trump para seducir el voto latino en estas elecciones?

Ildikó Szegedy-Maszák, PhD y directora de la Maestría en Derecho Económico de la Pontificia Universidad Javeriana, menciona dos aspectos clave:

En primer lugar, alimentar el miedo entre la población latina hacia los inmigrantes, que para algunos representan una fuente de delincuencia y para otros una competencia en el mercado laboral, dependiendo del estatus económico de cada grupo.

En segundo lugar, insistir en valores tradicionales que resuenan con gran parte de esta población.

Por su parte, Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, considera que la estrategia de Trump incluye un componente económico: atraer a los votantes latinos con la promesa de recuperar los niveles de prosperidad y bienestar previos a la pandemia.

Los buenos recuerdos de Trump

Durante la presidencia de Trump, los hispanos experimentaron un aumento significativo en los salarios reales, pero la pandemia frenó ese crecimiento y erosionó los logros económicos.

Dorian Kantor, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales de la misma universidad, subraya que, aunque los latinos tienden a apoyar mayoritariamente a los demócratas (60 por ciento frente al 30 por ciento de apoyo a los republicanos), no constituyen un bloque homogéneo.

Por ejemplo, los cubanos de Florida son en su mayoría republicanos, y la lealtad política de varios subgrupos latinos está cambiando, en parte debido a los mensajes políticos de la campaña de Trump.

Este juega con los miedos de dos maneras: por un lado, los cubanos, colombianos y venezolanos pueden ser influenciados por su temor al comunismo; por otro lado, un porcentaje creciente de latinos adopta posturas antiinmigración.

La retórica de Trump sobre las oleadas de inmigrantes que invaden Estados Unidos invoca el miedo a la disminución de oportunidades laborales, ya que los nuevos migrantes podrían perjudicar a las comunidades latinas ya establecidas.

En consecuencia, algunos latinos se distancian de las políticas proinmigración de los demócratas.

Según una encuesta reciente del Siena College, dos tercios de los latinos encuestados afirman que no se sienten aludidos cuando Trump se refiere a los mexicanos como violadores o afirma que los inmigrantes están “envenenando la sangre” del país.

No obstante, el 40 ppr ciento de los encuestados apoya la construcción del muro fronterizo con México.

Mientras que Obama gozaba de más del 70 por ciento de apoyo entre los latinos, Kamala Harris cuenta solo con un 56 por ciento de respaldo. Además, aunque los mexicanos, cubanos y salvadoreños solían ser los principales grupos migratorios, en la actualidad la inmigración desde Centro y Suramérica ha crecido significativamente, provocando tensiones con comunidades latinas ya asentadas.

Además del alarmismo de Trump sobre la crisis en la frontera sur –marcada por delincuencia, pobreza e inseguridad–, los latinos se vieron gravemente afectados por la pandemia.

El patrimonio neto medio de los hogares latinos después de la pandemia es de poco más de 60.000 dólares, comparado con los casi 300.000 dólares de los hogares blancos. Esta desigualdad se traduce en una mayor vulnerabilidad ante crisis económicas.

Con la desaparición de los programas de ayuda, el porcentaje de latinos que se sentían financieramente estables pasó del 71 por ciento en 2021 al 61 por ciento en 2024.

Además, más de un millón de niños latinos volvieron a caer en la pobreza. Según varias encuestas, más del 60 por ciento de los encuestados latinos tienen ahorros mínimos para emergencias, lo que los hace más vulnerables a las crisis financieras.

Aunque la administración Biden ha tomado medidas para frenar la inmigración irregular, como suspender las solicitudes de asilo, estas decisiones llegaron demasiado tarde para cambiar la percepción pública que ha perjudicado a los demócratas en las urnas.

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